31 oct 2022

Novedad.

 Como he notado que hay problemas para encontrar el blog y saber si actualizo o no, me han hecho el favor de hacerme una cuenta en Wattpad, pondré la dirección tanto aquí en la entrada ya que olvidé como se pone donde están el resto de redes xD.

Por su atención, gracias.


Wattpad

Vamos, Marius.

-Vamos Marius, tienes que ponerte esto o no te dejarán entrar.- Insistió Matsushima.

-¿Pero por qué tú no vas disfrazado? - Preguntó desconfiado el más alto, aunque joven.

-Claro que iré disfrazado, pero quiero que antes tú te disfraces, Mari.- Contestó intentando calmarlo, lo que pareció funcionar pues el menor comenzaba a ponerse la ropa que el otro le había dado, siendo esto una túnica de color blanco con mangas largas, que en los puños de esta tenía pequeños detalles en color plata, mientras bajaba por su cuerpo hasta llegar a la mitad de sus muslos, notándose su pantalón que era de un color rosa muy claro.- Está mal Marius, dije que te quitaras la ropa de abajo, o el disfraz no se verá como uno y solo te verás ridículo.- Afirmó Matsushima quien veía de arriba a abajo al menor.

- Pero Sou-chan... me dará frío si dejo tanta piel expuesta...- Dijo apenado  al tiempo que se quitaba con vergüenza la ropa que tenía debajo del disfraz que le había dado Sou, aunque aún no estaba seguro de lo que era.- ¿Así está bien? -Preguntó el más alto al ya verse listo puesto que, no tenía nada excepto su ropa interior debajo de la túnica.

-Sí, justo así debe de ser. Usa esto debajo -  Matsushima le ofrecía al otro un pantalón corto de color blanco para que lo usara por encima de su ropa interior.-

-Pero...-

-Anda, mientras terminas iré a llamar a tu hermana para decirle que estarás conmigo y que no se preocupe, cuando termines te acabaré de poner todo el disfraz así que toma tu tiempo.- Apresuró a decir el mayor mientras salía de la habitación propia para poder ir a llamar por teléfono.

El europeo sostenía aún la prenda entre sus manos y suspiró al pensar que haría demasiado bulto con su ropa interior la cual aquél día se había puesto de algodón, un algodón demasiado grueso, por lo que sería incómodo tener algo más ajustado encima, por lo que  terminó por quitarse la ropa interior para solamente usar aquella prenda que le había dado el otro, que era ajustada pero cómoda, lo único que le incomodaba es que era muy revelador por la falta de tela, por lo que se notaba casi con detalle todos sus genitales.- ¿Qué más da?  Nadie verá debajo de mis ropas.- Se dijo a sí mismo  antes de salir del lugar del todo listo dejando su ropa interior junto con el resto de su ropa doblada sobre la cama de Sou, pues en esa habitación había estado cambiándose.

Al haber salido el alemán de la habitación de la persona que le había dado el supuesto disfraz, aunque él mismo no veía la ropa que llevaba encima como algo propio de un disfraz, hasta que visualizó al otro quién le sonrió al ver que finalmente había salido de la habitación del todo vestido.

-Me alegra ver que te ha quedado bien, aunque un poco corto, pero lucirás estupendo.- Aseguraba mientras traía con él una bolsa en dónde tenía el resto de complementos para completar aquél disfraz.

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-Creo que ellos tardarán demasiado, seguro Marius es lo que los retrasa, se suele distraer mucho de forma sencilla, pareciera que acaba de llegar como un turista.- Alegaba intentando encontrar una razón para la tardanza de los menores.

-Tranquilo, Fuma, ya llegarán.- Le intentaba tranquilizar el mayor presente, Kento.

-Sí, tiene razón, Fuma, ahí vienen los dos - señalaba a lo lejos como se acercaban Sou y Marius, estando este último un tanto sonrojado, puesto que era muy vistoso el traje de ángel que tenía puesto debido a las enormes alas blancas sobre su espalda.

-Vamos Mari, date prisa, que ya sabes que a esos sujetos no les gusta esperarnos mucho, además, tú tienes las piernas más largas por lo que debes poder ir más rápido ¿no?

-Sou-chan, deja de apresurarme, sé que los demás son impacientes con nosotros pero...con estas ropas me siento casi desnudo.- Confesó con vergüenza mientras estiraba con sus manos la túnica que portaba para así intentar cubrir un poco más su piernas.La transparencia, a falta de tela de su ropa, sin mencionar que empezaba a tener frío, al no estar acostumbrado a traer tan poca ropa en otoño en ese país hacía más corriente, sobre todo por el lugar en el que los habían citado los mayores, simplemente intentaba cubrir un poco más de su propia piel, si bien estaba acostumbrado al frío por su natal Alemania, eso no le quitaba la pena que sentía por portar esa ropa tan vistosa, que tanto se pegaba a su piel, el saber él mismo que no llevaba puesta su ropa interior, lo que le avergonzaba aún más, dejando su rostro del todo sonrojado, causando que el viento frío sobre su rostro fuera aún más frío, causando que su cuerpo temblara suavemente a consecuencia del cambio de temperatura.

-Vamos Mari, no creo que seas tan vergonzoso, además te ves muy bien, seguro a los demás les encantará la forma en la que viniste vestido, te lo puedo asegurar.- Sonrió animosamente antes de darle un suave golpe en la parte baja de la espalda ajena, para así darle algo de ánimos al menor, al igual que ayudarle a apresurar sus pasos para llegar donde sus otros tres amigos aguardaban por ellos.

- ¡Apúrate Marius, vienes como anciano!- Le gritó al mencionado antes de cruzarse de brazos fingiendo enfado.

-No le grites así, seguro ahora incluso alentarás mi llegada.- Un suspiro salió de la boca del mayor de los presentes, quien solamente negaba con su cabeza al ver que efectivamente ocurría lo predicho.

-Mejor concentra ese mal humor en observar bien los detalles del vestuario que trae puesto.- Propuso Sato mientras sonreía mirando justo lo que había dicho al tiempo que alzaba una de sus manos para saludar desde lejos al Alemán y su acompañante.

-Tienes razón... Matsushima escogió muy bien el vestuario para nuestro ángel europeo, ¿O me equivoco, Kento?- Cuestionaba con algo de burla entremezclado con malicia en su voz.

-No, tienes razón, ha escogido un vestuario excelente para él, - sin poder darse cuenta siquiera de que lo hizo, relamió sus labios mientras observaba detenidamente a quien esperaba junto con los otros dos.- Se ve muy bien como para que tarde tanto- masculló para sí mismo.

Al estar lo suficientemente cerca de las personas que esperaban a los menores, Sou se separó un poco del más alto para así ir detrás del alemán e ir empujando con ambas manos al otro, con la idea de que no hubiera manera de que se echase para atrás, pues realmente aún veía inseguro al menor.

-Vamos Mari, ya estamos aquí, nos han visto llegar, estoy seguro.

-Pero Sou-chan, no es justo.- Dijo haciendo un puchero mientras miraba a los compañeros que los esperaban, para después luego mirar de reojo al antes mencionado con bastante recelo en su mirada, pues podía notar inmediatamente que se habían puesto de acuerdo para hacerlo a él mismo más notorio, ya que los otros cuatro iban vestidos como demonios según podía entender, además de que él era el único en desacorde con los demás, era el más vistoso, tanto por el color, el claro de su piel y lo corto, además de lo casi atrevido que llegaban a lucir sus ropas.

-No veo  la razón por la cual reprochas tanto, después de todo, tú eres un ángel puro entre todos nosotros. - Dijo tratando de consolar y calmar al europeo, usando un tono suave en su voz.

-Es bastante sospechoso en realidad, pero te voy a creer esta vez, después de todo eres mi mejor amigo y por lo tanto, estoy seguro que no me mentirías en algo así.

-Claro que no, Marius, yo jamás haría algo para dañarte o algo así, tranquilo. - Ambos llegaros frente a las personas que les esperaban.- Henos aquí, Fuma, te dije que conseguiría el disfraz perfecto para él.- Vociferaba para dar por hecho que realmente había vencido al mayor en su propio juego, tanto a él, como a los otros dos restantes.

-Realmente te ves bien, Marius.- Declaró Nakajima quién miraba discretamente todo el cuerpo del menor con mucho detalle.

-Gracias Kento.- Contestó mientras se ruborizaba y su vista era mantenida baja antes de dar suaves palmadas a sus mejillas intentando así desaparecer la acumulación de sangre en sus mejillas.

-Tienes razón, Matsushima, me he equivocado, sabes elegir algunas veces ciertas cosas.- Murmuró Kikuchi en un tono casi vencido al perder ante lo que habían estado peleando desde hacía algunas semanas, dejando como una decisión definitiva lo que se vería aquel día.

-Te debes sentir MUY mal, mi querido Fuma- se burlaba Sou con una sonrisa en su rostro.

-Ya muchachos,  tranquilícense, sé que todos estamos muy impactados para bien con el trabajo que ha hecho Matsushima con el disfraz de Marius, pero no quiero que algo así arruine nuestra noche, así que tranquilidad ¿quieren? -Fue Shori quien intentaba mantener algo de orden, imponiendo la serenidad ante los demás, tienes simplemente asintieron con sus cabezas.

-¿A dónde vamos a ir a partir de aquí? - Preguntaba el alemán quien aún intentaba cubrir algo de la parte su cuerpo, mientras intentaba apurar a los demás para ir a un lugar que ni siquiera sabía su ubicación, solamente quería alejar la atención que los mayores parecían centrar en su cuerpo.

-Oh, no te lo dijimos. Tienes razón, debemos darnos prisa.- Dijo Nakajima, como si estuviese apurado por algo.

-Pero ¿a dónde iremos? - Insistía el alemán, ya que la curiosidad lo carcomía.

-Vamos a un karaoke, Mari, realmente estoy emocionado por  ir a un lugar así, nunca he ido con tanta gente y ni siquiera solamente yo ¿tú has ido antes? - Le era imposible guardar dentro de sí toda esa emoción que sentía por tan solo ir a ese lugar.

-Comprendo, no tampoco he ido a uno, al menos no con personas fuera de mi propia familia, seguro será divertido ir todos juntos, así podré cantar las canciones de mis películas favoritas.- Emocionado seguía a Kento quién los guiaba a todos al lugar.

-¿Qué tipo de canciones quieres cantar?-preguntaba Shori al alemán mientras lo seguía para ir tras mayor del grupo.

-Las de mis películas infantiles favoritas. Sé que ya no estoy en edad para que me gusten tanto ese tipo de cosas, pero la verdad es que además de que me encantan aún, es que recordar estas y el momento en que las vi en su momento me traen recuerdos preciosos.-Contaba tranquilamente con una sonrisa en su rostro, una que hacía juego con los enternecidos de Matsushima y Sato.

-Es aquí.- Anuncio el mayor de los cinco mientras les abría la puerta del establecimiento de karaoke al que les había dicho antes que los llevaría.

-Entonces entremos todos.- Decía animado Kikuchi mientras alentaba a los menores a pasar dentro del edificio en dónde celebrarían la aquella festividad, Halloween, comúnmente llamada por Marius como noche de brujas por el simple hecho de que lo hacía ver, casi, más inocente de lo que realmente era.

Al estar ya todos dentro del establecimiento, fue el europeo quién más animado recorría el lugar entero al ser quién más emoción tenía, mientras el resto seguían con sus miradas el contorno del trasero de su joven amigo.

-¿Quieres ser quien comience con una canción, Marius?- Cuestionaba Sato al menor, quién solamente asintió con bastante entusiasmo antes de poder acercarse a tomar el micrófono que estaba más a la mano, más titubeó ligeramente antes de mirar a sus compañeros.

-¿Está bien que lo haga y que esté tan solo aquí? - Les miraba mientras se encontraba observando  con severidad, exigiendo respuestas, pues sus amigos estaban acostumbrados a jugarle bromas, desde las más inocentes hasta las más pesadas y vergonzosas. Dudaba realmente de todo aquello y mantenía muchas sospechas.

-Por favor, Mari, no seas tan desconfiado de tus amigos.- Era Fuma quién hablaba mientras estaba de brazos cruzados y con su ceño ligeramente fruncido.- Deberías confiar un poco más en nosotros, después de todo somos quienes acompañarán a nuestro lindo ángel por dulces.

-Verdad, no tenemos nada malo planeado, te lo aseguro, o es que acaso... ¿ No confías en mí? - Matsushima intentaba apaciguar al más alto, quién le sonrió de forma cálida al tiempo que asentía suavemente al estar convencido de las palabras que escuchaba.

-Confío en ti, en mis amigos, así que con su permiso...- Tomó en micrófono que tenía entre sus manos con más confianza para así poder elegir una canción que supiera y se le diera bien.

-Es grato tener al menos por hoy el karaoke reservado únicamente para nosotros, así que puedes cantar lo que gustes Marius.- Recalcó Shori al ser quien puso el dinero para reservar todo el lugar por aquél día.

Marius asentía emocionado antes de comenzar a cantar mientras el resto lo miraba al tiempo que le coreaban, sin embargo Fuma fue quién rompió la armonía de aquella ocasión en la que todo el grupo de amigos se había reunido para pasar un buen rato, sacando del menor de ellos un sobresalto que le había hecho emitir un jadeo al haber sido su trasero nalgueado de forma tan abrupta por Kikuchi, quien reía ante lo gracioso que le parecía la situación, aún más el haber podido sentir tan a detalle la forma de sus glúteos, además de un poco de su textura por ser tan fina la tela que intentaba ocultar su piel, cosa que no conseguía con mucha efectividad, dado que esta era tanto de delgada  que permitía notar con todo detalle la figura del menor, quién a pesar de aún intentar esconder su cuerpo a toda costa, Fuma se las había arreglado para ver su cuerpo a todo detalle, además que le regocijaba el hecho de haber causado que el rostro del menos se encendiera, al nota que su voz jadeante se había escuchado con claridad al haber dado justo en el micrófono que aún sostenía mientras de fondo, se escuchaba la tenue instrumental de la canción que aún sonaba sin que ya nadie se ocupara de ponerle voz, salvo los ocasionales coros que se podían apreciar apenas audibles.

-¡FUMA! - chillaba Marius aún sonrojado por la vergüenza que sentía por lo anteriormente acontecido, usando una de sus manos para así intentar disimular así como ocultar lo más posible la piel de su trasero al igual que lo que se podía notar de sus genitales.

-¿Qué? Tú tienes la culpa Marius, después de todo, nadie te manda a contonear tanto tus caderas para darnos a notar, lo bien que se ve tu trasero en ese disfraz que llevas, sí creo que Matsushima ha hecho un buen trabajo en elegir tu disfraz, pero no está bien que tú nos tientes de esa manera apenas y comenzar la noche.- En su rostro se veía un ligero gesto de enfado mientras estaba con sus brazos cruzados sobre su pecho.

-Pues lo siento, pero se supone que estoy entre mis amigos y por lo tanto puedo comportarme con más naturalidad, sin contar que la canción me encanta y por lo tanto me incita a moverme de cierta manera.- Contestó defendiendo su punto de vista poniendo un semblante malhumorado en su rostro, dejando seguir la canción hasta que esta terminó.

De un momento a otro, entre jugueteos, bromas y varios comentarios subidos de tono, terminaron por excitar al menor, aunque sus amigos se defendían tanto a ellos como a su hombría, y con ello su heterosexualidad, con que todo había sido un accidente por estar tonteando demasiado.

-Parece que necesitas algo de atención aquí debajo,- murmuraba Kikuchi mientras con una mano rozaba suavemente el bulto que sobresalía  de su ropa, la cual perecía quedarle más justa y pasaba su lengua por el lóbulo de la oreja del europeo.

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Shori y Sou veían como Yo era el centro de atención pues Kikuchi se encontraba penetrándolo mientras Kento se encontraba masturbando su pene causando que los gemidos entremezclados con el leve gimoteo del menor fuera más frecuente y por lo tanto más sonoro entre los oyentes que se encontraban al alrededor de un Marius ya completamente desnudo que se dejaba penetrar sin poner ningún pero.

 

-No es justo, Marius es el único que está disfrutando.-Reclamaba un encaprichado Matsushima mientras miraba a un gozoso, al menos a su vista, Schmich. 

 

Sato se paró a un lado del menor de los presentes para tomar una de sus manos mientras él mismo se ocupaba de quitarse la ropa para así dejar expuesta su creciente erección la cual era envuelta por la mano del menor, ya que Shori lo había inducido a tomarla.

 

-Vamos Marius, sé que puedes masturbarme mientras te están dando placer allá abajo.- Sin más el menor comenzó a usar su mano para estimular al otro subiendo y bajando su mano por el falo del mayor mientras  sentía como se corría por tercera vez, a pesar de que aún le incomodaba un poco como había sido penetrado sin prepararlo antes pues aún dolía a pesar del esfuerzo de Nakajima por distraerlo de ese dolor con placer al estarle masturbando.

 

-Vaya, ahora tú también Shori, el único que hace mal quinteto soy yo porque todos ustedes están recibiendo placer de una u otra forma mientras yo solamente estoy para mirar.-Decía con cierto enfado al no tener más que placer, si acaso, visual al ver a los otros tres disfrutar de Yo mientras escuchaba este último gemir continuamente  al tenerlos a todos a su disposición como ángel que era.

 

Nakajima disfrutaba totalmente de estar estimulando al menor mientras estaba siendo penetrado por otro, ya que de esa forma tenía cierto control en la frecuencia e intensidad con la que gemía y sus piernas se tensaban y relajaban a su lado mientras él mismo esperaba ansioso a que nuevamente Schmich se volviera a correr sobre su mano para volver a lamer el néctar que dejaría sobre su piel.

 

Mientras seguía el menor con su trabajo manual con Sato, Sou se decidió a tomar el mismo  el camino que él quería poniéndose de pie para así ir desarreglando un poco su ropa ya que tenía en mente realizar lo que quería y estaba seguro que no lo detendrían.

 

Más pronto que tarde, Marius tenía su mano derecha aún ocupada con el miembro de Sato, su ano siendo llenado por Kikuchi quién ahora se encontraba embistiéndolo frenéticamente  

 

Los gemidos de Marius fueron acallados de repente debido a que en su boca fue puesta la verga de Sou, quien recibió un golpe en la pierna de parte de Nakajima que aún utilizaba su mano para darle placer al menor pero ahora lo que conseguía sacar de él eran menos placenteros para sí mismo ya que sus gemidos eran ahogados por la presencia del otro por acaparar su boca, mas prontamente un gemido reprimido se hizo presente cuando Kikuchi terminó dentro del menor quien seguía ocupado con el miembro ajeno en su boca.

 

-Vamos Marius, no aflojes el ritmo.- Exigía molesto quién tenía la mano del menor ocupada para que le estuviera masturbando, la cual se frenó al sentir algo caliente que era esparcido dentro suyo.

-Hazte a un lado Kikuchi, ya tuviste tu tiempo ahora dejan algo al resto.- Decía Kento quien tenía sobre su mano algo del semen del menor, el cual comenzó a lamer gustoso hasta dejar del todo limpia su mano en lo que el antes mencionado salía del todo del interior de Schmich, a lo que el menor gimió suavemente.

 

Que rico fue el pensamiento que pasó por la mente de Marius antes de reclamarse a sí mismo tal pensamiento tan lascivo por el simple hacho de que el mayor haya salido de su interior y dejado dentro de sí su semen, que no sentía tan a flor de piel dentro pero sabía  que si Fuma se había corrido dentro de él fue porque le gustó practicamente violarlo, ya que nunca aceptó que le hiciera tal cosa. 

 

Sentía tanto miedo del abuso de sus amigos que  se resignó a lo que ellos estaban haciendo con su persona y siguió masturbando con su mano a Sato mientras dejaba a Sou seguir en su boca, pero a sabiendas que apenas eyacular ellos se retirarían de mancillar su cuerpo y lo dejaran en paz por un momento, por lo que comenzó a estimular el glande de Matsushima con su lengua, endureciendo esta para que así en otro pudiera sentir mejor forma el pasar de su lengua por los rincones de la cabeza de su pene.

 

Pasado cierto tiempo, fue quién ocupaba su boca quien se vino primero  que terminó dentro de su cavidad, aunque el alemán no pudo recibirlo todo dentro por lo que dejó salir lo que no podía almacenar dentro de sí dejando que escurriera así hasta su pecho, el cual está igual de mojado y cálido que la parte inferior de su rostro por el semen que se escurría aún de su boca, cosa que no le distrajo de seguir masturbando a Shori, quien detuvo su mano para apartarla de su miembro, para así ponerse él mismo de pie frente al menor para así seguir masturbándose mientras lo miraba y rozaba la punta de su pene con la piel expuesta del menor, dejando sobre esta un rastro del pre-semen que estaba brotando en abundancia para después poner su mano sobre la mejilla del menor y así poder acomodar su rostro antes de acabar eyaculando sobre este acabando por llenar, con su semen parte del cabello del menor junto con parte de su rostro que antes estaba un poco más limpia y tanto Sato como Matsushima se separaron del menor para dejar libre paso al mayor de todos los presentes y que terminara lo que vino a hacer.

 

Nakajima era el único que faltaba por estrenar el cuerpo del menor, después de todo él había sido el que propuso el plan y el resto lo acepto porque al igual que él mismo les excitaba el europeo y él no solamente tenía ganas de tener sexo con él, sino que cada uno de sus amigos lo hicieran y todo lo que habían hecho con él era algo que el propio Kento fantaseaba.

 

Las manos del europeo fueron suavemente haladas por el nipones para ayudarle a ponerse de pie, acción que le hizo pensar que con eso estaba terminado el abuso sobre su cuerpo y sería Kento el único que desistiría de querer eyacular sobre o dentro de él pero estaba del todo equivocado. Estando ambos de pie el mayor de ellos tomo al menor por la nuca para obligar a que no se alejara cuando le intentaba besar lo cual logro sin importar que antes su boca estuviera llena de semen proveniente de Matsushima.

 

Al ya haber calentado el ambiente, el mayor no dudo ni un poco en comenzar a rozar su pene contra el trasero que tanto amaba y con el que tanto fantaseaba propiedad del alemán, quien sin darse cuenta volvía a estar completamente con el miembro totalmente erguido a causa de una excitación inconsciente, que lo indujo a mover sus caderas para que de esa manera el miembro ajeno entre sus glúteos, ya que con ello sabía que lo excitaba aún más a él como a sí mismo ya que realmente sentía que en algún momento eyacularía con tan solo tener el miembro ajeno rozando constantemente contra su trasero, más al tiempo de penetrar sus adentros pudo notar como el mayor se adentraba con lentitud y fácilmente ya que su interior se encontraba cubierto con el semen de Kikuchi quien anteriormente se había venido dentro de él, lo que causaba que fuera un auxiliar en cuanto a ayudar a humectar su interior para evitar el roce con sus paredes internas y así ayudar a resbalar el miembro de Nakajima junto con algo de sangre que había sacado Fuma al ir primero sin prepararlo previamente así como moverse tan bruscamente dentro de él.

 

Al estar Kento tan entusiasmado dentro del menor, que hacía que al entrar y salir tan rápidamente que dejaba escuchar como los jugos del menor chapoteaban entre sus paredes interiores y el falo del mayor. Los tres restantes se encontraban mirando atentamente ya que aún no  podían salir del lugar ya que habían pagado por un par de horas y si alguno de los tres salía, entrarían a limpiar y así  disponer las cosas para las siguientes personas que ocuparían el servicio, por lo tanto tendrían que quedarse hasta que  Kento terminara con lo que había comenzado, por lo que solamente veían como ambos tenían sexo y el sonido que emitía el interior del menor, cosa que hacía que los tres se excitaran aún más y continuaban masturbándose así mismos siendo únicamente Matsushima y Sato quienes cambiaban sus posiciones al estar masturbando uno al otro gozando de sentir como manos ajenas tocaban su sexo mientras tenían el audio perfecto para engrandecer sus libidos y así seguir disfrutando de los gemidos emitidos por la dulce voz del europeo.

 

-Vamos Marius, haz que Kento se corra como loco y haz que quienes no pudieron entrar en ti así como yo y Kento se puedan correr una vez más con tan solo escuchar tu voz y mirar lo duro que estas.- Incitaba Kikuchi al menor, animandole

 

Nakajima se mordía los labios al percatarse que verdaderamente, Schmich tenía una erección evidente a pesar de tenerlo a él mismo penetrándolo tan vigorosamente, intentando siempre  estimular la próstata del menor quien aún no paraba de gemir al ritmo que el mayor lo penetraba, siendo estos cada vez más y más agudos ya que su garganta  estaba demasiado forzada al estar un buen rato gimiendo sin parar, la verdad era que no podía más y a pesar de estar en contra de su voluntad, estaba dispuesto a terminar lo que sin ser su intención ni siquiera estaba en sus planes y que ni siquiera él mismo por voluntad propia había comenzado pero ahora iba a terminarlo.

 

-Vamos Marius, aprieta más ese trasero tuyo, ese trasero por el que nosotros cuatro babeamos  y tienes tan bien trabajado.- De nuevo Fuma trataba de elevar el ánimo del europeo, no sin terminar por darle una nalgada  bien dada la cual creo un sonoro efecto bastante alto.

 

-¡Ahh!-emitía primero como una queja pero terminó en convertirse en un gemido el cual sería un preludio a que el menor eyaculara llenando parte de su vientre.

 

-¿Ya vez como realmente eres un pervertido? Solamente hizo falta que te diera un solo golpe en uno de tus glúteos y  te acabaste por venir sin que Nakajima hiciera mayor cambio- decía Kikuchi en tono de burla, pues realmente le divertía aquello, aprovechando el desconcierto del menor para tomar algo de su semen entre sus dedos de su diestra, la cual facilito a los otros dos para que probaran algo de la semilla del menor, que aunque no se lo habían pedido, se notaba que ardían en deseo por probar algo del menor con quien tanto fantaseaban, llevando a uno de ellos Sato a cambiar su diestra de estar masturbando a Matsushima a agarrar la muñeca del mayor para que no la alejara y así seguir degustando la semilla de Schmich quien ahora gemía débilmente, siento un  poco más enérgica al sentir como su interior era llenado por el semen del mayor.

 

Al estar los cuatro satisfechos fue momento de marcharse no sin antes vestirse tal y como habían llegado, Shori al estarse vistiendo no pudo evitar sentir nuevamente dentro de su boca el sabor del semen del menor  y con esto verse en la necesidad de relamer sus propios labios antes de seguir al resto y al salir los cinco acordaron ir a cenas alguna cosa antes de volver cada uno a casa.

 


30 oct 2022

Noche de copas.

Dentro un bar se encontraba en ambiente festivo acompañado de luces centelleantes, en el cual se estaba celebrando una noche especial al ser un festejo de parte de una empresa debido al cierre de un importante contrato de forma exitosa. Para acompañar a estos oficinistas entre trago y trago, el mismo bar ofrecía damas de compañía a cada cierto número de clientes por mesa ocupada, teniéndolas incitando a quienes  que los acompañaban a beber durante su jornada laboral, terminando muchas veces también en ebriedad y siendo seducidas por las ideas y labia de su acompañante como para que saliera del bar con él y así pasarla mejor en un hotel del amor o incluso, tener la suerte de terminar un hotel de categoría hasta el día siguiente a cambio de una propina muy jugosa y tentadora.

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A pesar de que todas las chicas eran definitivamente atractivas, tanto en belleza como en lo atrevido de su vestimenta, había una en especial que realmente era quién se robaba la atención de todos, siendo esta la más peleada y por lo tanto más solicitada. Si bien no tenía nada notable a simple vista, destacaba entre el resto por siempre portar en sus manos diferentes joyas, a vista de inexpertos dignas de ser robadas, aunque en realidad no lo eran, lucían bastante con la forma en que eran portadas con tanto brillo, sin ser opacada de ninguna forma con un maquillaje por el hecho de no ser este tan cargado, aunque con un brillo labial de un color muy natural que le robaba el corazón a los clientes del lugar.

 

El nombre de la chica más codiciada esa noche, no era otro que Shiori, nombre el cual era fuente de sospechas entre clientes e incluso sus compañeras del mismo trabajo al no ser este un nombre común, que debiera usarse para camuflar su identidad,  sin embargo lo dejaban pasar al pensar qué este era su nombre artístico tener así algo de privacidad, pero ese día habían hecho un trato con quien era el empleado más importante en aquella reunión para hacerle una pequeña jugarreta a Shiori.

 

-¿De verdad que solo será un momento, señor Jounichi? – preguntaba una de las damas de compañía que no deseaba realmente irse del todo, dado que Shiori era su amiga y por lo tanto temía que se aprovecharan de ella debido a que el local estaba casi vacío debido a que muchas habían sido convencidas, ya sea por promesas de amor o dinero para salir juntos del local para ir a un lugar más privado, sin embargo aún quedaban algunos cuantos dentro.

 

-De verdad, no te preocupes, estaremos de regreso aquí cuando menos te des cuenta. Solamente quiero mostrarte algo.

 

-Si promete que será rápido entonces no hay problema.- Le sonreía de forma animada antes de seguirle fuera del lugar, siendo guiada por la mano de su acompañante que le rodeaba su cintura.

 

Al quedarse sola, Shiori se sentía por de más nerviosa, tanto por no tener a alguien quién  le hiciera compañía aunado con que la única compañía que tenía, eran hombres empresarios que muchos de ellos le doblaban la edad, la cual era en ese entonces de 25 aunque pronto cumpliría 26, era solo cuestión de horas.

 

-Shiori, me gustaría realmente que me ayudara a despejar una duda, no es personalmente un guiño hacía usted ni mucho menos, es más que nada una duda – aquel hombre aclaró su garganta carraspeando esta antes de comenzar. -Corren rumores sobre las chicas que trabajan en cosas parecidas a lo que lo hacen en este lugar, una de hasta cada tres son realmente hombres.- Decía el dato y supuesta sospecha con seriedad antes de reír escandalosamente.- ¿Puede creer eso? A mí me parece una tontería pero yo no me he topado con ese tipo de cosas, es decir, es absurdo. Sería realmente notable algo así.- Una risa casi forzada fue emitida de los labios de Shiori, antes de tomar un poco del sake que tenía para consumo propio.

 

-Que tonterías inventa la gente. No dudo que haya algunos casos así pero que yo sepa son raros ese tipo de casos.

 

-¿Qué tal si bailamos un momento Shiori? –Ofrecía uno de los clientes que aún estaba dentro del bar mientras el dueño del establecimiento se disculpaba con sus clientes debido a que debía salir de urgencia por un momento.

 

-Ummm... está bien, solo un baile.- Aceptaba antes de ir a la parte más despejada del lugar y comenzaban a seguir el compás de una melodía lenta que sonaba de fondo en el establecimiento.

 

El breve baile que Shiori concedió al cliente, estaba terminando y con ello los pasos de ella fueron  parando dando la pieza por terminada, su acompañante bajo sus manos que antes estaban sobre la cintura ajena hasta topar uno de sus glúteos y apretujarlo en sus manos con una  fuerza notable pero sin hacerle daño, sino con la intensión que sintiera que en ese punto era su propiedad, por lo que quien calzaba el par de tacones se sobresaltó por un momento antes de reír cortésmente.

 

-No se puede evitar caer en esta tentación, sé que no he pagado por esto, ni se me ha concedido el permiso, pero es algo inevitable con mujeres tan lindas como lo es usted.

 

-Está bien, solo no se sobrepase más o tendré que llamar a la policía e interponer una demanda, si yo no acepto de viva voz y con testigos de por medio no puede hacer nada de esto conmigo, y es algo que estoy segura que ya lo sabía, así que compórtese.- Hablaba un su voz un poco alzada para que los presentes fueran testigos de su negativa en caso de que las cosas se fueran a complicar.

 

Shiori pudo sentir cómo sin darse cuenta, aquél cliente que deslizó su mano dentro de su ropa interior, colocando su mano en uno de sus glúteos hasta llegar con su pulgar a su ano mientras su dedo medio intentaba tocar su vagina, cuando se dio cuenta de algo. Shiori intentaba interponer sus manos entre su cuerpo y el ajeno para alejarle, sin embargo se descubrió rodeada de otros hombres que impedían que tuviera una salida fácil.

 

-No lo van a creer pero, nuestra estrella dorada Shiori… - levantaba la falda que la mencionada portaba, dejando así ver su lencería, que ciertamente era diminuta, pero toda la audiencia ahí presente estaba dispuesta a violar a su persona, ya que le habían ofrecido fuertes sumas de dinero además de propiedades y bienes, pero de ninguna forma había aceptado el permitir libertades sobre su cuerpo para mantener relaciones sexuales con alguno de los clientes habituales, que le dejaban una buena propina a cambio de prácticamente más  ese día sería diferente para todos. Shiori pudo sentir  una mano de los numerosos clientes que tenía frente a ella, que se las ingenió para poder bajar la tanga que traía puesta y al tiempo abrir de par en par sus piernas para así, dejar expuestos en su totalidad los genitales, causando un enmudecimiento instantáneo en todos los espectadores de tal acto que antes alentaban a viva voz a quién le había levantado la falda y ahora mostraba sus genitales ante todos.-Realmente nuestra Shiori es... ¡UN HOMBRE!– Decía quién le había quitado su ropa interior y separó sus piernas, dejando ver tanto sus testículos cómo su pene.

 

-No es solamente eso, mis sospechas eran ciertas, les dije que esta persona se me hacía muy conocida y me temo que estoy en lo cierto. - Agregó uno de la muchedumbre quién en cuanto le fue posible le arrancó de pronto la peluca castaña y larga que traía puesta dejando al descubierto su corto y oscuro cabello, que al ser la peluca. -Shiori no es otra persona que el hijo del jefe de la compañía Sato, ¡Shori!

 

 Acabaron por quitar la falda corta que portaba, que era además de corta bastante lasciva, justo como lo ameritaba su trabajo. -Pero mira nada más que hermoso pecho tienes.- Pronunciaba el hombre que momentos antes le había despojado del relleno del sostén que llevaba puesto dejando al descubierto lo plano que en realidad era este, mientras con una de sus manos  acariciaba lo antes mencionado de quien se encontraba tendido sobre el suelo de aquél puesto, siendo antes forzado por la clientela a recostarse justamente antes de acabar de  denudarlo y acabar con su ya dolida hombría que ahora la  usarían para trapear el piso.

 

-Dejen esto de una vez. Sí, han descubierto que soy un chico,- dejó de lado su voz fingidamente femenina para así hablar con su propio tono de voz,- no sé porque arman tanto alboroto, igualmente si llegan a propasarse conmigo eso los convertiría en homosexuales.

 

-¿Qué más da? Ciertamente todos los que estamos aquí reunidos no estamos por nadie más que por ti, por las ganas que tenemos por quitar tu ropa y ver tu rostro sin ese lado tan  puro que nos has vendido además de lo sorprendente que es esta noticia, debo decir que es bastante impactante y hablo por todos, nuestra Shiori acabo siendo un hombre, a pesar de usar esas faldas tan cortas, sin contar con esa ropa interior tan vistosa a pesar de ser algo tan privado, no se notaba para nada tus genitales verdaderos ¿cómo los escondías?

 

-Seguro los ponía entre sus piernas como la puta que es, debe de encantarle. Mírale, incluso está temblando, que lindo.- Señalaba un cliente a la entrepierna de quién trabajaba en el lugar, haciendo que fuera más que obvio que el menor tenía su miembro ligeramente erguido, pero lo suficiente  como para ser ignorado por las personas a su alrededor, cosa que le causaba un ligero temblor, pues sabía que eso solo alentaría a los hombres que lo rodeaban a ser más osados.

Los pensamientos que había tenido no iban para nada equivocados, lo supo cuándo sintió como su pene era estimulado con calma y suavidad. Fue que por obra de aquél constante roce en su pene que este se puso rígido del todo. Presemen era lo que escurría desde la punta de su falo, bajando por el tronco por el cual se mantenía bien estirado su prepucio debido a lo hinchado que estaba la zona.

                                                       

Sinceramente Shori se sentía avergonzado por la reacción de su propio cuerpo, no era algo que quisiera o deseara, mucho menos esperara pero sobre todo no lo disfrutaba, sin embargo dejó escapar un débil gemido que se escapó de sus labios que si bien no había sido muy sonoro, sí alcanzó a ser escuchado por todos los presentes.

 

-Pero si estas al borde de sobrepasar tu límite.- Reía quién empezó a estimular su miembro con tanto esmero, antes de ejercer una presión notoriamente mayor a la inicial, la misma con la que siguió aquél vaivén incesante sobre la longitud del falo de quién estaba siendo del todo despreciado, llegando a ser totalmente humillante cuándo por causa de la presión ejercida con la mano ajena al masturbarlo acabó por eyacular, al tiempo que escuchaba el susurro en voz aterciopelada: “Vistiéndote y gozando como una prostituta cuando tú padre no hace mucho dejó salir su último aliento con vida…”.

 

-Ya lo has hecho llorar- mencionó quien alcanzó a ver como fluían a paso lento pero constante las lágrimas qué caían por sus ojos. -¿Qué le dijiste?

 

“No llores, aún falta lo mejor, no puedes desmoronarte ahora.” “Necesitaremos tu cuerpo hidratado para la diversión.” “Las putas no lloran, maman.” “No sabía que las zorras también lloraban.”

 

Eran cosas que escuchaba mientras su mirada estaba fija justo frente a él, dónde se encontraba el hombre que antes lo había estimulado a tal grado y con tal sadismo que terminó derramando su semilla justo cuando tenía el rostro de su ya fallecido padre en mente. Ahora no solamente humillado era como se sentía, también se sentía grotesco, inhumano. Solamente sabía que era una persona del todo podrida.

 

 

 

Sin demora el menor estaba rodeado por las vergas de todos los clientes las cuales se encontraban del todo erectas, palpitando al estar deseosos por lo que iba a acontecer con el cuerpo de quién  había protagonizado aquella noche, y seguiría siendo el protagonista...  

 

Estaba sobre el suelo en cuatro, pues así era la posición más confortable para los presentes, tanto para mirar su cuerpo así como tener el trasero de Shori  lo suficientemente alto para lo que vendría a continuación. Sintió como su trasero era lamido con dedicación para así tener bien lubricada su entrada, y así deleitarse con el sabor combinado de su ano y de los jugos que antes habían salido de  su sobreexcitado pene.

La presión  que había sobre su entrada era ciertamente inaguantable y dolorosa, tanto como se estaba volviendo el dolor en su hombría, debido a la nueva excitación que de nueva cuenta se estaba apoderando d sí mismo,  sin darse cuenta el que momento se había vuelto  tan depravado. Todo se volvía tan confuso. La excitación, el asco y las constantes nauseas al percibir lo que emanaba de los sexos poco aseados de la mayoría de hombres allí presentes.

 

Se comenzaba a sentir mareado, tanto por el penetrante  hedor que percibía así como el sentir su ano del todo como si ardiera en llamas, pues dolía demasiado, ya que después de todo había aquél hombre consiguió entrar hasta que a pesar de que Shori había hecho lo posible, incluyendo morder su labio inferior, para no hacer ningún sonido que sus cuerdas vocales emitieran al vibrar por el aire que sin permiso pasara por ellas, terminó emitiendo un gemido de dolor bastante sonoro al haber sido desgarrado a causa de esa tosca entrada que terminó por hacerle sangrar lo suficiente como para que sirviera ese líquido carmesí como un lubricante extra de la saliva que antes se había proporcionado para hacer la penetración más supuestamente fácil para quien ciertamente ahora estaba siendo cruelmente violado.

 

Al cabo de un tiempo los desgarrados alaridos que emitía Sato se convirtieron radicalmente en suplicas: “aaahhh, más ra-rápido”; “má-más pro-profundo”;  “más, más”; “necesito más” y ese tipo de cosas en dónde imploraba por más, pero terminó por ser sumiso al perderse en el placer al que era  sometido en contra de su voluntad, pero totalmente extasiado a pesar de ser un placer tan malditamente asqueroso no dejaba de llevarle al cielo en éxtasis.

Fue entonces que Shori escuchó aún aturdido e inmóvil ruido, tan desorientado a causa del sonido que pudo darse cuenta de que todo a su alrededor estaba oscuro y que, ciertamente, mantenía sus ojos cerrados sin enterarse en qué momento los había cerrado, cosa que hizo que una desesperación dominara su ser y abriera sus ojos de repente sin siquiera esperar a acostumbrarse a la luz.

 

Al abrir del todo sus ojos de dio cuenta de que había despertado en su cama cosa que le asustó aún más, a sabiendas de que había tenido esa clase de sueño cuando ni siquiera él mismo había considerado tener esas preferencias como para tener un sueño de esa clase, sobre todo porque para su desgracia personal había eyaculado a causa del sueño y eso lo hacía sentir asco de sí mismo, ya que su difunto padre había aparecido en su mente y eso lo mortificaba al igual que en su sueño, martirio el cuál siguió acompañándolo mientras limpiaba las manchas que había causado con su pequeño sueño húmedo.

 

 

Sato había dejado de darle tantas vueltas al asunto ya que solamente acababa por descolocarlo aún más de lo que ya estaba, por lo que al dejar el  asunto se puso en camino hacía su trabajo y al llegar lo recibió uno de los integrantes de la boyband a la que pertenecía, ‘Sexy Zone’ era el nombre de esta agrupación, su compañero para su fortuna no era alguno de los chicos menores que la conformaban, era nada menos que uno de los que tenía más cercanía debido a que solamente era un año mayor, se trataba nada menos que de Kikuchi Fuma

 

-Shori ¿qué fue lo te pasó para que  te presentes a trabajar en estas condiciones? – Un tono de preocupación estaba presente en su tono de voz al ver la sombra bajo sus ojos siendo esto las ojeras por no haber descansado del todo.

 

El menor torció un poco su boca ante su incomodidad sobre el tema, terminando por sonreír al restarle importancia.-No ha pasado nada, solo dormí tarde por estar dando mantenimiento a mi colección de autos.

 

-Vaya, no sabía que tu afición por los carros de colección llegara a tanto. Pero no deberías afanarte tanto en este pasatiempo tuyo, está bien empeñarte en eso, pero no al punto de que desmejore así tu salud, mucho menos tu físico, dado nuestro trabajo y lo que implica nuestras ventas e invitaciones a programas de diferentes cadenas televisivas, además de entrevistas para el diario… Lo que quiero decir es solamente que cuides de ti mismo.

 

-Uhh…intentaré hacerlo, pero será a partir de mañana ya que hoy he sido un fracaso en mi cuidado.-Alzaba sus hombros ligeramente.

-Te ves horrible el día de hoy, pero aún te mantienes magnifico y les gustas bastante a las sexy girls e igualmente a los sexy boys, eso es de admirar y no creo que a todos les importe como te mires ocasionalmente, no te preocupes, solo cuida más de tu aspecto la siguiente vez e intenta dormir adecuadamente aún si es tu cumpleaños.

 

-Gracias por el  consejo.

-Por cierto felicidades por tus 26 años cumplidos.-

 

-No pensé que te acordarías la verdad, es todo un detalle de tu parte.- Sonrío avergonzado por el anterior comentario del mayor, quién se acercó más a  su persona y Sato instintivamente  retrocedía ya que le parecía que el rostro de Kikuchi se acercaba cada vez más y lo que más lo alteraba es que ya no hablaba tan constantemente como en un inicio. Aunque claro podría estar equivocado respecto a su propia perspectiva. El color rojo de la agrupación sintió como Kikuchi lo tomaba por los hombros con el propósito de inmovilizar su persona por una razón que desconocía. Al  notar como el rostro del mayor se acercaba al propio, intentó tanto como le fue posible girar su rostro, pues sabía que en la compañía en la que trabajaba se solía jugar un estilo de ‘broma por la festividad de un cumpleaños’ y era justamente lo que Kikuchi intentaba hacer, y por desgracia para el cumpleañero y su falta de rapidez y pronta reacción, acabó por besarlo en los labios cortamente pasando a una risa tonta por parte de su compañero y amigo agregando un ‘¡Feliz cumpleaños!´ en una voz que le hizo fruncir el ceño ante su molestia, debido a su falta de un sueño reparador su cabeza dolía ante la estruendosa felicitación de parte de Fuma y fue así que simplemente se dio la vuelta dejando al mayor solo, encontrando el modo que le resultaba más fácil y cómodo ir con Yo, pues sabía que últimamente la pasaba muy mal, realmente sentía que algo muy parecido a lo que Matsushima había pasado anteriormente.

 

No sabía precisamente lo que ocurría, pero estaba seguro que algo de apoyo no le vendría mal a Marius a quien tocó suavemente en el hombro con su mano llamándole suavemente por su nombre, cosa que hizo que Yo se estremeciera ante el llamado tan calmo que solo atinó a tensar su cuerpo al ponerse a la defensiva.

 

-Yo-susurro mientras seguía con su mano sobre su hombro. -¿Te encuentras bien? Sabes que puedes hablar conmigo si algo en especial te preocupa.

 

Un suspiro de alivio abandonó los labios de  Schmich  antes de voltear su cuerpo hacía el mayor quien lo miraba algo preocupado al haberse  percatado anteriormente del sobresalto tan brusco, más al mirarlo cara a cara se tranquilizó, mucho más cuando comenzó a hablarle con ese tono jovial que poseía.

 

-Qué alegría que solo eres tú Sato-kun, Fuma-kun dice que aquí moran fantasmas de los chicos que nunca debutaron. –Sintió la mirada penetrante del mencionado con anterioridad, era su mirada tan fija sobre él como si le estuviese reclamando algo y entonces diviso de lejos a Kikuchi e hizo un mohín disgustado antes de abrazar a Sato, aprovechando sus diferencias de altura para abrazar a Shori más cerca de sí mismo  e  impedirle que se alejara mucho de él antes de tomar con su mano la nuca ajena y ejercer presión para que se mantuviera quieto antes de rozar suavemente sus labios con los del cumpleaños haciendo una presión apenas notable pues Kikuchi le había dicho que esa sería una gran sorpresa de cumpleaños y Yo no quería quedar como un aguafiestas con sus compañeros mucho menos con la compañía.

 

-Mmnnhhh- se quejaba un sorprendido Shori que realmente no esperaba que el más pequeño del grupo lo sometiera a un “beso  de cumpleaños”. Cuándo por fin se separaron el menor no pudo hacer otra cosa que sonreír.

 

-Feliz cumpleaños Sato-kun-dijo animado.- Y gracias por tu apoyo en cuanto a lo laboral y sentimental, realmente lo aprecio pero son cosas que prefiero compartir con So-chan pues con él suelo pasar más tiempo que con Sato-kun, deseo que pases un feliz cumpleaños y puedas descansar bien está noche que por que veo ahora no se ha podido hacer bien la noche anterior.

 

-A pesar de ser tu cumpleaños, no puedes tener la atención de todos Shori. –Era Matsushima quien ahora entraba en la conversación sin ser invitado.- Marius y yo somos mejores amigos así que si tiene algún problema recurrirá a mí antes que a tus bondadosos brazos.- Decía en un marcado tono divertido al tiempo que sonreía.- Por cierto Kikuchi ya me comentó que fue el primero en darte el beso de cumpleaños Johnny, ¿cierto?- Reía en voz baja

 

-Claro que puedo tener la atención de todos por momentos, por eso soy la imagen del grupo y también tienes razón, Kikuchi ya hizo eso.- Dijo esto entre dientes al estar aún enfadado con él. Una pequeña risita de parte de Sou imaginando la escena, más al llegar esa pequeña risa a los oídos de Sato hizo que frunciera su ceño ligeramente.

 

- Yo no los vi cuando sucedió pero estoy seguro de que fue incómodo para ambos, es decir fue un beso con un integrante de la misma compañía y peor aún de la misma agrupación, aunque yo también lo besé-murmuró mientras alzaba sus hombros- aunque lo mío fue más un compromiso por ser su cumpleaños, únicamente por eso, me lo recomendó Kikuchi-san, dijo que seguro lo sorprendería mucho y sería algo que nunca se esperaría y al parecer fue así, ¿O no Sato-kun?

 

-Seguro que me sorprendió de tu parte Marius, no pensaba que eras esa clase de chico.

-Fue mi culpa- declaró Matsushima -no llegué  a tiempo para salvar tu inocencia Marius, lo lamento de verdad.

 

-¡Sou-chan! Yo ya no soy tan inocente, ya tengo 22 años no once como en un principio.- Reclamaba el menor del grupo con algo de vergüenza.

 

-Pero aun así me besaste, quizá sabiendo que esa es una artimaña solo para molestar a quienes cumplen años,  en este caso, yo.

 

-Eso es cierto en parte, pensé que podría molestarte,  pero también pensé que sería algo lindo, es decir solamente fue un roce de labios, no metí mi lengua en el tema en ningún momento.- Se defendía Yo ante lo que hizo con Sato.

 

-Eso es cierto, considéralo Shori, y perdona por esto.- Tomó a Shori por los hombros y dando un ligero empujón hacia sí mismo para poder rozar sus labios con los ajenos.- ¡Feliz cumpleaños! –Dijo una vez terminado el beso, dejando en el otro una expresión de desagrado, tanto por serle molesto como el hecho de ser besado por casi todos sus compañeros de agrupación, solamente faltaba Nakajima Kento, y al pensar en él pensó que este era el más respetuoso en cuando a su espacio personal por lo cual decidió dejar a los dos menores solos para ir con Fuma y preguntar sobre Kento.

 

¿Has visto a Nakajima? Kikuchi arqueo su ceja al no entender la cuestión- No, no lo he visto, al menos no últimamente, por lo menos en las últimas tres horas. Entró para ver algo relacionado con nuestra agenda para la siguiente semana, no me contó detalles, se la cree mucho desde que lo nombraron líder.- Un suspiro escapó de sus labios.

 

Sato al saber dónde se podría encontrar el mayor se puso en camino para entrar a la parte de los camerinos privados, imaginando que sería allí dónde se encontraría debido a que necesitaba espacio para pensar sobre algo tan importante como la agenda semanal y evitarse la algarabía de los más jóvenes. Llegando frente al camerino con el nombre de Nakajima, golpeando suavemente con sus nudillos antes de girar la perilla y el mismo darse permiso para entrar.

 

-Perdona por interrumpir tu toma de decisiones pero necesito hablar esto con alguien que no me juzgue, y eres el único que vino a mi mente.- Hablaba con un tono un tanto sumiso al tener en cuenta que Nakajima era  el mayor en la agrupación además del líder.

 

-Oh Shori, bienvenido, sabes que puedes venir siempre que quieras. ¿De qué quieres hablar?- Kento dejó de lado los papeles que estaba revisando para prestarle toda su atención al menor.

 

-Solamente no pienses mal de mí por favor- dio un largo suspiro para armarse de valor  y mostrándose un poco nervioso empieza a narrarle a grandes rasgos todo lo que había soñado poniéndose bastante tenso en la parte dónde admitía que en su sueño le gustaba lo que le estaban haciendo y reclamaba, por más al estar insatisfecho.

 

-Así que ese fue tu sueño…- rió un poco hasta notar la desaprobatoria mirada del más bajo- Quien diría que tuvieras la mente tan despierta como  para agregar tantos detalles.

 

-¡Basta Kento! –gritó con enfado entremezclado con vergüenza volviendo sus mejillas algo rojas ante su disgusto por las palabras del mayor.- Esto es algo serio, de saber que te ibas a portar de esta manera hubiese acudido con Kikuchi, al menos si él se burlaba no sería alguna novedad, pero viniendo de ti. Mejor me voy.-Determinado iba hacía la puerta para salir de ahí pero le fue impedido por los brazos del mayor quien le estaba abrazando por detrás.

 

-Vamos Shori, sabes que estoy bromeando, cuéntalo como parte de tu cumpleaños-besó ligeramente su mejilla sin soltarlo aún por miedo a que cumpliera su amenaza y así saliera de su camerino en busca de Kikuchi o alguno de los otros dos.- Sé probables causas para tu tipo de sueño- se apuró a decir- si me permites decírtelo, incluso toma asiento.- Con su mano le indica un sofá pequeño que tenía aparte de su silla en dónde le encontró apenas entró a la habitación.

 

-Bien, te voy a escuchar y espero que no sean más “regalos de cumpleaños” tuyos o me iré sin pensarlo siquiera.- Sentenció Sato antes de ir a sentarse al sofá que le era ofrecido por el mayor quedando de frente a la silla en la que se sentaría Nakajima.- Te escucho.

 

-Según he investigado, y lo hice hace algún tiempo porque justamente soñé con ello pero no con tantos detalles como te paso a ti, ni con personas de mi mismo genero, pero estamos hablando de ti y no de mí –tomó aire para hablar más tranquilamente.- Puede ser que sea por que sientas que no tienes control en tu vida o que estás perdiendo control sobre ella, pero por otra parte en tu sueño apareció mucho el tema relacionado con tu padre, que si bien ya falleció puede que no estés honrrando bien su memoria.

 

-Con eso no se juega Nakajima, yo a diario le daba los buenos días a mi señor padre además de las buenas noches sin contar que cada año le celebro su cumpleaños luctuoso, así que honre su memoria lo mejor que pude.

 

-Puede que no sea eso y solo te preocupen los negocios de tu padre… aunque eyaculaste en esa pesadilla así que puede que extrañes el sentir placer dado por otra persona, pero como estamos dentro de la compañía no tenemos tanto tiempo como nos gustaría ¿Qué tal un beso con lengua y otro día hacemos parte de tu pesadilla realidad?

 

-No me pondré un sostén si es lo que buscas.

 

-Pero sería interesante y muy seductor, con el lindo color que tienen tus pezones antes de estimularlos por un buen rato, sería un juego de ante sala para mí.

 

-No seas tonto Kento, es mi cumpleaños no el tuyo para cumplir tus raras fantasías, además yo aún sigo algo atemorizado y aturdido después de la pesadilla así que hoy no lo haremos por mucho que ruegues.- Cortó el hilo del tema de tajo, mientras el mayor señalaba el espacio vacío que aún quedaba en el sofá invitando al otro a que se sentara a su lado.

 

Aún sin estar del todo convencido pero sabiendo bien que su pareja necesitaba algunos mimos debido a la terrible noche que había pasado, se sentó a su lado y para su sorpresa fue el menor quien comenzó  a darle a él mimos al llenar su cara con cortos besos, lo cual le convenció para rodearle con sus brazos y acercarlo más a sí mismo, mientras Sato comenzaba a besar directamente los labios del mayor quien los recibía gustoso, al notar la intensidad que marcaba el menor en ellos quién intentaba borrar los besos que le fueron robados por los otros tres. No fue otro que Shori quien tomó el control de aquella unión entre sus labios al ser el primero en pedir permiso para acceder al interior de la boca al pasar su lengua sobre los labios ajenos antes de suavemente tomarle por el cabello de la parte de atrás de su cabeza y fue ahí cuando el mayor le dio acceso a su boca entreabierta a la cual ingreso suavemente, el más bajo comenzando a entremezclar tanto sus salivas como sus lenguas entretanto Sato despojaba lo más discretamente que podía de sus ropas, ya que ciertamente cambió la imagen de en su sueño que tuvo de su padre por la de su novio y recordar las sensaciones que entonces tuvo entonces con el calor humano que ahora sentía de Nakajima tan cerca de él lo excitaba y por lo tanto sentía la necesidad de satisfacer sus necesidades carnales, hasta que notó como Kento detenía lentamente el beso y se alejó lo suficiente para poder arreglar sus ropas a pesar del puchero que tenía Shori al estar del todo inconforme con los actos del mayor.

 

-Que aburrido eres Kento.- Comentó un caprichoso centro del grupo quien se cruzó de brazos al ver su propia ropa en  perfecto estado, como si nunca se hubiese molestado en quitar algo de sus ropas.

 

-Sabes que aquí no Shori, podríamos importunar a las personas.

 

-No hay nadie aquí salvo nosotros.

 

-Sé que no hay nadie, pero puede entrar alguien, eso y que claramente me abstendría de tener sexo contigo por el momento primero que nada por ese sueño tan detallado que has tenido de varios hombres abusando de ti, además es mal plan hacerlo en el lugar de trabajo porque después nos acostumbraremos y lo tomaremos como algo casual, desviando nuestra atención del trabajo y del lugar en donde estamos, así que no, es mejor dejarlo para después.

 

-Bien, no haremos nada mientras trabajamos.- Suelta a regañadientes ya que realmente estar tan cerca de su pareja y juntar esto con pensar lo bien que se hubiese sentido si él hubiese estado en medio de su sueño que lo tenía ciertamente algo excitado, pero debía mantener su palabra y no hacer nada con el líder de la agrupación a la que ambos pertenecían.

 

-Por cierto y antes de que te enojes más –acariciaba su mejilla antes de besarlo en los labios con suavidad y lleno del sentimiento  que profesaba por el menor que no era más ni menos que puro amor.- Shori, si quieres puedes dormir aquí un momento, viendo que realmente has pasado una noche fatal ya que traes ojeras altamente notorias y se te nota un semblante bastante somnoliento así que siéntete libre de dormir después de todo es tu cumpleaños.- Terminando de decirle todo eso besó su mejilla para después levantarse del sofá y así dejárselo enteramente a su pareja.- Duerme ahí si quieres, yo me quedaré para seguir  y terminar el trabajo de revisar nuestra agenda de trabajo y así puedes dormir tranquilo, me encargaré de que nadie te despierte si no hace falta descuida.

 

-Gracias Kento, espero no ser una molestia- murmura antes de poder acostarse tranquilamente en el sofá.

 

-Dulces sueños mi Shori- susurró el mayor antes de seguir con su trabajo de revisar la agenda y hacer algunas anotaciones en la parte inferior de la hoja donde estaba su horario junto con algunos detalles que le daban de los encuentros fututos, pero no pudo evitar distraerse al saber que Sato estaba a sus espaldas ahora tranquilamente dormido.

 

Nakajima no pudo quedarse en paz en su trabajo hasta moverse para quedar de frente al menor y así poder vigilarlo de cuando en cuando mientras continuaba revisando las pequeñas notas que le habían facilitado de diferentes planes que tendrían a lo largo de la semana.

 

-Kento.- Llamaban a la puerta de su camerino quizá alguno de sus compañeros el cual abrió la puerta tras unos segundos, revelando así que se trataba de Kikuchi.- ¿Cuál es nuestro primer plan para el día de hoy?

 

-Que impaciente eres, ¿No podías esperar por mí?- preguntaba ciertamente algo molesto pero intentando disimularlo, ya que la intromisión del otro había causado el despertar de Sato.

 

-Así que vienes a molestar al líder para tener en dónde dormir- acusaba el recién ingresado a la habitación.- Claro, como convenientemente salen juntos te aprovechas ya que no has dormido bien para venir a poner cara de cachorrito  para que te deje hacer a tu gusto.- Se quejaba pues le parecía injusto que el menor parecía ser el consentido.

 

-Ya deja eso, mira que acabando de despertar no soy la mejor persona del mundo, mucho menos si me terminan de despertar en lugar de esperar a que yo mismo lo haga por mí mismo.- Decía molesto con  el otro ya que realmente estaba durmiendo a su gusto para quitar las ojeras que por desgracia aún tenía al ser despertado abruptamente.

 

-Tiene razón  se pone de forma algo recelosa  y algo caprichoso y siendo el centro de atención del grupo será un día algo problemático para todos el día de hoy, bien hecho Fuma- regaño al otro antes de juntarlos a los dos para poder ir a comenzar su horario de trabajo  donde los maquillarían para evitar su brillo frente a cámaras.

 

Si bien su cumpleaños había empezado de una manera nada grata, a esas alturas ya se encontraba más sereno respecto a su  sueño como al resto de su día incluyendo lo que pasó en cuanto a los besos robados, que tuvo que pasar, que le interrumpieran su sueño, e incluso que su pareja lo dejara con las ganas a flor de piel de continuar con lo que en su mente se estaba recreando en su mente  que confinaba sus deseos más bajos en cuanto al sexo y su deseo ardiente por su pareja, quien  al negarle complacerle únicamente le hacía desear más el tener un acercamiento intimo con él así como  deseaba desaparecer a Kikuchi del lugar para que los dejara solos e intentar convencer a su amante de seguir con el coqueteo y así poder seducirlo a tal punto, que accediera antes de empezar el día de trabajo.

 

De cualquier forma lo tendría que dejar para otro día ya que dudaba que el trabajo para ese día fuera tan sencillo como para que fuera a terminar pronto, fuera lo que fuera, así que dejaría las cosas así, después de todo ya estaba en paz en cuánto al sueño que tuvo más temprano, después de todo solamente fue eso un sueño, a pesar de que se tornó muy violento.

 

-Disculpen, les solicito que pasen al área de maquillaje previo al rodaje, ahí encontraran a sus otros compañeros, les pido que se apresuren ya que con la televisora que les han solicitado para una sección de su programación quieren conocerles antes y hacer arreglos conforme a su aspecto, altura, tono de voz y facilidad de palabra así que se les solicita que estén ahí en cuanto antes.- Pedía un hombre que al parecer era uno de sus tantos manager a los chicos que a toda prisa se dirigían al cuarto destinado para el maquillaje.

 

-No es justo que aún en los días de cumpleaños de uno de nosotros nos vayan a estar juzgando por nuestra apariencia para salir al aire- se quejaba Kikuchi en voz baja pues temía ser regañado por el personal o alguno de sus compañeros de empresa.

 

Una pequeña risita se escuchaba de parte del líder de la agrupación, Kento Nakajima.- Pero es necesario, necesitan  organizar bien lo que producirán y deben tener todo bien organizado para que resulte lo mejor posible, no te vuelvas a quejar de esa manera en el trabajo, por lo menos ha sido  en voz baja, pero limítate a no hacer ese tipo de comentarios, es una suerte que incluso en días festivos tengamos trabajo ya que la situación es muy difícil para cualquiera en estos días así que se agradecido, respecto a que nos juzguen es completamente normal entre las personas además que debes tener en cuenta de que somos ídolos y por lo tanto figuras públicas, si tienes problemas con esto fácilmente puedes salir de la empresa.- Reprendía pues ese era parte de su papel y responsabilidades como líder.

 

El cumpleañero por su parte solo escuchaba la casi discusión que ambos tenían más al llegar al cuarto que tenían como destino un silencio sepulcral se hizo presente por parte de los tres recién llegados por lo que no hubo contestación al saludo jovial que les dedicaba Schmich.

 

-Chicos, hasta que llegan, los estábamos esperando, sobre todo a nuestro cumpleañero, les recomiendo que tomen asiento en lo que regresan las maquillistas ya que al no estar los cinco aquí decidieron ir a tomar un poco de aire en lo que ustedes tres aparecían.

-Comprendo porque Sato-san se pudo haber tardado y comprendo porque Nakajima-san haya tardado también puesto a que son novios, seguro estaban haciendo cosas inadecuadas como para compartir con los demás, pero lo que se me hace tremendamente raro es: Qué hacías tardando al igual que ellos, y nosotros dos los estuvimos buscando por los alrededores y casualmente no te encontrábamos ¿acaso estabas también en el camerino de Nakajima sabiendo que estaba acompañado e intentabas hacer un trío con  ellos dos? –preguntaba con algo de desagrado en su expresión e iba a seguir con sus acusaciones hasta que el alemán le interrumpió al tomar la palabra.

 

Shori ni siquiera se dignó a sentarse pues pronto se acercó a la puerta de salida casi desfalleciendo al cruzar debajo del umbral de la puerta, de no ser porque Nakajima tuvo agilidad de mente y piernas para socorrer al menor tomándole por las caderas y así evitar su caída formando en el resto de los integrantes  aplaudían al líder de su agrupación ya que lo que había hecho por la imagen del grupo había sido asombroso ya que los otros cuatro restantes no pudieron reaccionar de esa forma.

 

-Shori, ¿te encuentras bien? Tienes muy mal aspecto, deberías ir a la enfermería antes de salir al aire o mínimo ir a mojar tu cara a ver si te despiertas un poco más para el programa, es eso o ir a dormir ya que Kikuchi no te dejó descansar.- Cuestionaba su pareja, Nakajima quien fue halado por el menor consigo para llevarlo con él al baño, ya que se sentía realmente mal y al llegar al baño se metió junto al mayor, quedando ciertamente un tanto apretujados pero bastante cómodo para el menor, quien de inmediato se arrodilló para así poder bajar el pantalón ajeno y así poder comenzar a tocar  su entrepierna hasta notar como su miembro se erguía del todo, momento en el que bajó su ropa interior para ver en todo su esplendor aquél pene que tanto ansiaba desde hacía unos largos y tortuosos minutos, y después de contemplarlo fue interrumpido por el otro.- Qué haces, nos esperan fuera, si querías hacer este tipo de cosas hubiéramos ido a mi camerino…-

 

-Tonto ahí nos buscarían primero, además posiblemente nos hubiera sido imposible llegar hasta allá, ya sabes que hay varias personas resguardando nuestra seguridad, junto con los de maquillaje, peinado y vestuario además de los montones de managers que tenemos para el canto, baile y actuación. Sinceramente nunca hubiéramos podido llegar, pero no te molestes tanto conmigo, yo solamente  quiero saborearte y que con ello disfrutes un poco, después de eso volvemos al trabajo para que nos maquillen y luego entramos a dónde se  supone que haremos el trabajo, no te preocupes.- Mientras el menor adentraba el pene del mayor, emitía pequeños aunque  sonoros gemidos.

 

Cuando los gemidos comenzaban a llegar a los oídos de Nakajima su excitación subió de inmediato, intentando entrar en razón y así bajar el volumen de sus propios gemidos intentó aferrarse a algo, acabado por tomar los cabellos de Sato con cuidado para no hacerle daño. Cuando se calmó lo suficiente para no gemir en modo exagerado, intentó calmar igualmente a su pareja, pues aunque le encartaba escuchar  su voz que hacía vibrar su boca en su totalidad realmente no deseaba que los descubrieran aún menos que escucharan esa hermosa voz del menor, en pleno  goce, sin siquiera terminar lo que hacía con él, acabando por acariciar sus cabellos mientras le hablaba con voz calmada.-Baja la voz Shori, no queremos que nos descubran ni creo que quieras que me vean así de excitado.

 

Al decirle eso el menor bajó su tono de voz, comenzando a jugar con su lengua sobre el glande del mayor, quien simplemente  disfrutaba del todo lo que el menor hacía, hasta el punto en el que  Nakajima hizo su cabeza hacía tras para así sentir con mayor fidelidad los movimientos que Sato efectuaba llevándolo a correrse en el momento en el que volvió su cabeza a su posición normal y con su mirada buscó la mirada del menor, y al encontrarse fue que el mayor tuvo que culminar dentro de la cavidad ajena, cosa de Sato recibió gustoso pues estaba ansioso por recordar aquél sabor tan característico a la vez que penetrante, simplemente lo amaba.

 

Tiempo después de que ambos se arreglaran un poco volvieron al lugar dónde los arreglarían  antes de salir  a escena en televisión, ambos se alistaron al igual que los otros integrantes der la agrupación, y quienes estaban a cargo de su presentación regresaron poco después de que los otros dos recién ingresados volvieron para así ser alistados al igual que Kikuchi para salir a hacer su trabajo mientras Matsushima y Schmich  cuchicheaban entre ellos sobre lo que creían que había ocasionado la llegada tarde de parte de los tres mayores.

 

-Pienso que en verdad Kikuchi intentó inmiscuirse entre el amorío que tienen Nakajima y Sato, fue entonces cuando Kento  decidió defender su territorio y así luchar por el amor de Shori, quien también estaba dispuesto a seguir fiel con su pareja, pero Fuma, como ya sabemos es un necio y seguro anduvo tratando de mil formas de convencerlos. Harto ya de la intromisión de Kikuchi estoy seguro que fue cuando  Shori salió del camerino de Kento ya enfadado y recordó que aún debía cumplir obligaciones en su trabajo pese a ser su cumpleaños.- Fue So quien le explicaba detalladamente como ocurrieron los hechos según él suponía.

 

-Eso y que no lo dejó dormir, aún no se le quitan las ojeras- complementó Schmich mientras la maquillista intentaba ocultar lo señalado por el alemán, y a pesar de que le costaba encontrar un tono de corrector que funcionara bien tanto para ocultar las zonas oscuras bajo sus ojos y que además  quedara aún acorde de manera natural con el resto de maquillaje. Todo eso también le causaba algo de dificultad al personal de vestuario pues  necesitaban coordinar los colores, además de que bebían escoger un tipo de cuello para que no arruinara el peinado que ya estaban terminando, cuando el líder de la agrupación ya estaba del todo listo al igual que Kikuchi, el único que  quedaba para acabar era Shori.

 

Fue cuando ya todos estuvieron listos para salir a escena en la pantalla que Sato se armó de valor para poder comunicar su sentir con el líder de la agrupación en uno de esos cortes publicitarios en voz baja se acercó al mayor para comenzar a susurrarle suavemente:” que sexy te ves Kenty, buen trabajo de parte de la chica de vestuario, no sé si te deje salir de esta manera  para una emisión televisiva, sería mejor que te llevara lejos solo para mí” añadía con cierto toque coqueto en sus palabras, a tal punto que fue silenciado por su pareja.

 

-Calla vamos a salir pronto, además de seguir así querré tener acción contigo y prometiste que no lo harías en el trabajo. Así que compostura, mejor vamos a filmar de una vez para que puedas dormir adecuadamente y no solamente se cubran tus ojeras con maquillaje, sabes que me desagrada que cargues tanto sobre tu rostro no deja apreciar el hermoso rostro que realmente posees- hablaba en voz baja para que ninguno escuchara, aunque estaba seguro de que sus compañeros eran demasiado curiosos para dejar pasar a dos compañeros hablaran entre ellos y no enterarse del asunto.

 

En cuanto pasaron a sus respectivos puestos y se preparaban para salir al aire, y para suerte de la imagen central del grupo, el acomodo le favoreció al quedar a lado de su pareja y no pudo evitar comenzar a sonreír de forma discreta, antes de comenzar a susurrar suavemente al oído de Kento:-prepárate para dar un buen regalo por mi cumpleaños y como compensación por haber hecho que me quedara con las ganas de hacer cosas sucias contigo dentro del edificio de la compañía – al sacar a flote la lujuria que le provocaba el mayor con solo estar cerca de él, usando un tono más sensual en palabras clave para así tratar provocar a su pareja como venganza a lo que supuestamente de lo que supuestamente le había hecho pasar a él.

 

 Si bien el menor era la imagen de la agrupación, estuvo a punto de discrepar en lo que le había pedido el líder con anterioridad, pero únicamente se encogió en hombros de forma ligera antes de seguir con una actitud tranquila, ya que no quería hacer alguna escena vergonzosa de la cual se arrepintiera después. Era mejor trabajar normalmente y después esperar a que Nakajima lo recompensara con algo que pagase su buen comportamiento y así se calmase la ira que se resistía por sí mismo, ya que estaba seguro que vería frutos de su esfuerzo al contener su ira, por lo cual se comportaba como si nada hubiese ocurrido

 

-Mañana Shori, mañana. Ahora por favor compórtate y haz tu trabajo tan bien como siempre.-

 

Nakajima miraba expectante a Sato, pues sabía que al color rojo del grupo le excitaba demasiado el simple hecho de quedarse con las ganas que él  mismo le aseguraba le traía  contrariedades inmensas y estaba seguro que no se controlaría bien, e incluso se portaría inadecuadamente a propósito para castigarle, o mínimo estaría inquieto durante la grabación, pero para su sorpresa el menor se estaba portando mucho mejor de lo esperado y aún mejor que antes de entrar al estudio, ya que fuera de este era un torbellino lleno de ganas de sexo y ahora era otro totalmente diferente al Shori que estaba seguro que conocía. En ese punto incluso le pasaba por la mente la idea de que le podría estar siendo infiel con el director de escena, pero estaba seguro de la fidelidad de él y con  lo mucho que confiaba en él, por lo que decidió de manera firme hacer de lado sus  paranoias y seguir normalmente con su trabajo.

 

FIN.


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Tres años de espera, pero aquí está, lo siento, felicidades Shori. Espero no haber cometido demasiados errores