Cambio.

Hola de nuevo! aqui otro ficsu! Para mi hijita

Que escoge parejas raritas xD y al Yuta apenas lo conozco de vista!

A ver como sale esto owo!
Por cierto,  te mando saluditos Danniyme~ a ver si me regalas algo XDDD

 Ya parece!

En que iba? a si, tengo hambre y casi no he dormido xD

                                                                                       

Cambio.

Marius estaba caminando entre las calles de la cuidad, pues estaba buscando algún lugar para cortar su cabello, ya que lo tenía demasiado largo. Normalmente lo iba a cortar en un lugar cerca de su casa, pero al ser víspera de Navidad no había muchos lugares abiertos y no había podido cortarlo antes por que había estado muy ocupado con los regalos y decoración por la fecha. Además de que su madre siempre le insistía en que no lo cortara, pues se le veía muy bien largo, pero a él ya no le gustaba traerlo tan largo, quería un cambio. Algo nuevo.

Después de mucho caminar en el frio clima, encontró un lugar abierto. Parecía muy desolado, y era normal, pues en esa fecha si no estaban haciendo compras de último momento, estaban cocinando en sus hogares.

Al apenas entrar sintió el calor que emitía una calefacción, empezando a acalorarse un poco. Normalmente estaba acostumbrado al frio, pero aquel día había estado nevando, por lo que traia mas ropa que de costumbre. Le recibió un chico joven, demasiado joven.

-Buenos días, pase por aquí por favor- dijo cordialmente. - Mi nombre es Jinguji Yuta y lo atenderé hoy - le sonrió a Yo. - Pensara que soy muy joven para atenderle, pero le aseguro que estoy bien preparado. ¿Me permite su abrigo? - El menor de los dos se quito el abrigo que traia y se lo entrego dudando un poco. Jinguji lo invito a tomar asiento mientras iba a colgar su abrigo. Marius miro el lugar, se veía bien, pero demasiado solo y con las paredes sin alguna ventana pero bien adornadas. - ¿En qué puedo servirle hoy? - Pregunto cordialmente. 

- Solo un recorte de cabello, gracias.- Contesto algo apenado, pues no estaba acostumbrado a tanta atención, mucho menos si estaba solo.

-Claro, pero como hoy es nuestro primer cliente le daremos el servicio especial si no le molesta - sonrió mientras tocaba el cabello del menor, quien no contesto por no saber qué decir, solo asintió suavemente con su cabeza. Yuta coloco una toalla alrededor de su cuello y lo hizo pasar a otra silla para lavar su cabello y coloco un pequeño paño sobre su rostro para que no salpicara el agua. Ajusto cuidadosamente la temperatura del agua y mojo su cabello para empezar a lavarlo cuidadosamente. Marius se sentía nervioso, pues tenía que admitir que quien lo atendía no era nada feo, al contrario, extrañamente le parecía atractivo. 

Intentaba tranquilizarse al estar casi recostado sobre el lugar donde era lavado su cabello, empezando a sentir como secaban su cabello, para después sentir las manos del mayor masajeando sus hombros. Pensando que era parte del "servicio especial" no se molesto en decir nada. Poco a poco los masajes pasaron hasta sus brazos y manos. 

Yuta estaba a un costado del menor masajeándole suavemente con sus manos, hasta que sintió como el codo del otro empezaba a rozar su entrepierna. Sonrió para sus adentros y se movía de tal forma de que se rozara más. Yo se sentía más que nervioso al notar como su codo rozaba en esa parte, pensó en retirarlo, pero algo se lo impedía. El menor se sobresalto un poco al sentir como las manos de quien le atendía bajaba hasta sus muslos por encima de la rodilla, subiendo poco a poco hasta casi llegar a su entrepierna, deteniéndose poco antes, sacando un suspiro de Marius sin que él se diera cuenta. 

El mayor quito el paño que su rostro y lo guio a sentarse en otro lado, Marius obedeció y se intento tranquilizar lo más posible. Jinguji cubrió con un manto el cuerpo del otro para que su ropa no se llenara del cabello que cortaría. Empezó por peinar el cabello de Yo, haciéndolo con cuidado para después empezar a cortar. Entre tanto Marius sentía como las manos del mayor no solo se enfocaban en su cabello pues varias veces paso por sus mejillas y su cuello, haciéndole estremecer.

-¿De ese corto está bien?- pregunto quién atendía al otro, diciéndoselo muy cerca del oído, provocando que el rostro del menor se sonrojara y solo asintiera un poco.- Disculpe mi intromisión, pero ¿A usted le parezco atractivo? - pregunto con una sonrisa.

-¿A q-que se refiere? - desvió su mirada hacia otro lado.

-Sabe bien a lo que me refiero- giro la silla lentamente y acerco sus labios al menor, quien por la cercanía acabó por cerrar los ojos. Sellaron sus labios en un beso y el mayor paso su lengua sobre los labios del otro, quien con algo de timidez y sin saber muy bien qué hacer, saco también su lengua para tocar la ajena, haciendo el beso cada vez más pasional, hasta que Yuta se separo.- ¿Eso es un sí? - le sonrió y volvió a acercarse.- Saque su lengua- murmuro muy cerca de sus labios. Marius algo apenado obedeció, y el mayor se acerco a su lengua para succionarla al tiempo que la hacía entrar en su boca volviéndose a separar al poco tiempo.- Terminaré de cortar su cabello - le sonrió y siguió con el corte hasta finalizar, sacando después un espejo para mostrarle la parte de atrás de su cabello para ver si estaba complacido con el largo. - ¿Está bien así?-

-Si - murmuro apenas, sintiendo como después Jinguji le quitaba el manto que le había puesto. Se sentía realmente confundido y todo  lo que quería en ese momento era irse.

-Por aquí- dijo el mayor y dirigió al menor hasta el asiento donde estaba antes, inclinándolo hasta dejar la mayoría del cuerpo del otro recostado, mientras tomaba la mano de Marius y la ponía lentamente sobre su miembro. El menor sin entender lo que se suponía tenía que hacer, acarició un poco el miembro del otro sobre la ropa, mientras Yuta se inclinaba sobre él para besarlo de nueva cuenta, pasando lentamente hasta lamer su cuello con lentitud, mientras levantaba la playera que portaba su cliente, para después pasar a lamer uno de sus pezones mientras lo miraba de reojo. 

Yo, estaba más que sonrojado, sin saber qué hacer, limitándose a suspirar por las atenciones mientras seguía acariciando lentamente el miembro del otro. Yuta se separo un poco para desabrochar los pantalones del menor y bajar lentamente sus pantalones junto con su ropa interior. Marius intento impedirlo, pero en el fondo una parte de él deseaba que continuara. Sin darse cuenta su pantalón y ropa interior estaban por los suelos y la mano de Yuta estaba sobre su miembro, sacándole un pequeño gemido, mirándole bastante sorprendido, aun más cuando paso su lengua por su hombría. 

La respiración del menor se aceleraba y pequeños gemido, mientras Jinguji metía y sacaba de su boca el miembro del otro, con cuidado subió un poco el asiento para que el menor pudiera ver la manera en que lo hacía, para después despegarse del miembro del otro y acercarse para que el hiciera lo mismo con su pene. Abrió su pantalón lentamente y le ofreció si miembro. 

Marius titubeando, lo metió en su boca con algo de dificultad, mientras lo succionaba un poco, para después sacarlo y empezar a juguetear con su lengua sobre la punta del pene del mayor.

Yuta se separo lentamente de la boca del otro para colocarse entre las piernas del menor, que sin saber que acontecería, ahogo un grito de dolor entre sus manos al sentir como el miembro del otro entraba en su interior. Jinguji empezó un lento vaivén dentro del menor, quien se aferraba a lo que podía por el dolor punzante que sentía, empezando a salir sus lágrimas. El mayor tomo con una de sus manos el miembro de Yo para masturbarlo y así aminorar un poco el dolor.

El vaivén que había creado el mayor se volvía cada vez más rápido, con una de sus manos alcanzo un peine de cerdas muy cerradas y con cuidado lo paso por encima de uno de los pezones del menor, quien arqueo su espalda ante el extraño tacto, pero a la vez placentero. Su dolor poco a poco se volvió entero placer, empezando a gemir mientras sentía como su garganta se secaba y sus caderas sin querer se movían hacia el miembro del otro. Sin poder evitarlo Marius acabo por correrse sobre su abdomen, aun gimiendo mientras el mayor entraba con más fuerza dentro de su cliente, el cual comenzó a escuchar ruidos desde la puerta, seguramente algún otro cliente. Yo, al verse en esa situación se agarro del cuello del mayor mientras el mismo elevaba sus caderas para dejarlas caer bruscamente sobre el miembro de Jinguji, haciéndole eyacular dentro de su interior. Marius se estremeció y gimió por la extraña sensación. Y rápidamente ambos se vistieron y arreglaron sus ropas, justo antes de que un par chicas llegaran y Marius, mas que avergonzado tomo su abrigo para salir, pero Yuta lo tomo del brazo para detenerlo.

-Disculpe, aun no me ha pagado.-

- Ya vendré luego a pagarle - murmuro.

-Claro, y le daré otro servicio especial - le sonrió y sin que sus nuevas clientas lo notaran, apretó con algo de fuerza uno de los glúteos del menor.

-Vendré más seguido entonces. - Justo cuando iba a irse Jinguji le dio una pequeña tarjeta con su número telefónico.

-Tu regalo de navidad - lo tomo del mentón e introdujo su lengua dentro de la boca del otro, quien lo empujo por la vergüenza que sentía al hacer eso delante de otras personas, y salió corriendo del establecimiento, parando un poco a unas cuantas calles, donde suspiro un poco aliviado mientras tocaba sus labios mientras miraba la tarjeta que le había dado Yuta, sacándole una pequeña sonrisa mientras continuaba su camino a casa con más tranquilidad.

Sin duda aquella navidad seria una muy feliz navidad.

Fin.