9 abr 2019

Desespero.



'Nadie sabe cómo es esto hasta que lo vives, absolutamente nadie se da cuenta de cuán doloroso es.' Pensaba Chinen Yuri, quien con tan solo 24 años pensaba penosamente sobre su propia vida, pues hacía unas horas, Yamada, su compañero la agrupación a la que estaba actualmente, le había informado que 'Hey!Say!JUMP' sacarían un nuevo sencillo con los miembros cantando y era un estilo que esperaba desde hacía mucho, algo más sexy, varonil, seductor para las fans y dejar de lado ese lado lindo e infantil que tenían como imagen desde hace tanto para hacer algo más acorde a su edad y madurez.

"Tiene una voz hermosa; que grandiosa voz tiene; me gustaría tener una  voz cono la de él, no puedo creer que de niño desafinara, su voz es grandiosa; que sexy tono de voz tiene, puede hacer  cualquier tono de voz, su voz es tan varonil, su color de voz es exquisito."  Eran cosas que siempre escuchaba que decían, no sobre él sino sobre él, sino de Yamada, siempre, siempre, siempre era sobre él, siempre las cosas buenas y halagos a su voz, inclusive su  forma física era tan alagada, todo porque años atrás era un joven con un poco de sobre peso y ahora estaba en forma, pero eso no le quitaba sus pronunciados cachetes.

- Queremos y necesitamos que suene más provocativo para las fans.- Pronunciaba quien esa vez dirigiría el plan central del nuevo disco, cosa que alteraba los nervios del menor de los integrantes, ya que con la salida de Morimoto, ahora era él el más pequeño en cuanto a edad se hablaba.

Una risa del todo reconocible como la de Yamada Ryosuke quien trataba de acallar sus risas con sus manos intentando cubrir su boca.

- ¿Qué te causa tanta gracia, Ryo-chan? - preguntó quien en ese momento estaba a su lado, Nakajima Yuto a quien le susurraba al oído el más bajo, de forma suave a lo que el susodicho color rojo en el grupo.

-Chinen es tan tierno,  sabes que tiene la voz como pre-adolescente, dudo mucho que él consiga sacar  una voz provocativa para ellas, mucho menos una sensual.-Ambos se rieron al unísono hasta que quien dirigía el proyecto los acallo.

-Yamada, Nakajima -alzó su voz a quienes ahora preparaba para que entendieran el punto de vista que él tenía sobre su proyecto y así lo compartieran con él, para que juntos pudieran las cosas como se debían bien hecho.

El más bajo de todos los presentes, miró de reojo y con recelo a quienes habían interrumpido la seriedad de aquella reunión con sus risotadas. Tenía el presentimiento, el temor, la impotencia dentro de él de que se reían de él, el cantar una canción en solitario, además de involucrar en su temática algo sexy e incluso sensual con solo el sonido de su voz.

'Ya sé, no sueno como si fuese un adulto...Por mucho que practique...Solamente sueno como una estúpida ardilla... Ese estúpido, patoso, inepto, simple y tan pequeño animal con el que me compararon, por sus dientes tan característicos cómo los míos; su poca importancia, un molesto y frágil roedor...Simplemente eso es lo que soy para ellos... una mascota.' Pensaba el, ahora devastado, Yuri mientras simplemente miraba a sus "compañeros y amigos", sin decir absolutamente nada, se sentía sin ánimo alguno para hablar, reprochar y ni qué se dijera acerca de cantar.

-Bien, ya que están en silencio,- habló el productor,- sean útiles y comiencen ustedes mismos a escribir las canciones, o al menos la letra de cada una de sus canciones individuales.- Sentenció, causando un escalofrío en más de uno de los presentes en aquella sala de conferencias.

'Todo es culpa de mi timbre de voz.' Pensaba el menor presente en la sala de juntas de la compañía.

-No sé si sea capaz de escribir yo  mismo la lírica de mi canción, incluso Chinen pudo escribir una vez la suya... Yo lo hice en mi tiempo, sí, pero la mía no gustó en comparación de lo que él hizo, después de todo, por lo menos él tiene una altura baja, además de que su canto deja mucho que desear.- Cuchicheaba con Nakajima al ser este quien más cerca estaba, y con quien había compartido sus pensamientos sobre Chinen. Hablaba tan bajo ya que no quería que el mencionado lo escuchara o mucho menos, ya que sabía cómo era de vengativo y sentido con ciertos temas y realmente no quería para nada tener que presenciar uno de sus dramas tan típicos.

El menor, de la actual agrupación de Hey!Say!JUMP, se encontraba sentado en uno de los mesa-bancos que habían llevado a la sala de juntas, justamente para que pudieran ahí, poner sus ideas en papel y en ese caso, comenzar a poner en marcha la lírica de sus canciones. Chinen estaba muy concentrado en el trabajo de escribir la letra, pues incluso ya había desechado algunos borradores, los cuales no le convencieron en lo absoluto, acabando por ser una hoja de papel apretujada entre sus puños para luego ser tirada por encima de su hombro, siendo así desechadas las ideas que antes tenía en mente para la dichosa letra de la maldita canción que debía escribir porque quien estaba encargado de esas cosas, simplemente no tenía en mente una idea de hacer algo para ese proyecto que tanto maldecía, debido a que debía de hacer todo el trabajo solo. Escribir la letra, cantar él solo, el colmo sería que también tuviera que escribir la melodía.


Les habían dado un plazo de unos cuantos días para terminar lo que se les habían encargado y Chinen no la tenía nada fácil, esa mañana en su hogar apenas se había despertado y lavado el rostro para así poder ponerse a practicar la letra de la canción de lo que cantaría como prueba para el dichoso disco nuevo que sacarían. Realmente eso era algo no muy fuera de lo normal en su rutina diaria, pues cada día hacía lo mismo, se despertaba más temprano que muchos otros y aún sin que amaneciera siquiera, se ponía a practicar constantemente, cosa que llevaba años haciendo durante tantos años, siempre lo hacía duramente, si bien podía alcanzar cada uno de los tonos que debía alcanzar, él los llegaba perfectamente a cada uno de ellos, pero... el timbre de su propia voz era lo que lo destruía, tantos y tantos años de esfuerzo. Claro, sabía que todo el asunto de aquella composición que debían hacer para su nuevo disco, debía ser provocativa, bien, lo entendía, pero también sabía que era su timbre de voz lo que arruinaba todo, debía de ser demasiado adulto, tanto como la edad que realmente tenía, pero, el maldito problema era su timbre, en el que había estado practicando durante tantos y tantos años de cambiar, pero ahora más que nada le frustraba, pues era su canción después de todo.

A pesar de estar diariamente practicando, aún cuando estaba enfermo, aún con eso, aún sabiendo que el resto de sus compañeros no lo hacían con tanta dedicación y empeño, él siempre se esmeraba al punto de lo imposible para mejorar y sacar adelante su voz y con ella sus canciones asignadas, pero para los demás... Los demás  tenían las cosas tan sencillas, con sus voces, por mucho que se esfuerce, siempre son los otros quienes hacen más, pues ellos tienen la facilidad de lucir geniales gracias a su voz, pero él... él solo podía esforzarse en hacer lo mínimo, o eso le decían que realmente hacía.

Siempre le habían tratado como si fuese alguien menor de quien debían cuidar, lo sabía, era por su estatura y ahora además su voz. Al principio le agradaba mucho ser quien tenía el lujo de ser consentido, de ser quien más relevancia tenía para el resto de los integrantes del grupo, pero... ahora ya no le agradaba del todo el trato que siempre habían tenido con él, porque después de todo, pese a todo, él también era un adulto, y no era más un niño, pero daría su máximo también ese día, a pesar de sus tremendas ganas de llorar que tenía en aquél momento.


Sus pasos eran pesados, pues sus pies arrastraban un tanto en el piso, hasta que llegó a la puerta de la compañía.}, de verdad no quería por nada del mundo entrar, pero era su trabajo después de todo, si bien hacía presencia en filmes de igual manera la compañía le cobraría caro el hecho de dejar de ir al trabajo al menos un solo día y sin tener un justificante médico que abalara la necesidad de un solo día para reposar su propio cuerpo. Lo había visto antes con uno de sus compañeros de la misma compañía, se ausentó unos días sin tener una verdadera razón para hacerlo o siquiera permiso,  por lo que en cuanto volvió fue despedido, pero no sin antes comprobar las sospechas de la compañía y al ser estas confirmadas, no se dudó más en sacarlo definitivamente, además las cosas no pararos en ese instante, pues los directivos rápidamente se aprovecharon para hundir lo que él era, habían difamado totalmente, toda su vida y su carrera.

Entró a la habitación en dónde se el día anterior estaba junto a sus compañeros, aunque claramente él ya había terminado de hacer la letra de la canción que debía cantar, por lo que, ese día tocaba comenzar a grabar con su voz, pero antes que nada ver los arreglos que tenían para la música de la canción, sin contar los tiempos, tonos y todo ese tipo de cosas; cosas que realmente le aterraban de sobremanera ya que al ser el primero en acabar con el trabajo que les habían dejado, era obligación que todos sus compañeros y asistentes debían  escucharlo a él, para hacer correcciones y que los demás de su grupo tomaran ejemplos de él.

Estaba sentado junto a uno de los tantos mánager de la compañía para que le fuera explicando el plan y ajustes que quería para la canción, la voz de él y su ajuste con la melodía que ya tenían hecha.

'¿Por qué debería prestar atención a la porquería de música que tendré de fondo o a las indicaciones para cada fase de la grabación de eso? Es decir, si no les gusta, lo  hago mal o les desagrada mi actitud, simplemente me suspenderán, regañaran, bajarán de sueldo, discutiremos, me harán trabajar hasta tarde con tal de que complete con lo que ustedes desean, yo no tengo que opinar nada.'  Eran los pensamientos que cruzaban en la cabeza del menor, pensando esto con rabia, desesperación y cierto grado de angustia, pero para no distraer a los otros ni hacer más, solamente asentía al otro mientras mantenía su mirada fija en los papeles que le mostraba.

- Iré al servicio.- Anunció Chinen a quien le indicaba como iban a proseguir las cosas.

-Claro, tomate el tiempo que necesites para ir, porque en cuanto regreses, comenzaremos la grabación del audio para que tus compañeros puedan encontrar motivación y así acaben pronto sus propios trabajos.-

A paso apresurado se apuró a salir de la instalación hasta la habitación destinada para los servicios; entando allí, fue a mojar su cara para serenarse un poco, pensar en lo que le habían dicho.

'Así que seré el primer hazmereír de todos. El primero que haga reír a todos los demás, solo porque ellos son unos inútiles que no atienden sus deberes, que no pueden escribir nada por ellos mismos, que se la pasan jugando y bromeando en lugar de ocuparse en lo que les da de comer, su trabajo.'  Pensaba antes de mojarse la cara con agua fría, pues necesitaba calmarse y pensar en alguna forma de poderse librar de aquel suceso que tato estrés le causaba, fuera como fuera.

Al salir de el cuarto de servicios de aquél lugar, Chinen irradia un aura depresiva, fúrica, desesperada, acorralada, decidida a la vez que confundida. Yuri realmente en esos momentos era un puñado variado además de extenso y confuso de sentimientos, pues realmente no quería hacer aquello a lo que estaba obligado, claro, sabía que era su trabajo, pero no quería ser el primero ante los demás.

En camino al lugar al que tenía que era su destino final para ese trayecto del día en horas de trabajo, miró un extintor de incendios cerca de una alarma para ese mismo fin. Sus labios se curvaron aún más de lo que usual y naturalmente los mantenía, pues esa idea en su mente de poder idear un plan para que se suspendieran las grabaciones, le agradaba. Dio media vuelta para a paso apresurado  hasta llegar al extintor y quitarlo del lugar en dónde reposaba para así correr a la ventana más cercana y tirar este por esta, convenientemente esta daba salida a uno de los contenedores de basura del edificio de la compañía, a dónde dio a parar exactamente aquél lugar. De vuelta tranquilamente cuándo pasó tranquilamente a lado del aparato para el aviso de incendios y mirando ligeramente a su alrededor, simplemente la accionó y se echó a correr hacía las escaleras contra incendios, la cual ya estaba repleta de gente que con tranquilidad evacuaba el edificio debido a la alarma contra incendios.

El personal de seguridad buscaba en todas partes la fuente del incendio mientras algunos directivos suspiraban por lo que estaban perdiendo del día que podrían hacer invertido en crear nuevo material para la empresa, mientras otros empleados de la compañía celebraba o se lamentaba de aquella perdida de trabajo, al tiempo que se preocupaban por el incendio dentro del edificio.

-Parece que finalmente todo ha salido mal para nuestro programa de canciones hoy.- Comentaba Nakajima al color rojo dentro de la agrupación, Ryosuke Yamada.

-Eso en parte es bueno, así se nos da un poco más de tiempo para aquellos quienes no hemos podido terminar de escribir la letra para la canción que queremos ¿No es verdad? - se codeaba con el más alto del grupo.-

-Sí, en parte tenemos más tiempo, sin embargo también significa un atraso para que este nuestro sencillo... - un suspiro salió de su boca.

Chinen miraba con cierto dejo de repudio y odio por quien hablaba con Nakajima. Mientras quien antes estuvo viendo lo de lo que iba a cantar, fue hasta él para hacerle unas recomendaciones.

-Verá, Chinen-kun... necesitamos que realmente cantes bien esta canción, que el tu voz varié de tono, no queremos que sea el monótono que siempre usas, trata de darle algo de textura a tu voz.- Hablaba de forma calmada y pausada, mas sin embargo, todo aquello era un tormento para la mente de nuestro protagonista, quien solo asintió antes de que evacuaran a todos del lugar para dar una verdadera revisión para futuros incidentes que pudieran ocasionarse.

Al tener que irse todos a sus respectivos hogares y aunque normalmente Yuri solía ir con algunos integrantes del grupo para acompañarse en un trayecto del camino, este día se despidió temprano de ellos, ya que decía que tenía que ir a comprar algo antes, si bien Ryosuke, con quien hacía ese recorrido conjunto, debía de entrar temprano en su casa, ya que su madre lo esperaba para algunos asuntos de la boda de su hermana, por lo que aceptó que el menor fuera por su propia cuenta.

'Que cante bien, que me esfuerce, que varié mi tono de voz, darle textura... Como si no hiciera ya demasiado, incluso tengo la decencia de ensayar todos y cada maldito día para "mejorar" como ellos  quieren. Solo quieren de mí que saque una voz "madura" como ellos dicen y la verdad es que he mejorado, ¡Mi voz se ha vuelto más grave!... Bah, tonterías, ni siquiera me puedo engañar a mí mismo, como para que otros lo fueran a creer.' Pensaba en ese martirio en el que él mismo se había metido, mientras sus lágrimas resbalaban por sus mejillas. "El resto la tiene más simple, mucho más fácil, claro, yo como el resto puedo  llegar a absolutamente todas la notas, pero el timbre de mi voz el que no funciona, es por eso que siempre me cambian las canciones a último momento, porque necesitan que suene algo más adulto... Pero yo ya soy un adulto ¡¿Que no lo saben?! Realmente he querido muchas veces crecer más de lo que otros piensan que puedo o soy capaz, pero el resto solamente me trata como a un niño, por mi estatura, por mi voz, además me tratan de esta forma, siempre como alguien delicado, alguien de quien deben cuidar de todos y todo, siempre me ofrecen su ayuda, pagan por mí... Me tratan como a un niño, y ellos piensan que, quizá, ya me había acostumbrado o simplemente que lo tomara como una ventaja, una facilidad  en este trabajo, pero para mí es todo lo contrario, pues solo me hacen ver que está claro que para ellos solamente soy un niño. No soy su igual, ni siquiera un adulto como ellos...Yamada, ese estúpido, esa basura, ese tan adulado pedazo de mierda, simplemente porque tenía una voz exquisita, porque él la tenía más fácil, a pesar de que él no ensayaba ni practica tanto yo. Ryosuke era a quien más odio le guardo, ya que él era quien hace que se acentué más mi inseguridad, cuando estuvimos ambos estudiando dentro de la misma institución, me pude dar cuenta de cual inútil es, pues a pesar de tener la misma edad, trabajando ambos, podía sacar mejor nota en los exámenes que él, Yamada siempre había sido horrible, mientras yo siempre sacaba sin lugar a dudas el primer lugar en todo el salón y no solo ahí, sino a nivel de la institución entera, además de que yo tuve tiempo para practicar las coreografías de cada presentación y hacer mis acrobacias. Como lo odio. Mi único consuelo es que él puede ganar más dinero que yo y con eso hago que me compre mis caprichos, es lo justo, su grandioso poder vocal por cosas innecesariamente caras e inservibles para mí.' Había llegado a su propia residencia con una bolsa pequeña en dónde había guardado lo que se compró en una farmacia, que no era más que unos medicamentos que le ayudarían a calmar su propio dolor de cabeza, uno que tenía de forma constante desde que les dieron la noticia de su sencillo para tener una canción para cada uno. Realmente esa situación le causaba mucho estrés como para lidiar con ella sin necesidad de tomar fármacos.

Días habían transcurrido sin que ni los compañeros ni empresa tuvieran noticia alguna sobre Chinen. No se había presentado al trabajo, ni avisado que faltaría. La sorpresa sería aún mayor el día que se enteraron por parte de Yamada, que en esos momentos Chinen estuvo internado en el hospital y apenas aquél día lo darían de alta.

-Espero que te sientas responsable de esto, porque lo eres. Toda esta problemática y sus subyacentes.- Regañaba el presidente inmediato que estaba a cargo de las actividades, imagen y productos de Hey!Say!JUMP.

-Lo sé, yo iré a dar la cara, pero usted también tiene culpa en esto por permitir y dar esas facilidades.- Se excusaba Yamada.

Ese mismo día, el color rojo del grupo, al igual que su jefe, fueron a presentar sus respetos con Chinen, aunque Yamada fue más que nada a ver cómo se encontraba y a disculparse, por lo que mantenía su cabeza baja.

-Así que, realmente todo fue una treta para intentar en definitiva tu  inseguridad respecto a tu voz, para que no te causara más estrés...- Le intentaba explicar quién había iniciado o al menos propiciado todo ese espectáculo.

-Mmmnnh... - Fue la respuesta que recibió por parte del afectado, quien había caído en una intoxicación por medicamentos y tuvo que estar varios días para ser vigilado porque se temía que hubiese una recaída o que hubiese sido un intento de suicidio, y aunque esto último lo había visto como una opción en algún tiempo, no era eso el caso, o al menos eso creía, solamente había querido escapar de todo eso.

-Por favor, Chinen, perdona, no pensaba que te fuera a pasar algo así, si hay algo que pueda hacer para remediar el daño que hice solo por jugarte una estúpida broma, dímelo.-

-¿Acaso no es culpa del resto también, por haber sido cómplices de esta treta y también de ese sujeto que dijo que nos iba a ayudar a hacer de cada uno de nosotros el tema central de las noticias en el país por unas semanas?  - Cuestionó con voz firme el más bajo de los presentes.

- Sí, pero no pensé que se alargara esto más de un día, también me disculpo debido a que perdí de vista la salud de usted, uno de mis empleados más valiosos dentro de la empresa.- Hacía una reverencia el presidente.

-Está bien... pero... Creo que ya sé lo que quiero como compensación de parte de Yamada - sonreía divertido.

-Dime entonces ¿qué podría hacer para remediar esto? -

-Es sencillo, simplemente quiero un carro de la linea de lujo, claro que me lo entregues pagado.-

-Pero Chinen, tú ni siquiera sabes manejar. ¿Para qué quieres un auto en este país en dónde es más barato ir en tren o transporte público que llenar el tanque de un carro? - Contrarrestó a quien le hacían el "pedido".

-Es lo mínimo que puedes hacer a cambio de que casi me mate por tu culpa ¿No es así?- Se defendió el menor.

Ryosuke solamente suspiró, nuevamente tendría que sufrir uno de los arranques de ira del menor, y lo peor era que realmente, quien lo iba a sufrir sería su billetera, pues justo ese día le habían pagado y pronto se volvería a vaciar por la magia que solo Chinen podía hacer con él.

Meses después, ya que se había arreglado lo de la broma, el disco, reponer el tiempo perdido para la empresa, Yuri tenía su carro que había pedido, sí, pero tal y como lo dijo Yamada, ni siquiera lo tocaba, solo lo tenía en es estacionamiento acumulando polvo.


FIN. 



                                     










Espero que les haya gustado y comprendan lo difícil que es tanto como para Chinen y otras personas lo que es tener una voz así.


Gracias por leer, si tienen reclamos o decir algo en contra de porqué no lo revisé,
aquí abajo :D 

Ahhh 
y feliz cumpleaños a Leyla, que fue la fuente de inspiración ; ; espero haber cumplido un poco sus expectativas, si no lo logré... ni modo ^^Uuu

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