Diecisiete años era una edad
perfecta para comenzar a tener amoríos, buscar comprender el amor, salir con
personas y conocer realmente lo que uno buscaba, lo que se quería de ahí en
adelante. Eso era precisamente lo que pensaba el adolescente alemán quien estaba
en su trabajo como ídolo en el mundo del entretenimiento musical japonés, se
encontraba descansando tranquilamente en un sofá que había dentro del estudio
fotográfico, donde estaba esperando para su turno, ya que solían pasar uno por
uno para sus propias fotos, era solo hasta el final donde los reunían a todos,
en este caso tres, pues los integrantes de mayor edad se tuvieron que ausentar
debido a que les había surgido una propuesta de trabajo en conjunto. Kikuchi
Fuma junto con Nakajima Kento habían
salido del país desde hacía varias semanas, dejando a los tres menores a cargo
del trabajo dentro del país, yendo ellos solos a las entrevistas, programas de
radio, televisión y algunos eventos más, después de todo, ya eran lo
suficientemente grandes como para que supieran moverse solos, aún más dentro de
ese mundo, pero sabían que si tenían algún problema podrían contar con sus
mayores para pedir consejos, recomendaciones o despejar dudas, a fin de cuentas
dentro de la compañía se ayudaba entre sí, o al menos la gran mayoría.