El cielo se hacía notar
cada vez más luminoso a través de la ventana de la habitación gracias a que eran
por lo menos las nueve de la mañana y le luz entraba de lleno a una habitación
que mantenía sus cortinas abiertas ya que, había olvidado cerrar las cortinas
por la noche, sus pensamientos habían estado en otro lado o mejor dicho, en otra
persona.
Hace poco más de dos
años comenzó a salir con un chico, que aunque fuera anteriormente uno de sus
mejores amigos, nunca imaginó que terminarían de esa forma. Secretamente
siempre había estado enamorado de él, y cuando tuvo el valor de confesarse, al
no recibir alguna respuesta clara de su parte, sintió que todo había sido un
error, hasta que una noche le dio una respuesta clara, y habían llegado a ser
lo que ahora eran.
Se apresuró a
levantarse, había olvidado poner su despertador, de no haber sido por la luz
que entraba por su ventana, se le hubiera hecho mucho más tarde de lo que ahora
era pues había hecho una cita con su pareja muy temprano. Como pudo se puso un
pantalón que ameritara a la ocasión, mientras se ponía los zapatos y cepillaba
los dientes. Cuando por fin estuvo algo arreglado, salió corriendo al lugar de
encuentro, tropezando cada cinco pasos pues se había puesto el calzado en el
pie equivocado.
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Por supuesto había
llegado a tarde a su cita, pero Yamada sabía muy bien que dormir era su más
grande pasión, después de la que le tenía a él claro está pero contrariamente a
lo que pensaba, él ya no estaba ahí, en su lugar estaba Inoo, su mejor amigo
desde que salía con Ryosuke, pues la mayoría de sus antiguos amigos le habían
abandonado al saber que gustaba de un chico, solo contaba con él y con
Nakajima.
-¡I-Inoo! – Gritaba
mientras llegaba corriendo y sin aliento a una plaza en medio de un gran centro
comercial, el mencionado se encontraba sentado en una banca comiendo un helado,
detuvo sus pasos justo enfrente del mayor, empuñando su mano sobre su pecho
para poder recuperar su aliento.
-Llegas tarde.- Dijo
con burla su amigo mientras le ofrecía un poco de su helado, el cual fue tomado
inmediatamente por el menor, quien se sentó a su lado a comerlo.
-Ya me di cuenta.- Lo
miró mal por unos segundos para después comer un poco del helado, a pesar de
que ya había sido empezado por el mayor.- ¿Y mi Ryo?- pregunto mirándole curioso.
-Se ha tenido que ir a
otro lado, así que me llamo para que te esperara y te pudiera avisar, y que no
estuvieras aquí todo el día como la vez pasada.- Le propinó un pequeño golpe en
la cabeza del otro, más con cariño que con enfado.
-No fue mi culpa que se
le ocurriera mandarme mensajes al celular y por eso se bloqueara la función de
despertador. - Seguía comiendo el helado mientras hablaba.
-Y entonces, el que se
te hubiera quedado el celular en casa, por salir con prisa y ni siquiera
desayunar ¿Fue culpa suya también?-
-Pero por supuesto, si
no nos hubiéramos quedado tan tarde hablando por teléfono, no hubiera
despertado tan tarde aún sin alarma.- Alzó sus hombros mientras le devuelve el
cono vacío del helado a su dueño.
-Seguro.- Viró sus ojos
mientras comía el cono.
-¡Claro que sí! Como tú
no tienes con quien hablar hasta altas horas de la noche, obviamente no sabes
que es lo que sentimos. - Dijo fingiendo estar herido por las palabras del
otro.
-Pues mira que tú no
has dejado a Yamada, y a mí me has dejado tirado cuando sabes que siempre tengo
los brazos abiertos para ti. -Bromeó mientras con una de sus manos levantaba
suavemente el mentón del otro, acercando sus labios a los ajenos hasta casi
tocarse, para que después ambos se echaran a reír.
-Es que tú no tienes el
encanto que tiene él, pero en cuanto me engañe con otro, caeré en los brazos de
mi amor prohibido, Kei. - El menor reía a carcajadas mientras apretaba su estómago
con sus antebrazos ya que le dolía de tanto reír sin control alguno. Ambos
bromeaban, pero también sabían que Inoo estaba enamorado del menor, aunque este
no le correspondiera.
Fue hace más de dos
años cuando el mayor se lo confeso al menor, justo el día en el que el mismo se
lo había confesado a su actual pareja, y cuando sintió una opresión en su
pecho, en parte por no haber recibido una respuesta de parte de la persona a
quien se había confesado, en parte porque su mejor amigo le había dicho que lo
amaba, y al no corresponderle le haría daño. Justo cuando iba a ponerse a
llorar al sentir tal mezcolanza de sentimientos, el mayor lo abrazo y dijo que
olvidara lo que le había dicho, que todo seguiría igual entre ellos y él lo
apoyaría para que Yamada le correspondiera. Por obvias razones ya nada fue lo mismo
entre ellos, pero la verdad su amistad se había fortalecido a pesar de los
sentimientos del mayor.
-Claro, yo te esperare
con ansias- se puso de pie y ofreció su mano al otro para ayudarle a levantarse
de la banca que anteriormente él ocupaba también- ya que estamos aquí fuera,
¿Paseamos un rato?-
-¿Por qué no? - tomo su
mano y se puso de pie.- Por cierto, ¿No te dijo mi Ryo a dónde iba? -
-No, sabes que nunca me
dice nada, es muy desconsiderado de su parte.- Colocó su mano sobre su frente fingiendo sentirse mal por el
desprecio de Yamada.
-Es porque sabe que me quieres
robar para ti solo - reía mientras comenzaba a caminar- Vamos al parque.
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Había vuelto por fin a
su hogar, cansado por el paseo que había dado con Inoo, subía a su habitación
para hacer los trabajos que debía entregar apenas entrara de las vacaciones que
ahora disfrutaba. Eran solo diez días, pero para el eran gloriosos, podía
despertarse más tarde de lo usual y quedarse navegando en Internet hasta altas
horas de la noche buscando cualquier tontería. Pero claro, hacia todo eso
siempre y cuando no tenía planes con su pareja, de lo contrario tenía que
levantarse más temprano a escoger toda la ropa que usaría para salir con él,
arreglar su cabello, esconder algunas imperfecciones de su rostro y pasar con
el todo el día. Por desgracia para él también tenía que hacer su tarea de
vacaciones, era suficiente como para hacer un poco cada día libre y poder
acabar a tiempo, pero como siempre tenía cosas más importantes, tenía que
aventajar todo antes de que acabaran esas vacaciones, de lo contrario tendría
que privarse del sueño un día entero antes de volver a clases.
Continuará...
Se lo debía a alguien, no recuerdo quién.
Tardé AÑOS pero aquí está y estará entrando en emisión así estilo tele,
Espero que les guste.
Gracias por leer, muchas más por comentar y visitar.
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