-Es un vicio muy feo Chinen, no deberías seguir mi ejemplo,
mejor ni aprendas a fumar.- Advertía Takaki a su compañero de baja estatura.
-Yuya, no estoy para que me sermonees…- Murmuraba Chinen al
más alto, quién solamente soltó una risita traviesa, que al llegar a penetrar
en los oídos del otro, ocasionó que reaccionara dando un golpe suave con su
puño sobre el brazo ajeno.
-Lo siento, es la costumbre además, como soy mayor que tú,
debería aconsejarte para hacerte un hombre de bien, es ese el único motivo que
tuve para advertirte sobre fumar, solo trato de cuidarte Chinen.- Le comentaba
mientras ambos se dirigían a un hotel en el cual se hospedarían esa noche,
después de todo no les alcanzaría el tiempo como para esperar como para
regresar a su distrito y dentro de poco dejarían de salir los trenes sin contar
las pocas ganas que tenían de caminar tanto como para llegar a la casa de cada
uno. Se habían alejado de casa, si bien era por una tontería, era un asunto
totalmente importante para el más joven, una firma de autógrafos personalizados
por el afamado Ohno Satoshi, miembro de Arashi, una agrupación musical extensamente reconocida por todo el Japón.
Chinen era un gran fanático de este grupo, principalmente del líder de este,
quien era quien estaría ahí, pero no quería ni podía ir solo, primeramente
porque era casi seguro que compraría cosas, lo cual sí hizo, y no podía ni
quería cargar con ellas, después de todo, iba a ver en persona a Ohno y debía
de ir perfecto, sin una gota de sudor, o
un solo cabello fuera de lugar. Todo había salido tal y como había planeado
gracias a que había llevado a Takaki con él, pues era alguien bastante
servicial aun cuando él mismo era más bien alguien muy caprichoso algunas
veces, pues en aquella ocasión le pidió al mayor una y mil veces que arreglara
adecuadamente su peinado, que se fijara si olía bien, su aliento, si tenía sus
ojos normales y no se habían enrojecido a causa del viento. Yuya realmente se había
portado bien ese día y debía recompensárselo de alguna manera, fuera cual fuera
esta.
-Lo sentimos pero, hoy estamos llenos a un cien por ciento y
la única habitación que nos queda tiene únicamente una cama la cual es de
tamaño matrimonial, tómelo o déjelo.- Comunicaba la recepcionista de aquél
hotel.
-Denos esa habitación,- insistió Chinen a la mujer.
-Pero Yuri, es una sola cama en la habitación.
-Ya lo sé, Yuyan, pero ya fuimos a todos los hoteles
aledaños y es el único que al menos tienen una vacante, no seas tiquismiquis y
quedémonos aquí.- Insistía el más bajo de los dos a lo que Takaki resopló, el
menor tenía razón después de todo.
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Chinen secaba su cabello con una toalla que les daba el
hotel, pues acababa de salir de tomar una ducha, al salir de él llevaba consigo
una bata que les había facilitado el hotel y a pesar de que realmente no le
gustaba salir tan abrigado de una ducha, era necesario en aquella ocasión y
lugar.
-¿Ya puedo entra a ducharme yo, Chinen?- Cuestionaba el
mayor con impaciencia, pues el más bajo había tardado bastante tiempo, a lo que
este simplemente reía divertido al tiempo que asentía con su cabeza, le
divertía demasiado la desesperación que se veía de parte del mayor, aún más por
el hecho que a pesar de su apariencia de chico rebelde, dado por su semblante,
aún era alguien muy amable con él, como si él mismo fuese su superior a pesar
de su edad.
-Ve a ducharte Takaki, yo acabaré de secar mi cuerpo y vestirme,-
dijo tranquilamente mientras seguía usando
la toalla que traía sobre sus hombros para absorber el agua que aún
resbalaba de sus cabellos.
El mayor entraba al cuarto de baño para comenzar a quitarse
la ropa para así poder ducharse, ya que a pesar de que él no se preocupaba
tanto por su apariencia como lo hacía su joven amigo, durante aquél día había
sido él quien había trabajado al tener siempre que atender a su acompañante,
con su peinado, sus ropas e incluso el hecho de que su aliento fuera fresco y
bueno para el momento en que pudiera saludar, a su dichoso y amado Ohno
Satoshi. Para su fortuna aquél hotel era de buena calidad y ofrecía un buen
complemento sobre los artículos para baño pues daban un envase del tamaño
apropiado para maleta de viaje lleno de champú con un buen aroma junto con otro
de acondicionador como complemento del anterior, teniendo también buen aroma y
siendo bastante útil, además de un jabón de tocador con su tamaño regular. El
aroma que despedían los productos era bastante relajantes y le ayudaban a
olvidar por momento el ajetreo que pasó
durante todo el día. Sin embargo, al momento de terminar de asear su cuerpo y
salir por aquella puerta que daba directamente al resto de la habitación, debía
encontrarse nuevamente con su acompañante y con ello rememorar todo lo que
había acontecido anteriormente. Apenas salir del cuarto de baño después de
secar su cuerpo y vestir la bata que les brindaba el hotel,
apenas cruzar la puerta se encontró con un Chinen recostado sobre la cama, como
si estuviera esperando por él, sin embargo ignoró esto para poder concentrarse en secar sus propios cabellos aunque sin
darse cuenta, Yuri había puesto sus manos sobre la toalla que estaba usando
para esta acción.
-Yo termino con esto Yuya, tú no te preocupes.- Le susurró
detrás de una de sus orejas, ocasionando que su propio aliento chocase contra
ella, haciendo estremecer a este.
-No es necesario Chinen, yo puedo hacerlo solo.
-Pero yo quiero hacerlo, te tomaste muchas molestias por mí
hoy, así que por favor, déjame hacerlo.- Apegó su propio pecho contra la
espalda del mayor, teniendo ahora una distancia nula entre el cuerpo de ambos,
salvo la ropa que había entre ellos, sin embargo su calor corporal era
claramente notorio para el otro.
-Está bien, ¡Hazlo si tanto quieres!- Usaba un tono de clara
molestia en su voz aunque realmente no lo estaba ni en lo más mínimo,
simplemente quería que el otro se concentrara en algo más fuera de sus propias
respuestas o el nerviosismo que había en
su voz. Sin saber desde qué momento, el menor le ponía excesivamente nervioso,
aún más cuando podía sentir claramente un palpitar, sin poder identificar si
era proveniente del menor o era su propio corazón el que latía con tanta fuerza
que pareciera quería salir de su pecho.
Chinen sin prestar demasiada atención en lo que el mayor
hacía o decía, comenzó a realmente buscar que el mayor quitara del todo la poca
ropa que traía encima, pues realmente quería ver su cuerpo sin nada que pudiera
impedir tocar directamente la piel ajena con sus propias manos y así poder
hacer que su compañero se sintiese mejor.
- Estás muy tenso, Yuya.- Susurraba mientras el mencionado
se tensionaba notablemente.
-Chinen te recuerdo que únicamente necesitaba de tu ayuda
para secar mi cabello.- Decía de un nervioso tal hasta el punto de sonrojarse y
con ello desviar su mirada.
-Lo sé, pero simplemente te quería ayudar,- detenía sus
manos totalmente sobre los hombros del mayor, sin tener ya intenciones de
básicamente desnudarle.- Bien, únicamente haré lo que me has pedido ¿Te parece
bien?- Recibió solamente un asentimiento de parte de la cabeza del más alto de
manera casi mecánica, a pesar de que quiso hacerlo como si no hubiera problema
alguno, el más bajo miraba entretenido la escena, pues realmente le divertía de
sobremanera aquél asunto. Sinceramente, él mismo lo había arrastrado hasta ese lugar, a ese
preciso instante con el fin de “agradecerle” por su ayuda durante todo el día.
-Por cierto Chinen, ¿Por qué no te has vestido como me has
dicho antes que harías?
-¿Qué más da si puedo quedarme de esta forma hasta mañana
temprano? Tenía mucho calor, eso es todo.
-Pero ten algo de pudor, sé que somos buenos amigos, pero
eso no significa que nos tengamos que ver el uno al otro así, mejor vístete y
yo mismo secaré mi cabello, no te preocupes.- Se sonrió para intentar convencer
al menor de hacer lo que le sugería.
-¿Pero de qué hablas? Tú podrías dormir bien al igual que yo
usando solamente la bata que nos han dado, no te preocupes.- Soltó sin más, ya
que no tenía planeado ni deseaba que su compañero se vistiera tan pronto.- Por
cierto ¿Te habías dado cuenta de eso
cuando entramos?- Preguntaba entusiasmado, recargando su cuerpo contra la
espalda de su acompañante, mientras le señalaba con su índice lo que
evidentemente era un tubo para poledance,
cuando el mayor fijó su mirada en lo que le era mostrado, no pudo evitar
sonrojarse.
- ¿Eh? ¿Qué hace algo
así aquí? – Preguntaba mientras desviaba del todo su mirada para así, intentar
desvanecer el rubor que surcaba sus mejillas, pero este empeoró al escuchar la
voz de Chinen soltar una carcajada.-
¡Chi-Chinen! – Mencionó casi como un reproche.
-Tranquilo, no me burlo de ti o algo así, es solo que pienso
que todos los hoteles estaban realmente abarrotados y aquí que nos dieron lo
que tenían libre, pero además de ser un hotel prestigioso, no se nos informó
que también era un hotel del amor.- Aún reía a carcajada suelta de lo cómico
que le parecía que el hotel les hubiera otorgado una habitación que se suponía que
era solo para parejas, sin contar que les hayan cobrado el mismo precio que una
habitación que estuviera en la parte más lujosa del hotel.
-¿Seguro que es por eso?,- cuestionaba aún con inseguridad,
al no creer del todo lo que su amigo le decía.
-De verdad, después de todo, no creo que esté bien sujeto.-
Menciona antes de ponerse de pie y caminar hasta el tubo que se encontraba
situado en una orilla de la habitación, en dónde apoyó su mano izquierda en el
cromado tubular de acero inoxidable que tenía al frente y colocó uno de sus
pies sobre el adorno que simulaba ser una base para este, pues planeaba hacer
un espectáculo al más puro estilo poledance y de lo más atrevido que pudiese
para su acompañante. Sin pena alguna de tener a su amigo delante de sí, entando
ambos en bata y él mismo, con ninguna prenda debajo de esta. Con ayuda de sus manos
comenzó a subir por el tubo hasta la mitad de este dónde aprovechaba para lucir
todo lo posible de sus piernas, enredándola estas a este antes de rozarlas
entre ellas, que si bien eran cortas estaban bien torneadas, intentado así
provocar una mayor reacción de parte del mayor, hasta que llegó a una altura
adecuada para poder bajar del todo, apresurándose un poco al notar la expresión
del otro. -¿Qué ocurre Yuya?-Usaba un tono travieso en su voz, pues sabía que
era algo que al otro ponía nervioso cosa que le regocijaba y divertía.
-¡¿Por qué no traes ropa interior?!- Totalmente alterado se
puso de pie para así remarcar tanto su punto además de su incredulidad de lo en
desacuerdo que estaba, y al notar que había bajado del todo de dónde estaba y
por su propia cuenta se acercaba hasta él, colocó sus manos sobre los hombros
del menor para así comenzar a zarandearlo.
-Hace mucho calor, además de que no he escuchado alguna
queja de tu parte, a pesar de que no estaba viendo directamente, pude sentir
perfectamente tu mirada aquí.- Dicho esto se dio la media vuelta para así
quitar las manos ajenas de sus propios hombros y levantar la parte de la tela
que cubría su desnudo trasero, enseñando este al más alto mientras se propinaba
a sí mismo unas delicadas nalgadas con el fin de provocarlo.
-No Chinen, si mi vista se enfocó en ese lugar fue
coincidencia. Yo estaba muy preocupado por ti, que a lo que te subiste
realmente estuviera inestable como decías, solamente estaba velando por tu
bienestar.- Aseguró de manera firme, aunque esto no llevaba a que aquél color
rojo encendido de su rostro volviera a la normalidad, así como tampoco el
latido de su corazón y frecuencia respiratoria seguían alterados.
-¿Estabas preocupado por mí- sonrió complacido ante lo
recientemente declarado,- o realmente esperas algo más de mi parte?- arqueaba
una de sus cejas al formular tal cosa.
-¿Qué más podría esperar además de la siempre fiel amistad?-
Al hacer esta pregunta sintió como las manos del menor lo empujaban sutilmente
a la cama, con el único fin de obligarle a que se sentara sobre esta para así
colocarse él mismo a horcajadas sobre las piernas del otro, usando las yemas de
sus dedos para tocar la parte interna de los muslos ajenos , llegando a
recorrer esta parte hasta que llegó a una
cercanía peligrosa al estar tan cerca de la entrepierna del más alto,
ocasionando que este se sobresaltara al darse cuenta de lo que realmente estaba
sucediendo, volviendo a encender sus mejillas con un brillante color rojo.
-Podrías esperar muchas cosas más, mi querido Yuya.- Murmuró
antes de colocar ambas manos sobre los hombros ajenos y así acercarse hasta
besar delicadamente sus labios, en cuanto estuvieron unidos, usó sus manos para
comenzar a quitar la ropa ajena siendo su voluntad era lo que reinaba en aquél
momento la habitación.
-¿Qué haces Chine…?- No pudo terminar ya que sus labios
fueron silenciados por un nuevo beso de parte del menor, sin pensar más en el
asunto, Takaki simplemente se dejó llevar y siguió con el contacto y roce con
los labios ajenos, después de todo y siendo sincero consigo mismo, el menor le
atraía y aunque estaba consciente de que ambos eran hombres, además de la
diferencia de edad que había, simplemente se dejaría llevar por algo que
anhelaba y que fue iniciado por alguien que no podría reclamarle, pues había
sido por su iniciativa que todo esto estaba ocurriendo.
De un momento a otro, Chinen había terminado su labor de quitar la estorbosa tela que se
interponía entre ambos, ya que al tener su propia piel expuesta al tener
abierta la bata podía notar directamente la cálida piel del otro, pero aún no
le daría la satisfacción de quitarse del todo la poca privacidad que le
quedaba, después de todo quería estar seguro de que no se negaría de ningún
modo a sus propios deseos.
-Yuya, corrígeme si me equivoco, pero… ¿No crees necesitar
algo de ayuda con esto?- Pronunciaba con un claro tono seductor en cada palabra,
pronunciando estas últimas con su mano que había comenzado a estimular el ya
claramente erecto miembro ajeno, mientras que utilizaba su otra mano en
acariciar suavemente el rostro con la yema de su dedo índice mientras se
sonreía gentilmente.
-No te equivocas, necesito ayuda.- Contestó colocando su
mano sobre la ajena, para así conducir el ritmo que esta debía llevar al
estimular su pene al igual que la presión que ejercía sobre él.
-¿Esta es la única forma en la que te puedo ayudar?
-Acaso ¿se te ocurre alguna mejor manera, Yuri?
-Me alegra que hagas esa pregunta.- Ronroneó antes de
quitarse del todo la bata y tirando esta al suelo.- Tú quédate quieto, yo haré
lo necesario para solucionar este problema TAN duro que tienes.- Decía
acentuando su conocimiento sobre el estado del pene ajeno, ya que desde hacía
rato este estaba segregando liquido pre-eyaculatorio, el cual estaba casi
imperceptiblemente turbio, siendo más que obvio que pronto llegaría a su límite
y pronto dejaría salir todo su semen.
Sin poder resistirse más a sus propios deseos, Chinen
comenzó a montarse gustosamente sobre el miembro erecto que tenía frente a él,
tomándolo del todo dentro de su propio cuerpo con facilidad, ya que su cuerpo
evidentemente estaba excitado haciéndole más fácil la entrada debido a la
lubricación de ambos. Takaki sintió el palpitar constante de las paredes
internas del menor en cuanto entró, dejando salir un jadeo que se aunó con un gemido por parte del
menor.
Yuya miraba perplejo al más bajo, a quien consideraba ahora
su amante, quien saltaba con enérgico ímpetu sobre su pene, dejándose él mismo
hacer sin oponer resistencia alguna, pues este ofrecía sus manos para que este
se apoyara en ellas y así pudiera impulsarse más fácilmente para sacar su falo,
para después dejarse caer de golpe contra el aún urgido miembro que entraba con facilidad.
-Yuri… ¿Realmente esto va a desaparecer mi problema? Porque
creo que simplemente ¡Ahrg! … Lo has vuelto peor,- musitaba al notar que su
propio pene se había vuelto más grueso dentro de las paredes del recto del
menor.
-Umn…Claro que estoy seguro, de paso anghhh… me ayudarás a
mí…- Afirmó aún auto penetrándose con el falo del más alto, sintiendo en cada
estocada, al tiempo de sentir su propio miembro se balanceaba en el aire, al
estar firmemente erecto y rozando constantemente ocasionando que, su excitación
creciera al igual que sus ansias por aquello.
Al poco rato fue Takaki quien sometía al otro quedando
debajo de él, comenzando a entrar más cómodamente dentro de su recto, sin
contar que le había forzado en solamente sostener su propio peso en sus
rodillas y antebrazos, dejándole en cuatro para tener más facilidad al
penetrarle sin contar que de esa forma podía poner más ímpetu a cada estocada,
las cuales era más intentas y profundas de esa manera. Más pronto que tarde
Chinen acomodó su cabeza para así poder besar al mayor sin abandonar su
posición, para así estar cómodo más aquél beso que compartían terminó pronto ya
que no podían inhalar el suficiente oxígeno que exigían sus pulmones, siguiendo
llenado la habitación con gemidos, jadeos y el rechinar constante que producía
la cama.
-Yu…Yuri… ahhh… Si sigues así… Nnghh- No pudo terminar de
advertir al otro, ya que este, suponiendo lo que quería avisar, comenzó a
moverse por sí mismo a un ritmo acelerado y bastante placentero para el otro,
para que así tenerlo del todo dentro comenzaba a moverse de tal forma que el
más alto sintiera del todo sus paredes internas, y en cada embestida que se
daba a sí mismo, se podían escuchar la forma en que la pelvis del mayor y sus
glúteos chocaban entre sí, terminando en el mayor eyaculando dentro del cuerpo
ajeno, seguido por Chinen quién terminó sobre la superficie del colchón de la
cama.
Aún después de que había eyaculado, el más bajo seguía
sonriendo con satisfacción al notar como el semen ajeno iba saliendo de a poco
de su interior, aun teniendo el miembro ajeno dentro de su cuerpo, antes de que
el mayor saliera de su interior. Chinen no pudo evitar hacer de las suyas y no
pudo evadir la tentación de apretar su interior por el mero placer, delicia y
satisfacción de sentir su interior lleno a su totalidad de quien tanto había
sido de ayuda ese día, tanto en su pequeño paseo para conocer en persona a
quien tanto admiraba, como en sacar a flote su lado más primitivo al estar
inundado en placer y lujuria. El más alto, al salir del todo del cuerpo ajeno,
pudo notar que realmente había eyaculado demasiado dentro del cuerpo ajeno lo
que le produjo, sin poder evitarlo, una sonrisa traviesa antes de que quedaran
uno recostado a lado del otro, Takaki siendo el que miraba al techo mientras
intentaba recuperar el aliento y el otro mirándolo de reojo antes de recostarse
bocarriba.
-Estuviste asombroso Yuya, quizá deberíamos repetir esto
pronto ¿Qué te parece la siguiente semana?
-Por favor Chinen, estuvo rico, lo admito pero no se volverá
a repetir, no estoy interesado en los chicos. Tú y yo sabemos que esto fue no
más que un simple error.- Decía mientras alcanzaba el pantalón que antes
portaba, en el que rebuscó en sus bolsillos mientras el más pequeño de los
presentes lo miraba con diversión en su mirada, al pensar en las palabras del
mayor que antes le había escuchado a pesar de que había eyaculado alegremente
dentro de su cuerpo, pues saber eso y haber escuchado las palabras escupidas
hacía él con tanta seguridad y repudio le parecía algo bastante contradictorio,
y ahora lo veía encontrar una cajetilla de cigarrillos, de dónde sacó uno de
estos para encenderlo y fumarlo, como si intentara así tranquilizar a su propia
mente.
-¿Sabes Yuya? Dicen que un cigarrillo sabe a gloria justo
después de haber disfrutado de una buena sesión de sexo, y no es por alardear,
pero sé que soy increíblemente bueno en ello,- murmura antes de arrebatarle el
cigarrillo de entre los labios del otro para así llevarlo a los propios y
empezar a inhalar aquél humo tan tóxico que era a la vez en extremo relajante.-
Ummngh- expresaba con satisfacción
mientras dejaba escapar el humo de su boca.- Delicioso.- Agregó antes de volver a tomar otra bocanada de humo
aquél cilindro relleno con tabaco que le
pertenecía al mayor, quien le miraba del todo absorto.
-¿Desde cuándo aprendiste a fumar?
-¿Acaso eso importa? –Le miraba de forma retadora antes de
ofrécele de vuelta lo que antes le había arrebatado de los labios.-Toma, veo
que no te agrada demasiado la idea de compartir.- Al ser ofrecido lo que antes
le había sido arrebatado, Takaki simplemente lo tomó entre sus dedos índice y
medio para llevarlo de vuelta a su boca y halar una bocanada de humo antes de
besar al menor con suavidad sobre sus labios.
-Entonces ¿Realmente quieres esperar a la siguiente semana
para poder repetir? Yo tenía pensado tomar la segunda ronda pronto sin importar el hecho de que no me hayas
hecho caso, después de todo te vez realmente muy sexy fumando, sin embargo, no
permitiré que lo hagas en mi presencia, es mejor que ocupes tus lacios con los
míos y no alrededor de un tubito de cáncer.
-Lo mismo digo Yuya, acepto tu propuesta. Tengamos sexo de
nuevo y no quiero que al terminar con eso te pongas a fumar, así que mejor
bésame a mí en lugar de intoxicarte de esa manera, ¿trato? – Ofreció su diestra
para así poder cerrar el trato la cual fue estrechada por el mayor mientras apagaba el cigarrillo
del todo, antes de poder besar a Chinen mientras comenzaban un nuevo jugueteo
entre sus cuerpos, para después comenzar a volver a sentir el deseo
irrefrenable por el otro y así acabando nuevamente por tener relaciones sexuales,
pero esta vez había más comunicación entre ambos, sin contar de complicidad y
con ello mucho más deseo.
FIN
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