30 nov 2013

Realidades.

Bueno, les traigo un fic por el cumpleaños de Yuri Chinen
Y de paso de Ohno Satoshi xDD
Y pues.... es corto xD
Y no hay mucho pero....
Algo es algo xDD
Espero que lo disfruten que yo me muero de dolor D: 
Y.. y ya xDD tendrán que esperar hasta navidad~





                                                                         



Realidades.



Era de mañana y todo indicaba que sería buen día. Chinen apenas se había despertado, siendo su cumpleaños se dio el lujo de despertar un poco más tarde. Al hacerlo se había arreglado como todos los días, arreglado su cabello, cepillándose los dientes, vistiéndose correctamente y desayunando alguna cosa. Salió de casa ya entrando la tarde,  al haberse demorado a propósito.

Aquel día no había tenido que ir a trabajo por el simple hecho de ser su cumpleaños, así que tenía otros planes. Planes que tenía que ver con Ohno Satoshi. ¿Por qué? Era simple, desde que tenía memoria se le caía la baba por Satoshi. No sabía la razón, pero lo que si sabía era que estaba loco por Ohno. Fuera cual fuera la razón de su atracción hacía él, era algo que no cambiaría y aún ahora, no le interesaba saber si había o no una razón para que le gustara. Normalmente antes o después del trabajo, iba a la casa o el trabajo del mayor para así poderlo espiar por un rato.

Ohno sabía que Yuri lo seguía algunas veces, pero no se había dado cuenta de que era un asunto de diario. Siempre pensó que era porque lo admiraba, pero nada más.

Chinen no había llegado a tiempo para encontrarse con Satoshi, ya que el había salido antes a trabajar para hacer algunos preparativos para el festival de invierno. El cumpleañero había regresado a su casa, si bien había visto al mayor unos días antes cuando había sido su cumpleaños, incluso le llevo un presente. Pero Yuri no estaba conforme con eso, debía verlo al menos todos los días para estar en paz consigo mismo. Volvió a comer alguna cosa mientras dejaba salir un suspiro resignado. Se dedicó a algunas cosas de la casa hasta que revisó si tenía correspondencia, y para su sorpresa había un pequeño paquete en el interior de su buzón.

Llevo el pequeño paquete a la sala, donde se sentó con cuidado para abrirlo. Descubrió dentro un pequeño reloj con dos únicos botones, uno más grande que el otro. Lo observo durante un rato, dándole vueltas y vueltas para mirarlo bien. Después de un rato comenzó a apretar uno de los botones del reloj y después el otro, no notando nada en especial, excepto que el segundero del reloj se había detenido. Se llevó el reloj con él hasta su cuarto, recostándose un rato para mirar el reloj algo aburrido.

Después de un buen rato,  Chinen descubrió algo que le había parecido imposible otro día, pero por ser su cumpleaños lo creía. Estaba casi seguro de que el dichoso reloj paraba el tiempo. Pero eso era algo imposible ¿no? Debía salir a la calle para comprobar si era verdad o solamente era su imaginación.

A esa hora Satoshi debía tomar su descanso y siempre volvía a su casa para comer. Yuri sabía exactamente donde quedaba su casa así que se armó de valor para ir de  incógnito hasta la casa de Ohno.

Se había acercado con el mayor cuidado que podía al departamento de Satoshi, sabía que no tardaría en salir de su casa para volver al trabajo y justo cuando salió, toco uno de los botones de su reloj para así intentar parar el tiempo. Y efectivamente pasó lo que sospechaba.Ese curioso reloj tenía la capacidad de parar el tiempo. Rápidamente se adentró a el departamento de Satoshi antes de que cerrara la puerta, y presiono otro de los botones del reloj para que el tiempo seguirá su curso. Al observar que nadie se había dado cuenta, Yuri soltó un pequeño grito de felicidad e inmediatamente se puso a escudriñar en todas las cosas de Satoshi.

Después de cierto tiempo, y sin que Chinen se diera cuenta, Ohno había regresado de su trabajo y se encontraba abriendo la puerta de su casa. Yuri se alarmó al darse cuenta de que no sabía cuento tiempo había pasado desde que entró. Se escondió lo mejor posible mientras Satoshi hacía lo que normalmente al llegar a casa. Chinen había olvidado por completo que tenía el reloj, así que esperaba pacientemente a que Ohno se distrajera o se durmiera, estando oculto dentro de la habitación.

Yuri no pudo evitar mirar mientras Satoshi se masturbaba, después de hacer, quien sabe que cosas, Ohno puso una película, que parecía ser erótica, para después sentarse sobre la  para masturbarse. Chinen se dedicaba a mirarlo en su escondite, como el miembro del mayor estaba bien erecto mientras se complacía, para después recordar que tenía aquel dichoso reloj que paraba el tiempo y sonrió ante la idea antes de llevarla acabo. Paró el tiempo para poder salir de su escondite y al ver que Satoshi se había parado también el el tiempo, aprovechó para quitarse el mismo toda ropa y poco a poco subir a la cama de Ohno. Se había sentado sobre las piernas de Ohno mientras veía su expresión y su pene, al tiempo que con sus propios dedos se preparaba su entrada para dilatarla tanto como fuera posible. Al terminar de dilatarse, sonrió al ver que el miembro de Ohno seguía duro como una piedra y con cuidado retiro su mano para que pudiera entrar del todo en su interior.

Poco a poco el pene de Satoshi entraba en su cuerpo, abriéndole del todo poco a poco mientras Chinen se apoyaba en sus hombros para poder sostenerse al ritmo que él mismo se iba penetrando con el miembro del otro, dejando salir varios suspiros al sentir como poco a poco entraba a su cuerpo. Abrazó el cuerpo de Ohno al estar aún tibio, adentrandolo más en su interior mientras gemía sonoramente al saber que nadie lo escucharía.

Su interior se abría cada vez más al entrar Satoshi en él, mientras se apoyaba bien en el mayor para penetrarse cada vez más rápido, dejando salir varios gemidos, abrazándolo lo más fuerte que le era posible al sentir que pronto que correría. Al llegar al momento justo antes de correrse, Chinen no pudo evitar la tentación  de besarlo al tiempo que se corría en su ropa al tiempo que gemía fuertemente.

Algo molestaba a su vista... era el sol. Abrió sus ojos dándose cuenta de que todo había sido un muy buen sueño que había tenido justo antes de despertar el día de su cumpleaños.

-Mierda, era demasiado bueno para ser verdad.- Volvió a tomar sus cobijas para cubrirse del todo y recostarse y dormir un rato más.


FIN

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