Esto está basado en mi Rolplaying.
En fin, unas pequeñas aclaraciones:
Mi personaje de So en el rol es... es más OC que otra cosa, pero su cuerpo es el mesmo
En fin, el mío es un tanto violento, no muy reservado en cuanto a ciertas cosas.
Una Luna Para Un Lobo Sin Voz.
Las cosas malas que
hacemos son mucho más reconocidas que las buenas, más recordadas, más un
ejemplo a seguir para quienes desean poder. Es más valorado ser alguien malo
que alguien que intenta ser bueno con los demás, que alguien que intenta dar lo mejor de sí mismo, alguien que
quiere demostrarle a sus seres queridos, cuánto se preocupa.
Yo estoy consciente de que soy del tipo de personas que la
gente no comprende ni le agrada, quizá por ser poco afectivo la mayoría de las
veces, por ser agresivo, por a veces atacarles directamente, hasta incluso
hacer cosas con ellos en contra de su voluntad. No es que realmente quiera ser
de esa forma con ellos, sino que he adoptado ese hábito para saber quien quiere
lastimarme para divertirse, o quien de verdad quiere acercarse a mí por su
propia decisión. Pero hay algo que de verdad me inquieta, hay una persona, una
persona con la que entablé una plática poco amena, como siempre lo hago, pero
después de conocerlo cierto tiempo, hubo algo en él que me encantó, al igual
que los lobos son encantados por la luna, él
acabó por fascinarme, por acabar
con la poca razón que me quedaba. Si bien los lobos no están exactamente
atraídos por la luna, yo si lo estoy por él, lo cual es del todo injusto,
masoquista, sin sentido.
Se supone que yo estoy cometiendo infidelidad por medio del
pensamiento, ya que estoy casado con una chica que desde hace tiempo conozco y
sí, la amo, pero el amor no desaparece solo porque te guste otra persona, eso
además de que casi no hablamos entre
nosotros, casi no podemos comunicar nuestras ideas, nuestros sueños, nada. ¿Por
qué digo que el amor no desaparece por algo tan simple? Fácil, uno puede amar a
sus padres y demás parientes, y no por
eso te es imposible amar a alguien más, es un ejemplo de lo que quiero
transmitir, está bien que te sientas atraído por otra persona, lo que está mal
es engañar a alguna de ellas solo por diversión, o compartir de ti mismo cosas
que solo debías compartir con la otra persona, o darle más facilidad en ciertas
cosas a una que a otra, o preferir, eso es lo que creo que está mal. Ciertamente yo prefiero en ciertas cosas a una que a otra persona, no se puede
hablar de sentimientos con alguien a quien no conoces y no sabes para que pueda
usarlo en tu contra, así como no puedes ayudar solo a la persona con quien
decidiste compartir tu vida.
Ya no controlo mis sentimientos.
Tengo extraños deseos con él, quisiera abrazarlo, tomar su
mano y desde hace tanto, tanto tiempo que desearía besarlo. Dudo que él sienta
algo parecido por mí, después de todo, solo somos amigos, y supongo que él me
considera solo como un conocido, la verdad no lo sé.
No debes hacer algo de lo que te arrepientas.
A diario tengo algunos pensamientos fatalistas, después de
todo no puedo cambiar ni lo que yo siento, ni lo que él siente por mí.
Eventualmente todo eso pasará y dejaré de sentir esta atracción, aunque hay veces en que lo dudo,
porque con él no tengo ganas de cambiarle o tengo deseos de hacer cosas que me gusten a mí y no le gusten al él, ni quiero
que me declare amor eterno, solo quiero estar con él…Aunque si lo del amor
eterno fuera verdad, no es que me molestara en gran medida, no digo que yo le
vaya a corresponder, no creo sentir amor por él, solo hay ciertas cosas que me
gustaría compartir a su lado, pero eso no es amor ¿Verdad?
Si tocara con mi mano la suya, seguro él no correspondería
aquellas suaves caricias que le daría con mis dedos a los suyos, pero yo
estaría deleitándome con aquella piel que se ve tan apetecible, no importando
si es suave o si no lo es, lo que quiero es tocar su piel, solo con su mano me
conformaría. ¿A quién engaño? Me gustaría tocar más, tocar su rostro, sus
hombros y… ¡Argh! ¿En qué demonios estoy pensando? Esto debe ser solo una cuasi-necesidad,
que no es más que algo que uno creo necesitar debido a la situación que ahora
se me presenta, es solo algo efímero que pasará de un momento a otro, en cuando
cambie de situación él ya no me atraerá y podré seguir como siempre, aunque para que pase a segundo
plano esta terrible necesidad necesito
complacer la falta de afecto que tengo… pero lo quiero de él, no de ella…
Es tan frustrante saber que no pasará nada entre los dos,
después de todo: ni yo lo quiero tanto y él no me quiere nada a mí, así que…
Aunque pensándolo mejor, quizá empiece a sentir algo más al ser yo quien está
cambiando, ya que he tenido pensamientos nada gratos sobre él, porque la
verdad… he llegado incluso a tener ciertas fantasías ciertamente morbosas, o al
menos lo son para mí, cosa que no está nada bien porque eso solo suele pasar
solo con las personas a quien amo, pero ahora todo es distinto, ¿Acaso me estoy
haciendo más “humano”? Si la respuesta es afirmativa, tener los sentimientos de
un humano normal es desesperante, seguro es por vivir tanto tiempo encerrado en
cuatro paredes, estoy harto de eso, prefiero volver a mi casa y visitarlos cada
que pueda, pero no me gusta estar encerrado. Odio estar encerrado.
Pero volviendo al
tema principal, Reia, ese estúpido que causa este tipo de sentimientos en mí,
cosa que me es horrible por hacerme sentir como los otros, no es sano para mí,
porque yo no entiendo y no sé controlar estos sentimientos, un ejemplo de esto
es el hecho de desear a alguien que no
me pertenece, que no está interesado en mí, que es mi amigo, que está ocupado,
que no está nada interesado en mí, ni como amigo, confidente, o amante. Quizá
no se interese porque lo insulto y ofendo, pero no puede ser de otra manera. Si
me tomo mucha confianza con él, tanto cariño, entonces seguro será el fin para mí, siempre que me confío,
que me encariño de más, acabo herido y no quiero porque lo veré como a una mala
persona, y estoy casi seguro de que él no lo es para nada, al menos exceptuando
el hecho de lo que me está haciendo a mí
y mi perfecto control que tenía sobre mis sentimientos, ahora no sé si pueda
hacer algo bien. No lo sé.
Pero últimamente he pensado en algo, en algo que
definitivamente no puedo ni podré consentir:
Él y yo estamos en mi
antigua casa, en el comedor, y sin poder resistirlo, acabo por unir nuestros labios cerrando
mis ojos, cosa que realmente no acostumbro a hacer, así que termino por tomarlo
por los hombros suavemente, para así poderlo acercar a mí y que no se me fuera
de las manos, porque incluso en ese momento temo por que se vaya sin dejar que
lo bese una sola vez, desde hace tanto tiempo que he querido besarlo, que no
dejaré que me lo impida ni por un solo instante. Termino por bajar mis manos
hasta su cintura, sé que aún me está mirando, estoy sintiendo su mirada, pero
no me importa, si puedo ser afortunado por tener esos hermosos ojos sobre mí,
nada podría interesarme más a mi persona, pues en ese instante estoy besando
sus labios, los cuales son tan suaves, es la primera vez que beso a alguien con
quien no tengo, ni quiero, esperanza de
que me corresponda, pero realmente estoy disfrutando de eso, y sin poder
esperarlo, él acaba por corresponder lo que estoy haciendo, de forma tan … Angelical, lentamente, con
timidez, casi con miedo, pero no puedo evitar sentir como me derretía de lo
bien que me sentía al saber que era correspondido de ese modo.
A paso
lento lo llevaba a aquella habitación
que estaba hecha especialmente para los invitados, una de las pocas en las que
había techo en el primer piso. Con Reia seguía mis pasos entro con él en esa
habitación, parando un momento una vez dentro para poder cerrar la puerta con
mi pie. Él es mayor que yo, lo sé, pero tiene algo que me incita a cazarlo, como
si yo fuera un lobo muerto de hombre detrás de una presa que lleva persiguiendo
por mucho tiempo, una que ahora tenía
acorralada, que saboreaba con tan solo poder tenerlo entre sus garras, justo como yo
lo hacía al tenerlo entre mis brazos. Extrañamente tengo deseos de querer
hacerle más ¿Acaso estoy enfermo? Quizá
sí, quizá debo morderlo, y comerlo de un solo bocado. Sin poder ni querer
esperar más, termino por acorralarle hasta el inicio de la base de la cama; si
bien, muchas veces prefería dormir en futón aunque realmente no es que duerma
mucho en algo así, prefiero árboles, pero muchos prefieren la cama, por eso la
tengo en esta habitación; donde estoy tentado a separarme un poco de sus labios
para verlo, pero es algo que no puedo hacer, ya que él cae a la cama y al tener
cierto vértigo, lo más seguro es que era porque no sabía lo que había debajo,
se agarra de mí y termino cayendo con él, quedando sobre su cuerpo, su
apetitoso cuerpo. Al estar sobre él, no puedo evitar sonreír, abandonando sus
labios un momento solo para verlo con más detenimiento, y sin más, de forma que
incluso a mí mismo me sorprende, meto una de mis manos bajo su ropa,
tocando su piel para explorarla con
suavidad. Estando tan perdido en la tersa piel que mis dedos tocaban, no me doy
cuenta de cómo me mira, en una mezcla de confusión, miedo y sorpresa, pero al
llegar mi mano a su pecho, siento como se tensa del todo, es en ese momento en
el que me decido a mirarlo, sonriéndole mientras saco mi mano de aquel cómodo
lugar en el que estaba.
He
notado que a pesar de no parecer disfrutar del todo lo que hago, él no se ha
esforzado por querer apartarse de mí, ni de detenerme, ya que no estoy ejerciendo ninguna fuerza sobre su
cuerpo, pero aún así no ha intentado nada, lo que es para mí luz verde para seguir. Con más confianza comienzo a
quitarle la ropa, solamente por querer ver más de ese cuerpo que despierta en
mí un deseo que ni siquiera conocía. Finalmente tengo la totalidad de su cuerpo
desnudo, debo admitir que era más de lo que esperaba pues realmente se ve apetecible por lo
que empiezo a quitar mi propia ropa con
prisa, alcanzando a ver como su rostro comenzaba a sonrosarse, no sé si por su
propia desnudez, o el hecho de que yo me
estoy quedando en la misma condición. Terminando de quitar mi propia ropa, la
arrojo al suelo. ¿Para qué me he quitado la ropa? Me pregunto un momento antes de bajar mi cuerpo
hasta el de Reia, solo para rozar mi piel con la suya, lo cual es algo
electrizante, embriagador incluso.
El
simple roce que han hecho nuestros pechos, me ha sacado totalmente de juicio,
pues ahora estoy totalmente excitado, cosa totalmente rara en mi persona, pues
yo no suelo hacer este tipo de cosas, pero hay algo en él, en su cuerpo, en su
mirada, en su personalidad, que hacen que me cautive en cuerpo y mente. Estoy perdido.
No sé cómo fue que me armé de
valor para hacer lo que ahora hago, besar su cuello, el cual es realmente
delicioso, si solo empiezo y su sabor me atrapa del todo, entonces quiero saber
si bajando más sigue siendo igualmente exquisito. De un momento a otro estoy lamiendo uno de los costados de Reia,
es demasiado sabroso, como para perder la oportunidad que creo solamente ahora obtendré, pues sigue sin luchar, al
contrario, creo escuchar pequeños sonidos de su parte, a mi parecer son por el
deleite que le causo pero ahora no lo sé, ni me importa en realidad, por el
momento solo me importa mi propio placer, aunque si también se lo brindo, no
creo que hubiera mayor problema si se lo doy, es mejor para los dos. Ya he
pasado mis labios y lengua por todo el cuerpo de la persona que me provoca esta
vehemente ansia, y no puedo evitar el hecho de quedarme quieto antes de pasar
ligeramente mi lengua por el glande del mayor, que debo admitir que fue algo delicioso,
pero en ese momento tenía urgencia por algo más, así que me acerqué nuevamente
hasta sus labios para besarlos con suavidad, y para mi sorpresa, este beso es
correspondido con mayor seguridad. Con
una de mis manos comienzo a masturbar el
miembro del otro, solo para que se relajara, pero aún con esto, no dejo de
besarlo pues mi extrañeza, pues me encanta hacerlo al menos me gusta con él.
Seguramente me encanta tanto estar cerca de él, por la simple razón de que
lleva tanto tiempo siendo el objeto de mi lívido.
Hace ya tiempo que he empezado a
rozar mi miembro contra la entrada de Reia, no es que sea para lubricarle o
algo parecido, sino para que se excitara, para que estuviera ansioso por lo que
dentro de nada pasaría, y así no me fuera difícil entrar y de paso él sintiera
algo de placer, aunque sea una ínfima
parte de lo que yo sentiría. No puedo
lograr el aguantar más y termino por
adentrar poco a poco mi pene dentro de su cuerpo, y él gimoteaba por el seguro dolor que le causaba
al no haberle preparado debidamente, pero eso no me importa de momento, al
menos no mucho, ya que aunque gozo del
todo la forma en como apretaba mi falo dentro de su cuerpo, pero aún así me
preocupo por él y al entrar del todo me quedo quieto para que se acostumbrara.
Al sentir que él se había
acostumbrado, le sonreí sin darme
cuenta, pero no de una manera amable, al contrario, del todo indecente, por lo cual se sonrojó y me dijo algo que no alcancé a
entender por el enorme deseo que tenía por comenzar a arremeter en contra de su
interior, lo cual hice apenas pude en un arrebato incontrolable de lujuria y él
comenzaba a quejarse por él dolor. Sin
tener corazón para aguantar verlo así, comienzo a ir más despacio en mi vaivén para que así no
sufriera tanto, al tiempo que entrelazo sus manos con las mías y así dejar
que enterrara sus uñas en mi piel, al
tiempo que lo miraba atentamente, para después besarlo con suavidad, comenzando
a sentir como se relajaba. Siento como está rompiendo pedazos de mi piel con
sus uñas, pero no me importa, eso no es nada a comparación del placer que
comienzo a sentir al estar en su interior, a pesar de que el ritmo del vaivén
sea demasiado lento para mi gusto que me está dando en este momento, tanto que no
puedo negar que se siente divinamente. Separo una de mis manos de la suya
tomando una de sus piernas para así llevarla, haciendo lo mismo con su otra
pierna, quedando sus corvas sobre mis
hombros, mientras aún tengo una de mis manos entrelazada con la suya, al tiempo
que la que ahora tengo libre la dejo sobre la cama para poder apoyarme en ese
lugar y mantener el equilibrio mientras mantengo esa posición, ya que así
consigo que él se relaje aún más, haciendo que me fuera más fácil ir y venir en
su interior, provocando ya un mínimo dolor en sus entrañas, para intentar que
él estuviera más cómodo y no le doliera tanto cuando entraba a su interior.
He llegado a aumentar el ritmo
del vaivén dentro del cuerpo de Reia, pero ahora que lo pienso, jamás le he
llamado por su hombre, y aún ahora no pienso hacerlo, la razón es que… Bueno,
eso realmente no importa en este momento, ya que creo que él comienza a
disfrutar lo que le hago a su cuerpo ¿Por qué lo creo? Fácil, comienza a gemir
de un modo que no denota ningún tipo de dolor, quizá esta vez lo esté haciendo
de gozo. Ahora llevo un ritmo medio, y debo admitir que es alucinante todo
esto, se siente de maravilla entrar y salir de su cuerpo, aún más viendo esos
gestos que hace, no es porque me importe mucho su placer en realidad yo me deleito con esas expresiones que
tiene, siempre ha sido una fijación mía, ver las expresiones de las
personas, ya que estas son más honestas
de lo que podrían llegar a ser sus palabras. Después de un rato he alterado el ritmo
de mis envestidas de suaves a unas ligeramente
más violentas y frenéticas, sintiendo como el sudor comenzaba a caer sobre el
cuerpo de él, hace un buen rato ya que estoy sudando, pero no tanto como para
que comenzara a abandonar mi cuerpo para caer en el ajeno. Mi respiración
comienza a ser anormal a la común, ya que
me cuesta un poco de trabajo respirar por el esfuerzo y ritmo que
mantengo en este momento, mientras mi mano comenzaba a dejar fluir la sangre de
los cortes de mi piel, ignoro del todo eso para seguir golpeando el interior del tercero. Han pasado
un rato desde que empecé mis frenéticas embestidas, estoy a punto de segregar
todo mi semen, pero no quiero hacerlo antes que él, así que solo me mantengo
entrando y saliendo rápidamente de un solo punto, donde estoy seguro que está
su próstata, al tiempo que con mi mano lo masturbo para que pueda llegar a correrse, y sin
desear que la oportunidad se pasara, vuelvo a besarlo, esta vez introduciendo
mi lengua dentro de su boca, dando un
ligero masaje placentero en ella para que así pudiera dejarse ir, y así me
diera la oportunidad de verlo correrse. Se cumple lo que quería, ver como él se
corría, pero no me detengo a ver ni su expresión ni lo que había regado sobre
su vientre, al contrario, tengo la urgencia de entrar a él con fuerza para poder
correrme, pongo mis manos en las caderas del otro para poder entrar con más
constancia y dureza en su interior, haciendo que mi garganta dejara escapar
algunos tenues gemidos, y sin pretender
frenarme más, termino por
correrme en su interior, cerrando mis ojos para recuperar un poco de mi
aliento antes de salir de su interior.
Al salir noto algo raro, aquella
goma elástica que se suponía debería estar alrededor de mi pene no está, lo que
significa que no me puse preservativo, cosa extraña ya que usualmente me da
asco tocar directamente el interior de las personas… Sin más me tiro a su lado
y miro que estaba exhausto, mi mirada se pasea por todo su cuerpo hasta llegar
a su vientre, donde aún tiene un poco de su semen, y no puedo evitar el pensar
que ahora se ve como un muñequito de
pastel cubierto por betún, una risa se escapa de mis labios y lo abrazo con
suavidad, a pesar de que está todo
bañado en sudor huele delicioso, maldito Reia provocador. Él se pone de costado
para abrazarme de vuelta y no puedo evitar alcanzar a ver como algo de mi
propia esencia salía del interior de su cuerpo… Parece que el pastel tenía
betún en su interior al igual que el muñequito que lo adornaba, pienso
divertido antes de caer dormido a su lado, espero al despertar no se haya ido,
pero estoy seguro de que así será ¿por qué se quedaría? Nadie se quedaría
conmigo estando en su sano juicio…
Así es como se hacen presentes algunas de las fantasías que
tengo con él, yo sé que jamás se cumplirán, ni mucho menos me corresponderá un
beso, es seguro que yo podría besarlo, pero… No quiero perder la poca amistad
que hay entre nosotros por un beso, no quiero… o simplemente no tengo el valor
de arriesgarme, siempre que lo hago lo pierdo todo ¿Valdrá la pena un último
riesgo?
FIN
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