14 abr 2017

Experimentando Sentimientos.

Diecisiete años era una edad perfecta para comenzar a tener amoríos, buscar comprender el amor, salir con personas y conocer realmente lo que uno buscaba, lo que se quería de ahí en adelante. Eso era precisamente lo que pensaba el adolescente alemán quien estaba en su trabajo como ídolo en el mundo del entretenimiento musical japonés, se encontraba descansando tranquilamente en un sofá que había dentro del estudio fotográfico, donde estaba esperando para su turno, ya que solían pasar uno por uno para sus propias fotos, era solo hasta el final donde los reunían a todos, en este caso tres, pues los integrantes de mayor edad se tuvieron que ausentar debido a que les había surgido una propuesta de trabajo en conjunto. Kikuchi Fuma junto con Nakajima  Kento habían salido del país desde hacía varias semanas, dejando a los tres menores a cargo del trabajo dentro del país, yendo ellos solos a las entrevistas, programas de radio, televisión y algunos eventos más, después de todo, ya eran lo suficientemente grandes como para que supieran moverse solos, aún más dentro de ese mundo, pero sabían que si tenían algún problema podrían contar con sus mayores para pedir consejos, recomendaciones o despejar dudas, a fin de cuentas dentro de la compañía se ayudaba entre sí, o al menos la gran mayoría.
Marius Yo había cumplido hacía poco los diecisiete años y se sentía cada vez más cerca de ser un adulto, pero aún no estaba seguro de muchas cosas, tenía tantas dudas que a veces le parecía que había vuelto a sus quince. Era verdad que había madurado, su propia imagen había cambiado, además de ser el más alto de los integrantes, tenía facciones más masculinas que el resto del grupo, aunque tales no se notaban demasiado debido a que sus expresiones habituales terminaban por opacarlas, pero estaba seguro que sus dotes de actuación siempre lo ayudarían a verse más maduro cuando él quisiera.

Volviendo al punto principal, Marius se encontraba demasiado absorto respecto a las dudas que lo asaltaban, después de todo él era el único de los miembros que no había salido con ninguna persona. Sabía que eran personas públicas, pero eso no impedía el hecho de que se deseaba probar nuevas experiencias, descubrirse a sí mismo, después de todo los demás lo habían hecho, a escondidas de paparazzi y la prensa, pero lo habían hecho tanto Sato, Nakajima, Kikuchi, todos  habían salido con chicas, la verdad no le importó mucho en su momento, pero el día en el cual se enteró de que Sou había estado saliendo con una chica a escondidas incluso de los miembros, le enfureció, pues se fue a enterar cuando habían terminado y todo esto cuando Matsushima casi le había jurado que era él su mejor amigo y sin él no podría seguir adelante. Era solamente él quién no había estado saliendo con ninguna persona siendo, indiscutiblemente, el menos experimentado en cuanto a cosas amorosas, si bien, las había leído mucho, visto en películas, actuado escenas con romance o comprado mangas no creía que fuera lo mismo que tener experiencia en carne propia, pero al fin  y al cabo, no tenía derecho a enfadarse tanto sobre el tema de la exnovia de Sou, después de todo simplemente eran amigos, se habían estado distanciando desde hace algún tiempo y no sabía cómo arreglarlo, pues siempre terminaba por juntarse con Sato y llegaba a casi odiarlo en algunas ocasiones, después de todo Sou era su mejor amigo, pero parecía que quería distanciarse de él por algún motivo.

Todo le parecía que carecía de sentido alguno, pues a pesar de que no le gustaba que Shori le robara la atención de Sou hacía su persona, era su amigo de igual manera, quizá no tan cercano como lo era Sou, pero eran amigos a fin de cuentas… ¿Qué era lo que le pasaba? La verdad no lo sabía, pero desde hacía unos años que sentía esa necesidad impetuosa de recibir la atención de aquél chico, quería que le prestara atención como lo hacía hecho cuando ambos debutaron dentro de “Sexy Zone”.

-¡Marius! – escuchó que era llamado por parte de la producción, ocasionando que se sobresaltara ligeramente al estar demasiado distraído con sus propios pensamientos, para después sonreír mientras volteaba a ver a quien le llamaba, acercándose a él mientras sus otros dos compañeros salían del lugar para ir por algo de comer mientras terminaban la sesión de fotos con Yo.

-Shori ¿no has notado que Mari ha estado comportándose un poco raro con nosotros? Hace tiempo que parece que quiere decirnos algo, pero la verdad no sé de qué se trata… - Matsushima caminaba a lado del mayor mientras lo miraba  mientras le contaba su preocupación sobre el europeo.

-¿Nos? –Cuestionó al tiempo que elevaba una de sus cejas mirando al menor al estar completamente seguro de que sus suposiciones de que quería hablar con ambos, eran erróneas.- Mira, Matsushima, por lo que yo he podido notar, creo que Marius quiere un poco de tiempo contigo, últimamente estamos juntos casi todo el tiempo y supongo que quiere hablar de algo privado entre ustedes. Los tres somos amigos, pero también hace falta tiempo para cierta privacidad entre los amigos ¿No lo crees así?- Colocaba una de sus manos sobre el hombro del menor mientras le sonreía como si quisiera animarlo a que hiciera lo que le aconsejaba.

-No lo sé… ¿Qué cosa tendría que decirme como para que no lo puedas saber tú? – En la mente de Sou las ideas se arremolinaban en un total enmaraño que simplemente no le veía alguna forma de llegar a una solución.

-No lo sé, tú eres un amigo más cercano de Marius que yo mismo, así que , mientras voy a llamar a los chicos para ver si están bien y saber cómo les va, ve a hablar con Marius en cuando termine su trabajo, así los tres estaremos más relajados para cuando sea hora de participar juntos en las fotos, no quiero que haya alguna tensión entre Marius y alguno de nosotros, así que te pido que vayas y hables con él para así poder resolver las cosas debidamente ¿Entiendes? – Sin esperar una respuesta por parte del menor le propinó una suave palmada sobre el hombro derecho de este para así darse la media vuelta y poder salir de aquél edificio.

El alemán estaba arreglando un poco su cabello, ya que lo habían despeinado bastante para darle cierto efecto a las tomas, no era que le molestara la forma en la cual le había quedado, nada de eso, sino que muchos de sus cabellos se metían dentro de sus ojos o al menos lo intentaban y eso sí que le molestaba. Notando que el nipón llegaba a la habitación simplemente llevó su vista lejos de él, ya que a pesar de que ansiaba por hablar a solas con él, presentía que Shori iría para encontrarse con él en menos de lo que podría darse la oportunidad para hablar con el recién llegado, además que le causaba cierta molestia el verlo, no sabía el motivo, por lo que giró su cabeza hacia otro lado. -¿Celos? – se susurró el europeo en un tono apenas y audible para sí mismo, pero  lo más razonable era que sentía celos de lo cercano que ahora era Sou con Sato, su Sou-chan, después de todo, él mismo no estaba seguro si lo que sentía por el mayor era simplemente cariño amistoso o pasaba a otra cosa, realmente no lo sabía, lo que solo ocasionaba que la confusión dentro de su cabeza aumentara su tamaño y complejidad.

-¿Mari?- llamó al apenas entrar, pero en cuanto lo vio de aquella manera, con esa luz contra su cuerpo, sus labios rosas suavemente presionándose entre sí, su mirada lejos de sí mismo con cierto toque de nostalgia, tristeza y enfado; con su cabeza ligeramente girada mientras el resto de su cuerpo se mantenía en dirección a él, su cabello apenas y se podría decir que se encontraba desarreglado(aunque realmente para él estaba perfecto), y con aquella luz tan tenue podría apreciar perfectamente el color de su ojos sin que este se alterara por culpa de la luz siendo tan directa a sus ojos. Simplemente le parecía precioso en ese instante, aunque se reprochaba por pensar algo así sobre su amigo, después de todos ambos eran hombres.

-¿Qué sucede, Sou? – A pesar de que usaba su tono normal, se mantenía algo distante al no voltearle a ver y ni siquiera tener su cabeza hacía su persona al igual que la forma en que lo llamaba sin agregar el “chan” a su nombre, así como era costumbre en él.

-Te ves excelente, estoy seguro que tus fotos serán las mejores de toda la sesión fotográfica.- Mencionó con su voz algo baja al estar un poco nervioso por el modo en el que le hablaba y trataba Yo, aún más por pensar segundos antes que él era hermoso, cosa que ciertamente aún pensaba, pensaba que la ausencia por tanto tiempo de algún momento exclusivamente para estar ellos dos solos estaba causando estragos, después de todo nunca antes había notado de tal forma la esencia de Marius.

-¿Es todo lo que querías decirme? – Volteó a verle de reojo.- Gracias por el cumplido, pero estoy seguro que saldremos mejor los tres juntos, solo espera a que preparen el equipo y estaremos fabulosos para las fotos.- Pronunció con cierto desdén, después de todo, aún se sentía algo herido por tantas veces que su compañía fue casi despreciada por el mayor.

-No… Lo lamento – se acercó más al cuerpo del menor mientras lo miraba directamente, como si buscara un destello de que realmente lo que estaba haciendo en esos momentos era solamente por el sentimiento del momento, no que lo sintiera realmente. – Perdona por no haberte prestado la atención suficiente, sé que me he portado mal contigo y realmente no me gustaría que nuestra amistad se fracturara por cosas como estas.- El menor miraba atentamente al más bajo, pero su atención se disipó un momento de él para mirar a otro lugar, de dónde sentía que lo miraban,  y no estaba nada alejado de la realidad, pues algunos empleados del lugar miraban la escena de una manera poco discreta, pues después de todo podrían sacar algunas pruebas de lo acontecido y pasarlo a la prensa, por lo que optó por tomar de la mano al mayor para jalarlo suavemente un poco lejos del lugar.-¿Qué haces, Marius? – lo miraba confundido, pero le seguía el paso sin poner resistencia.

-Nos están mirando demasiado y dado a lo que estamos en medio del trabajo, no nos conviene para nada.- Soltó el dueño de ojos grises mientras se retiraba junto con Matsushima a donde había una habitación de descanso solamente para los miembros del grupo. El alemán pensaba que Shori estaba dentro, pues realmente no lo había visto y supuso que se estaba tomando un descanso del trabajo, pero no estaba lo que fue un gran alivio para Marius, pues no quería verlo, no en aquél momento, donde sentía que volvía a ser el mejor amigo del chico a su lado, puede que jamás se haya roto su amistad, pero ciertamente se sentía desplazado por Shori y era algo que no le agradaba en lo absoluto, quería ser el único para Sou, aunque ciertamente no tenía ningún derecho para reclamar al otro como suyo, pero era lo que sentía, lo sentía como suyo, después de todo se conocían estupendamente, se entendían en ciertos ámbitos. No sabía lo que le pasaba, pero se estaba volviendo demasiado posesivo respecto al pelinegro, quien lo miraba directamente antes de seguir con la conversación que hace poco habían estado manteniendo.

-Tienes razón, no es para nada conveniente que presten tanta atención a nuestras platicas privadas ¿no es así?- Sonrió al de blanca tez antes de continuar con lo que estaba hablando con él.- Sé que te he abandonado mucho, pero no es intencional, es solo que… Shori ya es un adulto y yo lo seré pronto, por lo que me gustaría aprender algunas cosas de él para cuando llegue el día en el que tenga que tomar más madurez y que la gente pueda creer la edad que tengo, sabes que hace algún tiempo, nadie creía la edad que tenía entonces. Me trataban como a un niño incluso cuando era un adolescente y ahora que estoy a nada de cumplir la mayoría de edad, me gustaría saber cómo comportarme, además de que Shori-kun tiene ciertas cosas que me gustaría aprender, después de todo él es muy talentoso, le tengo envidia de cierta manera.- Se justificaba, aunque ciertamente había una razón más por la cual no se había juntado demasiado con Marius desde hace algún tiempo.

Una pausa se prolongó unos cuantos segundos antes de que el más alto hablara.-Sou-chan, no tienes nada que envidiarle a Shori, él es como es, simplemente tiene vivencias diferentes a las nuestras y todos tenemos que tener nuestro tiempo para madurar lo mejor posible, sé que tú lo harás bien y cuándo yo tenga la mayoría de edad, si aún puedo contar con tu amistad y compañía, sé que lo haré perfectamente, después de todo, eres mi mejor amigo y eso es lo único que necesito, una buena compañía para un gran viaje.- Sin darse cuenta sus mejillas se tornaron de un suave color rosa, pues le avergonzaba un poco el hablar así con él.

-Lo sé, Marius, lo sé  bien, pero aun así… hay algo que me impide estar del todo contigo, es una sensación rara, como si no quisiera estar tanto tiempo a tu lado por miedo a que algo malo pase.- Una de las razones por las que estaba tanto con Sato era que empezaba a tener pensamientos incoherentes hacía el alemán, cosas que no debía sentir y trataba de poner al mayor de los tres menores entre ellos para aminorar el problema.

-¿Qué malo podría pasar entre nosotros? –

-No estoy del todo seguro… Pero hay algo que me hace alejarme de ti así como hay otra parte de mí que no se quiere separar ni un instante de tu presencia.- Se sinceró un poco con el menor mientras lo miraba directamente.

-Eso no es muy coherente, Sou-chan- comentó entre pequeñas risas, ocasionando que el mayor de los presentes lo mirara insistentemente, como si quisiera grabarse su rostro y el sonido de su voz mientras reía, acabando por sonreír suavemente ante la adorable escena que podía presenciar de su amigo en ese instante.

-Hace años Kento dijo que realmente eras hermoso y estoy totalmente de acuerdo con eso, Marius – mantenía su tono a media voz antes de acercarse un poco más al menor al tiempo que le sonreía con algo de picardía.- ¿Quieres que te enseñe algo que aprendí cuando salí con esa chica que tanto pareces detestar? –Preguntó con algo de diversión mientras con una de sus manos jalaba suavemente el cuerpo del menor por la cintura para tenerlo más cerca de su rango de alcance.

Al escuchar la mención de la supuesta exnovia  del mayor hizo una mueca de disconformidad al igual que demostraba su hastío, se denotaba sobre todo por su seño ligeramente fruncido, para pronto convertirse en aquella expresión que hacía años no había pasado por su rostro, su ceño aún fruncido, su mirada con total indiferencia y sus labios se curvaban ligeramente hacía abajo, haciendo que en su mentón se distorsionara ligeramente de su forma original al estar hundiendo un poco su mentón haciendo que sacara pequeños huecos su piel, una cara de total enfado, la cual el mayor pudo distinguir, pues recordaba bien la época en la cual no sabía disimular para nada(*).

-Seguramente no es nada bueno, si lo ocultaste fue porque algo malo había. – Sin esperar una respuesta por parte del mayor, puso sus manos sobre el pecho del japonés para así poder imponer distancia entre sus cuerpos.

-¿Acaso estás celoso, Mari? – Sonrió con algo de coquetería para después reír un poco, dando un paso más  hasta donde el europeo que retrocedía cada vez un poco más.

-¿Celoso? ¿De qué? Se ve que nos hemos distanciado, pues no me conoces. Yo no podría sentir celos por nadie, mucho menos de esa mujer que salía contigo a escondidas.- Aseguró mientras mantenía su voz firme hasta que su espalda chocó contra la pared de la habitación, poniéndole nervioso que el mayor le estuviera arrinconando de aquella manera, sin parecer que estuviera jugando con él.

-Justamente porque te conozco bien, sé que lo que veo ahora son tus celos a flor de piel, Marius. – Su voz bajaba poco a poco su intensidad a medida que se acercaba al cuerpo ajeno, provocando que el europeo se comenzara a sonrojar poco a poco debido a la cercanía, aún más cuando notó que no tenía escapatoria, pues Matsushima había puesto sus manos contra la pared a los costados de su propio cuerpo, siéndose así imposible el escapar de la situación que ahora mantenía con el mayor, intentando distraerse mirando de reojo a otro lugar, pero le fue imposible, ya que los ojos del mayor le parecían tan hermosos que simplemente no podía alejar su vista de ellos, le parecían que era algo altamente hipnotizaste.

-¿Que-qué haces, Sou-chan? –preguntaba algo inquieto y desviando su mirada.

-Realmente quiero enseñarte lo que aprendí y lo que tuve con ella no fue nada, sabes que a ti te prefiero por encima de todo, como mi compañero, mejor amigo, complice y ¿quién sabe? Puede que surja algo más entre nosotros.- Susurraba suavemente mientras se mantenía de puntillas para así estar más cerca del rostro del menor, llegando a rozar ligeramente sus labios con los ajenos al tiempo que él mismo cerraba sus ojos lentamente hasta que la distancia entre los labios de ambos se acabó por completo, transformando aquél roce en un beso casto y suave, provocando que Yo abriera sus ojos de par en par, pues sinceramente jamás hubiera esperado eso del otro, si bien, su primera reacción fue alejarse del mayor y tratar de empujarlo lejos de él, terminó por aceptar aquél contacto y entrecerrar sus ojos, correspondiendo ligeramente el pequeño contacto que mantenían sus labios, tomándose la libertad tanto de rodear el cuello del otro con sus brazos, así como agacharse ligeramente para que le fuera más cómodo para ambos.

Pasado cierto tiempo, el más bajo se separó suavemente de los suaves labios de su amigo, los cuales debido a la presión que ejercieron sus propios labios sobre los contrarios quedaron más rosas de lo que habitualmente eran, para así poder abrir sus ojos y mirarlo, contando con la fortuna de mirarlo con los ojos cerrados por un momento, hasta que los abrió nuevamente y le correspondió la mirada.- ¿Realmente hiciste esto con ella? – Le miraba con recelo.

-¿Acaso importa? A ella no la volveré a ver, en cambio a ti te podría ver a diario. – Sin saber cómo realmente, ambos terminaron riendo sin pensar demasiado en si estaba bien o mal lo que hacían en ese momento.-  Después de todo, ella solo fue un intento de alejar estos pensamientos de ti, pues no sabía si hacía bien en pensar de esta forma de mi mejor amigo, aún menos al ser los dos hombres y no saber lo que tú sentías… Lamento haberte hecho sufrir.-

-Eres casi un romántico, Sou-chan… ¿Nos quedamos aquí hasta que Shori llegue y nos busqué? – Cuestionó al mayor mientras se sentaba con él en el pequeño sofá de la estancia.

-Me parece una excelente idea, Mari.- Con una de sus manos arreglaba el cabello del menor antes de besuquear suavemente la mejilla derecha del menor, llegando hasta la orilla de sus labios, para después alejarse suavemente solamente para ver su reacción y sin más Marius terminó por acercarse a Matsushima y besarlo él mismo. Después de todo, los diecisiete años solamente era una época para experimentar y descubrirse a sí mismo  ¿qué mejor que hacerlo con su mejor amigo quién podría orientarlo?


















FIN.






                                                                        







Ya sé, me tardé, lo siento Leyla, pero tenía que quedar PERFECTO y me mantuvieron ocupada.


Feliz cumpleaños, sí, aunque no te gusten ;3

Luego, en cuento pueda, escribiré y subiré más, no se me desesperen.

Y luego quizá subiré algunos de Youtubers :3

Gracias por leer.



NOTA:



(*) Para esclarecer esta escena, me basé en Marius hace años en este gif, sé que no lo supe describir bien, pero va, no pasa nada, ne?

Imagen de donde se basó la "descripción" de la escena:






6 comentarios:

  1. Pobre, pobre Marius.
    Desplazado, despreciado. Y encima Sou-chan le habla de esa otra chica cuando sabía que a Marius eso no le hacía bien, es un mostro x.x
    No merece nada, ojalá que Marius haya recapacitado y lo haya dejado por... hum... ¡Kento! D:

    ResponderBorrar
  2. Oh, y también... gracias por haber escrito esto para mi cumpleaños, te amo ^_^ <3

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ni me acuerdo de qué es xDDD pero gracias por leer :DDDD

      Borrar
    2. Pues es Sou alejando a Marius, pero luego se dan cuenta de que se gustan mutuamente y son medio felices :)
      Aunque Sou no lo merece

      Borrar
  3. Respóndeme, por favor.
    No sé qué es lo que sucede y esto me está haciendo mal, por favor habla conmigo, si al menos me dijeras qué sucede

    ResponderBorrar

Reclamos