-Vamos
Marius, tienes que ponerte esto o no te dejarán entrar.- Insistió Matsushima.
-¿Pero por qué tú no vas disfrazado? - Preguntó desconfiado el más alto, aunque
joven.
-Claro que iré disfrazado, pero quiero que antes tú te disfraces, Mari.-
Contestó intentando calmarlo, lo que pareció funcionar pues el menor comenzaba
a ponerse la ropa que el otro le había dado, siendo esto una túnica de color
blanco con mangas largas, que en los puños de esta tenía pequeños detalles en
color plata, mientras bajaba por su cuerpo hasta llegar a la mitad de sus
muslos, notándose su pantalón que era de un color rosa muy claro.- Está mal
Marius, dije que te quitaras la ropa de abajo, o el disfraz no se verá como uno
y solo te verás ridículo.- Afirmó Matsushima quien veía de arriba a abajo al
menor.
- Pero Sou-chan... me dará frío si dejo tanta piel expuesta...- Dijo apenado
al tiempo que se quitaba con vergüenza la ropa que tenía debajo del
disfraz que le había dado Sou, aunque aún no estaba seguro de lo que era.- ¿Así
está bien? -Preguntó el más alto al ya verse listo puesto que, no tenía nada
excepto su ropa interior debajo de la túnica.
-Sí, justo así debe de ser. Usa esto debajo - Matsushima le ofrecía al
otro un pantalón corto de color blanco para que lo usara por encima de su ropa
interior.-
-Pero...-
-Anda, mientras terminas iré a llamar a tu hermana para decirle que estarás
conmigo y que no se preocupe, cuando termines te acabaré de poner todo el
disfraz así que toma tu tiempo.- Apresuró a decir el mayor mientras salía de la
habitación propia para poder ir a llamar por teléfono.
El europeo sostenía aún la prenda entre sus manos y suspiró al pensar que haría
demasiado bulto con su ropa interior la cual aquél día se había puesto de
algodón, un algodón demasiado grueso, por lo que sería incómodo tener algo más
ajustado encima, por lo que terminó por quitarse la ropa interior para
solamente usar aquella prenda que le había dado el otro, que era ajustada pero
cómoda, lo único que le incomodaba es que era muy revelador por la falta de
tela, por lo que se notaba casi con detalle todos sus genitales.- ¿Qué más da?
Nadie verá debajo de mis ropas.- Se dijo a sí mismo antes de salir
del lugar del todo listo dejando su ropa interior junto con el resto de su ropa
doblada sobre la cama de Sou, pues en esa habitación había estado cambiándose.
Al haber salido el alemán de la habitación de la persona que le había dado el
supuesto disfraz, aunque él mismo no veía la ropa que llevaba encima como algo
propio de un disfraz, hasta que visualizó al otro quién le sonrió al ver que
finalmente había salido de la habitación del todo vestido.
-Me alegra ver que te ha quedado bien, aunque un poco corto, pero lucirás
estupendo.- Aseguraba mientras traía con él una bolsa en dónde tenía el resto
de complementos para completar aquél disfraz.
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-Creo que ellos tardarán demasiado, seguro Marius es lo que los retrasa, se
suele distraer mucho de forma sencilla, pareciera que acaba de llegar como un
turista.- Alegaba intentando encontrar una razón para la tardanza de los
menores.
-Tranquilo, Fuma, ya llegarán.- Le intentaba tranquilizar el mayor presente,
Kento.
-Sí, tiene razón, Fuma, ahí vienen los dos - señalaba a lo lejos como se
acercaban Sou y Marius, estando este último un tanto sonrojado, puesto que era
muy vistoso el traje de ángel que tenía puesto debido a las enormes alas
blancas sobre su espalda.
-Vamos Mari, date prisa, que ya sabes que a esos sujetos no les gusta
esperarnos mucho, además, tú tienes las piernas más largas por lo que debes
poder ir más rápido ¿no?
-Sou-chan, deja de apresurarme, sé que los demás son impacientes con nosotros
pero...con estas ropas me siento casi desnudo.- Confesó con vergüenza mientras
estiraba con sus manos la túnica que portaba para así intentar cubrir un poco
más su piernas.La transparencia, a falta de tela de su ropa, sin mencionar que
empezaba a tener frío, al no estar acostumbrado a traer tan poca ropa en otoño
en ese país hacía más corriente, sobre todo por el lugar en el que los habían
citado los mayores, simplemente intentaba cubrir un poco más de su propia piel,
si bien estaba acostumbrado al frío por su natal Alemania, eso no le quitaba la
pena que sentía por portar esa ropa tan vistosa, que tanto se pegaba a su piel,
el saber él mismo que no llevaba puesta su ropa interior, lo que le avergonzaba
aún más, dejando su rostro del todo sonrojado, causando que el viento frío
sobre su rostro fuera aún más frío, causando que su cuerpo temblara suavemente
a consecuencia del cambio de temperatura.
-Vamos Mari, no creo que seas tan vergonzoso, además te ves muy bien, seguro a
los demás les encantará la forma en la que viniste vestido, te lo puedo
asegurar.- Sonrió animosamente antes de darle un suave golpe en la parte baja
de la espalda ajena, para así darle algo de ánimos al menor, al igual que
ayudarle a apresurar sus pasos para llegar donde sus otros tres amigos
aguardaban por ellos.
- ¡Apúrate Marius, vienes como anciano!- Le gritó al mencionado antes de
cruzarse de brazos fingiendo enfado.
-No le grites así, seguro ahora incluso alentarás mi llegada.- Un suspiro salió
de la boca del mayor de los presentes, quien solamente negaba con su cabeza al
ver que efectivamente ocurría lo predicho.
-Mejor concentra ese mal humor en observar bien los detalles del vestuario que
trae puesto.- Propuso Sato mientras sonreía mirando justo lo que había dicho al
tiempo que alzaba una de sus manos para saludar desde lejos al Alemán y su
acompañante.
-Tienes razón... Matsushima escogió muy bien el vestuario para nuestro ángel
europeo, ¿O me equivoco, Kento?- Cuestionaba con algo de burla entremezclado
con malicia en su voz.
-No, tienes razón, ha escogido un vestuario excelente para él, - sin poder
darse cuenta siquiera de que lo hizo, relamió sus labios mientras observaba
detenidamente a quien esperaba junto con los otros dos.- Se ve muy bien como
para que tarde tanto- masculló para sí mismo.
Al estar lo suficientemente cerca de las personas que esperaban a los menores,
Sou se separó un poco del más alto para así ir detrás del alemán e ir empujando
con ambas manos al otro, con la idea de que no hubiera manera de que se echase
para atrás, pues realmente aún veía inseguro al menor.
-Vamos Mari, ya estamos aquí, nos han visto llegar, estoy seguro.
-Pero Sou-chan, no es justo.- Dijo haciendo un puchero mientras miraba a los
compañeros que los esperaban, para después luego mirar de reojo al antes
mencionado con bastante recelo en su mirada, pues podía notar inmediatamente
que se habían puesto de acuerdo para hacerlo a él mismo más notorio, ya que los
otros cuatro iban vestidos como demonios según podía entender, además de que él
era el único en desacorde con los demás, era el más vistoso, tanto por el
color, el claro de su piel y lo corto, además de lo casi atrevido que llegaban
a lucir sus ropas.
-No veo la razón por la cual reprochas tanto, después de todo, tú eres un
ángel puro entre todos nosotros. - Dijo tratando de consolar y calmar al
europeo, usando un tono suave en su voz.
-Es bastante sospechoso en realidad, pero te voy a creer esta vez, después de
todo eres mi mejor amigo y por lo tanto, estoy seguro que no me mentirías en
algo así.
-Claro que no, Marius, yo jamás haría algo para dañarte o algo así, tranquilo.
- Ambos llegaros frente a las personas que les esperaban.- Henos aquí, Fuma, te
dije que conseguiría el disfraz perfecto para él.- Vociferaba para dar por
hecho que realmente había vencido al mayor en su propio juego, tanto a él, como
a los otros dos restantes.
-Realmente te ves bien, Marius.- Declaró Nakajima quién miraba discretamente
todo el cuerpo del menor con mucho detalle.
-Gracias Kento.- Contestó mientras se ruborizaba y su vista era mantenida baja
antes de dar suaves palmadas a sus mejillas intentando así desaparecer la
acumulación de sangre en sus mejillas.
-Tienes razón, Matsushima, me he equivocado, sabes elegir algunas veces ciertas
cosas.- Murmuró Kikuchi en un tono casi vencido al perder ante lo que habían
estado peleando desde hacía algunas semanas, dejando como una decisión
definitiva lo que se vería aquel día.
-Te debes sentir MUY mal, mi querido Fuma- se burlaba Sou con una sonrisa en su
rostro.
-Ya muchachos, tranquilícense, sé que todos estamos muy impactados para
bien con el trabajo que ha hecho Matsushima con el disfraz de Marius, pero no
quiero que algo así arruine nuestra noche, así que tranquilidad ¿quieren? -Fue
Shori quien intentaba mantener algo de orden, imponiendo la serenidad ante los
demás, tienes simplemente asintieron con sus cabezas.
-¿A dónde vamos a ir a partir de aquí? - Preguntaba el alemán quien aún
intentaba cubrir algo de la parte su cuerpo, mientras intentaba apurar a los
demás para ir a un lugar que ni siquiera sabía su ubicación, solamente quería
alejar la atención que los mayores parecían centrar en su cuerpo.
-Oh, no te lo dijimos. Tienes razón, debemos darnos prisa.- Dijo Nakajima, como
si estuviese apurado por algo.
-Pero ¿a dónde iremos? - Insistía el alemán, ya que la curiosidad lo carcomía.
-Vamos a un karaoke, Mari, realmente estoy emocionado por ir a un lugar
así, nunca he ido con tanta gente y ni siquiera solamente yo ¿tú has ido antes?
- Le era imposible guardar dentro de sí toda esa emoción que sentía por tan
solo ir a ese lugar.
-Comprendo, no tampoco he ido a uno, al menos no con personas fuera de mi
propia familia, seguro será divertido ir todos juntos, así podré cantar las
canciones de mis películas favoritas.- Emocionado seguía a Kento quién los
guiaba a todos al lugar.
-¿Qué tipo de canciones quieres cantar?-preguntaba Shori al alemán mientras lo
seguía para ir tras mayor del grupo.
-Las de mis películas infantiles favoritas. Sé que ya no estoy en edad para que
me gusten tanto ese tipo de cosas, pero la verdad es que además de que me
encantan aún, es que recordar estas y el momento en que las vi en su momento me
traen recuerdos preciosos.-Contaba tranquilamente con una sonrisa en su rostro,
una que hacía juego con los enternecidos de Matsushima y Sato.
-Es aquí.- Anuncio el mayor de los cinco mientras les abría la puerta del
establecimiento de karaoke al que les había dicho antes que los llevaría.
-Entonces entremos todos.- Decía animado Kikuchi mientras alentaba a los
menores a pasar dentro del edificio en dónde celebrarían la aquella festividad,
Halloween, comúnmente llamada por Marius como noche de brujas por el simple
hecho de que lo hacía ver, casi, más inocente de lo que realmente era.
Al estar ya todos dentro del establecimiento, fue el europeo quién más animado
recorría el lugar entero al ser quién más emoción tenía, mientras el resto
seguían con sus miradas el contorno del trasero de su joven amigo.
-¿Quieres ser quien comience con una canción, Marius?- Cuestionaba Sato al
menor, quién solamente asintió con bastante entusiasmo antes de poder acercarse
a tomar el micrófono que estaba más a la mano, más titubeó ligeramente antes de
mirar a sus compañeros.
-¿Está bien que lo haga y que esté tan solo aquí? - Les miraba mientras se
encontraba observando con severidad, exigiendo respuestas, pues sus
amigos estaban acostumbrados a jugarle bromas, desde las más inocentes hasta
las más pesadas y vergonzosas. Dudaba realmente de todo aquello y mantenía
muchas sospechas.
-Por favor, Mari, no seas tan desconfiado de tus amigos.- Era Fuma quién
hablaba mientras estaba de brazos cruzados y con su ceño ligeramente fruncido.-
Deberías confiar un poco más en nosotros, después de todo somos quienes
acompañarán a nuestro lindo ángel por dulces.
-Verdad, no tenemos nada malo planeado, te lo aseguro, o es que acaso... ¿ No
confías en mí? - Matsushima intentaba apaciguar al más alto, quién le sonrió de
forma cálida al tiempo que asentía suavemente al estar convencido de las
palabras que escuchaba.
-Confío en ti, en mis amigos, así que con su permiso...- Tomó en micrófono que
tenía entre sus manos con más confianza para así poder elegir una canción que
supiera y se le diera bien.
-Es grato tener al menos por hoy el karaoke reservado únicamente para nosotros,
así que puedes cantar lo que gustes Marius.- Recalcó Shori al ser quien puso el
dinero para reservar todo el lugar por aquél día.
Marius asentía emocionado antes de comenzar a cantar mientras el resto lo
miraba al tiempo que le coreaban, sin embargo Fuma fue quién rompió la armonía
de aquella ocasión en la que todo el grupo de amigos se había reunido para
pasar un buen rato, sacando del menor de ellos un sobresalto que le había hecho
emitir un jadeo al haber sido su trasero nalgueado de forma tan abrupta por
Kikuchi, quien reía ante lo gracioso que le parecía la situación, aún más el
haber podido sentir tan a detalle la forma de sus glúteos, además de un poco de
su textura por ser tan fina la tela que intentaba ocultar su piel, cosa que no
conseguía con mucha efectividad, dado que esta era tanto de delgada que
permitía notar con todo detalle la figura del menor, quién a pesar de aún
intentar esconder su cuerpo a toda costa, Fuma se las había arreglado para ver
su cuerpo a todo detalle, además que le regocijaba el hecho de haber causado
que el rostro del menos se encendiera, al nota que su voz jadeante se había
escuchado con claridad al haber dado justo en el micrófono que aún sostenía
mientras de fondo, se escuchaba la tenue instrumental de la canción que aún
sonaba sin que ya nadie se ocupara de ponerle voz, salvo los ocasionales coros
que se podían apreciar apenas audibles.
-¡FUMA! - chillaba Marius aún sonrojado por la vergüenza que sentía por lo
anteriormente acontecido, usando una de sus manos para así intentar disimular
así como ocultar lo más posible la piel de su trasero al igual que lo que se
podía notar de sus genitales.
-¿Qué? Tú tienes la culpa Marius, después de todo, nadie te manda a contonear
tanto tus caderas para darnos a notar, lo bien que se ve tu trasero en ese
disfraz que llevas, sí creo que Matsushima ha hecho un buen trabajo en elegir
tu disfraz, pero no está bien que tú nos tientes de esa manera apenas y
comenzar la noche.- En su rostro se veía un ligero gesto de enfado mientras
estaba con sus brazos cruzados sobre su pecho.
-Pues lo siento, pero se supone que estoy entre mis amigos y
por lo tanto puedo comportarme con más naturalidad, sin contar que la canción
me encanta y por lo tanto me incita a moverme de cierta manera.- Contestó
defendiendo su punto de vista poniendo un semblante malhumorado en su rostro,
dejando seguir la canción hasta que esta terminó.
De un momento a otro, entre jugueteos, bromas y varios comentarios subidos de
tono, terminaron por excitar al menor, aunque sus amigos se defendían tanto a
ellos como a su hombría, y con ello su heterosexualidad, con que todo había
sido un accidente por estar tonteando demasiado.
-Parece que necesitas algo de atención aquí debajo,- murmuraba Kikuchi mientras
con una mano rozaba suavemente el bulto que sobresalía de su ropa, la
cual perecía quedarle más justa y pasaba su lengua por el lóbulo de la oreja
del europeo.
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Shori y
Sou veían como Yo era el centro de atención pues Kikuchi se encontraba
penetrándolo mientras Kento se encontraba masturbando su pene causando que los
gemidos entremezclados con el leve gimoteo del menor fuera más frecuente y por
lo tanto más sonoro entre los oyentes que se encontraban al alrededor de un
Marius ya completamente desnudo que se dejaba penetrar sin poner ningún pero.
-No es
justo, Marius es el único que está disfrutando.-Reclamaba un encaprichado
Matsushima mientras miraba a un gozoso, al menos a su vista, Schmich.
Sato se
paró a un lado del menor de los presentes para tomar una de sus manos mientras
él mismo se ocupaba de quitarse la ropa para así dejar expuesta su creciente
erección la cual era envuelta por la mano del menor, ya que Shori lo había
inducido a tomarla.
-Vamos
Marius, sé que puedes masturbarme mientras te están dando placer allá abajo.-
Sin más el menor comenzó a usar su mano para estimular al otro subiendo y
bajando su mano por el falo del mayor mientras sentía como se corría por
tercera vez, a pesar de que aún le incomodaba un poco como había sido penetrado
sin prepararlo antes pues aún dolía a pesar del esfuerzo de Nakajima por
distraerlo de ese dolor con placer al estarle masturbando.
-Vaya,
ahora tú también Shori, el único que hace mal quinteto soy yo porque todos
ustedes están recibiendo placer de una u otra forma mientras yo solamente estoy
para mirar.-Decía con cierto enfado al no tener más que placer, si acaso,
visual al ver a los otros tres disfrutar de Yo mientras escuchaba este último
gemir continuamente al tenerlos a todos a su disposición como ángel que
era.
Nakajima
disfrutaba totalmente de estar estimulando al menor mientras estaba siendo
penetrado por otro, ya que de esa forma tenía cierto control en la frecuencia e
intensidad con la que gemía y sus piernas se tensaban y relajaban a su lado
mientras él mismo esperaba ansioso a que nuevamente Schmich se volviera a
correr sobre su mano para volver a lamer el néctar que dejaría sobre su piel.
Mientras
seguía el menor con su trabajo manual con Sato, Sou se decidió a tomar el
mismo el camino que él quería poniéndose de pie para así ir desarreglando
un poco su ropa ya que tenía en mente realizar lo que quería y estaba seguro
que no lo detendrían.
Más
pronto que tarde, Marius tenía su mano derecha aún ocupada con el miembro de
Sato, su ano siendo llenado por Kikuchi quién ahora se encontraba embistiéndolo
frenéticamente
Los
gemidos de Marius fueron acallados de repente debido a que en su boca fue
puesta la verga de Sou, quien recibió un golpe en la pierna de parte de
Nakajima que aún utilizaba su mano para darle placer al menor pero ahora lo que
conseguía sacar de él eran menos placenteros para sí mismo ya que sus gemidos
eran ahogados por la presencia del otro por acaparar su boca, mas prontamente
un gemido reprimido se hizo presente cuando Kikuchi terminó dentro del menor
quien seguía ocupado con el miembro ajeno en su boca.
-Vamos
Marius, no aflojes el ritmo.- Exigía molesto quién tenía la mano del menor
ocupada para que le estuviera masturbando, la cual se frenó al sentir algo
caliente que era esparcido dentro suyo.
-Hazte a un lado Kikuchi, ya tuviste tu tiempo ahora dejan algo al resto.-
Decía Kento quien tenía sobre su mano algo del semen del menor, el cual comenzó
a lamer gustoso hasta dejar del todo limpia su mano en lo que el antes
mencionado salía del todo del interior de Schmich, a lo que el menor gimió
suavemente.
Que rico fue el pensamiento que pasó
por la mente de Marius antes de reclamarse a sí mismo tal pensamiento tan
lascivo por el simple hacho de que el mayor haya salido de su interior y dejado
dentro de sí su semen, que no sentía tan a flor de piel dentro pero sabía
que si Fuma se había corrido dentro de él fue porque le gustó practicamente
violarlo, ya que nunca aceptó que le hiciera tal cosa.
Sentía
tanto miedo del abuso de sus amigos que se resignó a lo que ellos estaban
haciendo con su persona y siguió masturbando con su mano a Sato mientras dejaba
a Sou seguir en su boca, pero a sabiendas que apenas eyacular ellos se
retirarían de mancillar su cuerpo y lo dejaran en paz por un momento, por lo
que comenzó a estimular el glande de Matsushima con su lengua, endureciendo
esta para que así en otro pudiera sentir mejor forma el pasar de su lengua por
los rincones de la cabeza de su pene.
Pasado
cierto tiempo, fue quién ocupaba su boca quien se vino primero que
terminó dentro de su cavidad, aunque el alemán no pudo recibirlo todo dentro
por lo que dejó salir lo que no podía almacenar dentro de sí dejando que
escurriera así hasta su pecho, el cual está igual de mojado y cálido que la
parte inferior de su rostro por el semen que se escurría aún de su boca, cosa
que no le distrajo de seguir masturbando a Shori, quien detuvo su mano para
apartarla de su miembro, para así ponerse él mismo de pie frente al menor para
así seguir masturbándose mientras lo miraba y rozaba la punta de su pene con la
piel expuesta del menor, dejando sobre esta un rastro del pre-semen que estaba
brotando en abundancia para después poner su mano sobre la mejilla del menor y
así poder acomodar su rostro antes de acabar eyaculando sobre este acabando por
llenar, con su semen parte del cabello del menor junto con parte de su rostro
que antes estaba un poco más limpia y tanto Sato como Matsushima se separaron
del menor para dejar libre paso al mayor de todos los presentes y que terminara
lo que vino a hacer.
Nakajima
era el único que faltaba por estrenar el cuerpo del menor, después de todo él
había sido el que propuso el plan y el resto lo acepto porque al igual que él
mismo les excitaba el europeo y él no solamente tenía ganas de tener sexo con
él, sino que cada uno de sus amigos lo hicieran y todo lo que habían hecho con
él era algo que el propio Kento fantaseaba.
Las manos
del europeo fueron suavemente haladas por el nipones para ayudarle a ponerse de
pie, acción que le hizo pensar que con eso estaba terminado el abuso sobre su
cuerpo y sería Kento el único que desistiría de querer eyacular sobre o dentro
de él pero estaba del todo equivocado. Estando ambos de pie el mayor de ellos
tomo al menor por la nuca para obligar a que no se alejara cuando le intentaba
besar lo cual logro sin importar que antes su boca estuviera llena de semen
proveniente de Matsushima.
Al ya
haber calentado el ambiente, el mayor no dudo ni un poco en comenzar a rozar su
pene contra el trasero que tanto amaba y con el que tanto fantaseaba propiedad
del alemán, quien sin darse cuenta volvía a estar completamente con el miembro
totalmente erguido a causa de una excitación inconsciente, que lo indujo a mover
sus caderas para que de esa manera el miembro ajeno entre sus glúteos, ya que
con ello sabía que lo excitaba aún más a él como a sí mismo ya que realmente
sentía que en algún momento eyacularía con tan solo tener el miembro ajeno
rozando constantemente contra su trasero, más al tiempo de penetrar sus
adentros pudo notar como el mayor se adentraba con lentitud y fácilmente ya que
su interior se encontraba cubierto con el semen de Kikuchi quien anteriormente
se había venido dentro de él, lo que causaba que fuera un auxiliar en cuanto a
ayudar a humectar su interior para evitar el roce con sus paredes internas y
así ayudar a resbalar el miembro de Nakajima junto con algo de sangre que había
sacado Fuma al ir primero sin prepararlo previamente así como moverse tan
bruscamente dentro de él.
Al estar
Kento tan entusiasmado dentro del menor, que hacía que al entrar y salir tan
rápidamente que dejaba escuchar como los jugos del menor chapoteaban entre sus
paredes interiores y el falo del mayor. Los tres restantes se encontraban
mirando atentamente ya que aún no podían salir del lugar ya que habían
pagado por un par de horas y si alguno de los tres salía, entrarían a limpiar y
así disponer las cosas para las siguientes personas que ocuparían el
servicio, por lo tanto tendrían que quedarse hasta que Kento terminara
con lo que había comenzado, por lo que solamente veían como ambos tenían sexo y
el sonido que emitía el interior del menor, cosa que hacía que los tres se
excitaran aún más y continuaban masturbándose así mismos siendo únicamente
Matsushima y Sato quienes cambiaban sus posiciones al estar masturbando uno al
otro gozando de sentir como manos ajenas tocaban su sexo mientras tenían el
audio perfecto para engrandecer sus libidos y así seguir disfrutando de los
gemidos emitidos por la dulce voz del europeo.
-Vamos
Marius, haz que Kento se corra como loco y haz que quienes no pudieron entrar
en ti así como yo y Kento se puedan correr una vez más con tan solo escuchar tu
voz y mirar lo duro que estas.- Incitaba Kikuchi al menor, animandole
Nakajima
se mordía los labios al percatarse que verdaderamente, Schmich tenía una
erección evidente a pesar de tenerlo a él mismo penetrándolo tan vigorosamente,
intentando siempre estimular la próstata del menor quien aún no paraba de
gemir al ritmo que el mayor lo penetraba, siendo estos cada vez más y más
agudos ya que su garganta estaba demasiado forzada al estar un buen rato
gimiendo sin parar, la verdad era que no podía más y a pesar de estar en contra
de su voluntad, estaba dispuesto a terminar lo que sin ser su intención ni
siquiera estaba en sus planes y que ni siquiera él mismo por voluntad propia
había comenzado pero ahora iba a terminarlo.
-Vamos
Marius, aprieta más ese trasero tuyo, ese trasero por el que nosotros cuatro
babeamos y tienes tan bien trabajado.- De nuevo Fuma trataba de elevar el
ánimo del europeo, no sin terminar por darle una nalgada bien dada la
cual creo un sonoro efecto bastante alto.
-¡Ahh!-emitía
primero como una queja pero terminó en convertirse en un gemido el cual sería
un preludio a que el menor eyaculara llenando parte de su vientre.
-¿Ya vez
como realmente eres un pervertido? Solamente hizo falta que te diera un solo
golpe en uno de tus glúteos y te acabaste por venir sin que Nakajima
hiciera mayor cambio- decía Kikuchi en tono de burla, pues realmente le
divertía aquello, aprovechando el desconcierto del menor para tomar algo de su
semen entre sus dedos de su diestra, la cual facilito a los otros dos para que
probaran algo de la semilla del menor, que aunque no se lo habían pedido, se
notaba que ardían en deseo por probar algo del menor con quien tanto
fantaseaban, llevando a uno de ellos Sato a cambiar su diestra de estar
masturbando a Matsushima a agarrar la muñeca del mayor para que no la alejara y
así seguir degustando la semilla de Schmich quien ahora gemía débilmente,
siento un poco más enérgica al sentir como su interior era llenado por el
semen del mayor.
Al estar
los cuatro satisfechos fue momento de marcharse no sin antes vestirse tal y
como habían llegado, Shori al estarse vistiendo no pudo evitar sentir
nuevamente dentro de su boca el sabor del semen del menor y con esto
verse en la necesidad de relamer sus propios labios antes de seguir al resto y
al salir los cinco acordaron ir a cenas alguna cosa antes de volver cada uno a
casa.
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