9 abr 2016

Love Letter.

Hace no mucho tiempo que Matsushima había tomado la decisión de aprender bien el idioma anglosajón, después de todo  la mayoría de sus compañeros hablaba algo ese idioma, él podía pero no le era posible en lo absoluto entenderlo del todo, ni tampoco  pronunciarlo sin un millón de correcciones anteriores. Ese era el día en que buscaría a un maestro, a un buen profesor,  alguien quién le guiara de buena fe, en quien pudiera  confiar plenamente. Pudo haberlo pedido a Kikuchi, quien sabía bien inglés, pero ellos dos estaban muy ocupados en esos momentos, después de todo, había días en los que tenían trabajos del todo separados, así que no podían darse el lujo de verse cada que se les antojase, por lo que  solo podrían escribirse mensajes de texto y eso no le ayudaría en nada realmente. Después de días de pensar en quién podría ayudarle en su gran problema, encontró a la persona que creyó perfecta: Marius Julius Seiryu Schmich-Yo. ¿Quién podría ser más perfecto que su mejor amigo, el cual dominaba tantos idiomas, entre ellos el inglés? nadie, para Sou NADIE podría ser una mejor opción.

-¿Seguro que me quieres a mí como instructor, Sou-chan? - Le preguntó el alemán a su  compañero pelinegro quien estaba frente a él casi  rogándole por su ayuda para aprender aquel idioma extranjero que tan mal se le daba al más bajo y a él mismo no se le dificultaba del todo.

-Claro que estoy  seguro Mari, si no lo estuviera, ni te lo habría mencionado, tú sabes que yo no soy esa clase de persona. - Respondió casi indignado porque su amigo no creía que  le estuviera  pidiendo su ayuda.

Finalmente el oji grisáceo aceptó   su nuevo puesto de apoyo en el estudio de un idioma casi  nuevo para Matsushima.

Finalmente habían comenzado las lecciones particulares de parte de Julius, y empezaron con algo que él consideraba esencial, el hablar fluidamente con una buena pronunciación sabiendo lo que se decía, ya después le enseñaría a redactar y leer  junto con la pronunciación de todo el cada letra de dicho idioma. La semanas habían pasado y  habían avanzado en tiempo y forma, ahora se concentraba en mostrar al mayor la forma de escribir de modo correcto algunas cosas cotidianas, y para eso, hizo una propuesta en aquella cafetería.

-Entonces, Sou-chan  ¿Te sientes lo suficientemente bueno para algo así?-preguntó con un tono que sonaba  como si ya hubiera visto perder al menor en el pequeño juego que le propondría.

-Pero Marius... ¿Cómo se te ocurre algo así? -

-Vamos Sou-chan, tú eres una persona que se expresa de forma muy buena cuando se trata de ese tipo de cosas de amistad, así que haz una carta para alguien especial para ti, y cuéntale la fuerte amistad que tienes con esa persona, no debe ser difícil ¿o me equivoco y en realidad todo lo que dices sobre amistad es inventado en el momento? -

-No digas tonterías, sólo dame papel, algo con que escribir y te mostraré lo que puedo hacer.-Contestó un tanto enojado y tendiendo su mano al menor para que le diera lo que pedía, lo cual le fue concedido, pero cuando el mayor apenas iba a empezar se quedó en blanco.

-¿Qué esperas Sou-chan? - rió suavemente al notar que el otro sí tenía idea de lo que iba a escribir pero simplemente no le salía.- Puedes probar escribirlo en japonés y después pasarlo al inglés Sou-chan.- Le mencionó casi en un susurro, como si hubiera sido un secreto a media voz para que pensara que era su idea y no perdiera el ánimo, pues tenía mucha curiosidad de saber para quién y qué escribiría.

-Necesito más hojas, Marius, con una no me va a alcanzar.- Exigió Matsushima a su compañero, quien solo reía divertido mientras le daba más hojas, para después sacar algunos libros para él mismo de la mochila que traía  consigo. Julius comenzó a estudiar los kanjis que tenía que memorizar para ese año.

El más bajo estaba escribiendo en una hoja mientras fruncía un poco el ceño al estar intentando escribirlo si siquiera pasarlo antes a su idioma natal. Después de acabar de escribir aquello, comenzó a hacer lo mismo en otra hoja,pero ésta vez en su idioma natal, haciendo unas correcciones cada tanto y haciéndolo de un modo más lento y al cabo de cada cierto tiempo, el más alto le preguntaba algunas cosas sobre los kanjis que estudiaba a loque el otro respondía arrugando la hoja que escribía ya que parecía que no quería que viera lo que anotaba.

-¿Qué me escondes, Sou-chan? - Cuestionó el alemán al nipones ya que estaba casi seguro de que había algo que no quería que viera así que intentaba quitarle la hoja.

-Nada Mari, nada.- Respondió casi gritando.- Es solo que no quiero que veas que pierdo el tiempo haciendo garabatos cuando en realidad ya terminé.- Dicho esto el mayor le ofreció al europeo una hoja donde había unas cuantas líneas escritas.

-Lee para mí, para ver si vas bien con tu  pronunciación.- Bromeó al saber que el otro no accedería a su petición, y esto fue confirmado al notar como una hoja escrita se extendía frente a sus ojos. - Bien Sou-chan, yo lo leeré. - Sonrió mientras tomaba la hoja que le sostenían al frente, la cual tenía  las letras  a espacio justificado justo al medio de la hoja que decía: 
"SACRIFICE is GREATER than LOVE.
CHARACTER is GREATER than BEAUTY,
HUMANITY is GREATER than WEALTH,
But NOTHING is greater THAN FRIENDSHIP."
Definitivamente eso era digno de una tarjeta, de hecho era sacado de una, pero no le importó en lo absoluto al notar que el mayor había tomado sus cosas para irse.- ¿Ya te vas Sou-chan?- cuestionó sin más el menor aloque el otro simplemente asintió seguido de estas palabras:

-Sí Mari, lo que pasa es que olvidé que le dije a mi hermana que la ayudaría a limpiar nuestro departamento así que.... Te veré después Marius, revisas eso que escribí y después me dices en que estoy mal, nos vemos Mari.- Le sonrió cordialmente  antes de tomar sus cosas a prisa.- Gracias por las clases, de verdad te voy a compensar el dejarte así hoy, solo espérame - dijo antes de emprender su salida del lugar, siendo el color gris de la mirada del menor quien le habían seguido mientras le sonreía y susurraba un ligero "no te preocupes" aún sabiendo que esto no llegaría a los oídos del mayor.

Sus ojos vagaron de la puerta, por la cual Matsushima había desaparecido, hasta centrarse en  lo que había a su lado, la hoja que anteriormente el más bajo había ocultado con tanto recelo.

-Veamos qué hacía mi Sou-chan.- Decía en tono jocoso, mientras tomaba el papel que en ese momento no era más que una bola de papel que había dejado el mayor en su intento de ocultar lo que escribía, pero finalmente lo había olvidado. Sin más comenzó a leer en silencio aquellos kanjis hechos casi con perfección, cómo envidiaba su caligrafía que era casi siempre perfectamente legible.

"Marius, quédate para siempre justo como eres ahora. Lo que tienes actualmente es realmente encantador, y creo que es genial. No importa cuantos años pasen si Marius está siempre a mi lado, estoy seguro de que siempre podré dar lo mejor de mí. Por eso cuando quieras y  des lo mejor de ti, o cuando sientas que simplemente te vas a quedar quieto,yo te apoyo en todo lo que hagas, así que no te preocupes." 

Acabó de leer y sin esperarlo había terminado derramando un par de lágrimas, pues realmente le había conmovido aquello, no solo por la amistad... Se puso de pie  y tomó todas sus cosas para después pagar la cuenta del vaso de agua que antes tomaba en la barra del establecimiento, a lado de Matsushima mientras ambos estaban ocupados, tomó la hoja que antes había leído para doblarla con cuidado y  así salir para ir detrás del mayor, pues después de todo quería darle una respuesta a pesar de que esas palabras no debieron ser leídas sin el permiso de su autor. 

Julius sabía bien en qué lugar vivía el mayor, había tomado un tren para llegar al lugar y en el trayecto leyó varias veces lo anteriormente escrito por su amigo, en el trayecto se decidió por darle una respuesta un tanto diferente a la que había planeado, comenzando a escribir al reverso de la hoja, teniendo sumo cuidado en las palabras que usaba, pues quería que Matsushima sintiera algo parecido a lo que él sintió en su  momento. 

Llegó al departamento donde actualmente se alojaba quien había hecho aquel escrito que tanto le había hecho sentir, tantas cosas que no sabría explicarlas en ese instante. Apenas había llegado se encontró con el mayor quien  estaba fuera de su departamento pues no había mucho que había llegado, incluso era posible que fueran en el mismo tren, y al ver a Marius se sorprendió pues no lo esperaba justo en ese momento, aunque no podía decir que le desagradaba tal acontecimiento. 

-Mari ¿Qué haces por aquí? - preguntó Matsushima animado, hasta que el menor se acercó a él le mostró el papel anteriormente olvidado por su dueño, ahora perfectamente doblado.

-Te olvidaste de esto Sou-chan.- Le ofreció el papel que rápidamente le fue arrebatado.

- Por supuesto que no es mío, seguro se le olvidó a alguien más... pero me lo quedaré solo por si acaso necesito limpiar algo .- Dijo nervioso mientras aún conservaba las llaves de su departamento en una de sus manos,ya que aún no había entrado.

-Claro, seguro te sirve para algo.- Susurró el más alto mientras se inclinaba un poco para así poder estar más a la altura de Matsushima, quien había recibido un beso de parte de los labios ajenos justo sobre los suyos. Fue un contacto corto,delicado y algo torpe, pero nada de eso le quitaba lo tierno que había sido, el significado de este, el que provocara un vuelco al estómago del menor ni sentir la suavidad de los labios ajenos.- Ya me tengo que ir Sou-chan, suerte con tu limpieza, nos vemos  mañana en tus clases personales , por cierto, no pierdas esa hoja.- Susurró esto último antes de darle una última mirada a Matsushima  antes de partir.

Sou se quedó mirando un rato a Schmich para después tocar ligeramente sus labios con los dedos índice y medio de su mano derecha, para  después ver la hoja teniendo ahora una idea del porqué del contacto anterior entre los labios, y se dedicó a desdoblar la hoja para volver a verlo que había escrito, más sin embargo algo le dejó congelado con por un instante, al reverso de su propio escrito había algo más escrito y dobló la hoja para entrar a su departamento y así poder leer tranquilamente en su habitación.

Una vez en sus aposentos, el dueño de la habitación volvió su atención a aquel escrito que fue dejado expresamente para él:

"Sou-chan siempre fue, es y será mi más importante luz. Al igual que  un edificio se colapsa si no hay pilares, yo puedo seguir adelante gracias a que Sou-chan  está aquí. Gracias por siempre apoyarme. Haré todo lo posible por ser como un pilar para ti. Ya sabes, tengo ese sentimiento de que vamos a caminar siempre juntos, uno a lado del otro por siempre."

Matsushima sonrió al terminar de leer aquello y se dejó caer en su cama, sintiendo como había podido descubrir algo muy importante para los dos. Se estaba quedando dormido en su felicidad sobre la mutua  casi confesión de amor del uno al otro, pero fue interrumpido por su hermana, quien le estaba exigiendo que le ayudara de una buena vez y así lo hizo, pero sin borrar esa discreta sonrisa de su rostro.

Quizá lo que hicieron ese día, fue como una carta de amor después de todo, ambos querían estar juntos siempre.







FIN.
                                                                                        
























Bien, no lo he corregido ya que apenas y he dormido, si tiene fallas, lo lamento, pero  este es un regalo para Leyla que cumple  18 añitos, era eso o leerme todo el libro de Crimen y Castigo y ahora no tengo tiempo para eso, así que.. espero te guste el fic,y si no te gusta..... la intensión es lo que cuenta :3 

¡QUE SUEÑO!

Gracias por leer :3

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