19 oct 2019

Bocanadas De Pasión.


-Es un vicio muy feo Chinen, no deberías seguir mi ejemplo, mejor ni aprendas a fumar.- Advertía Takaki a su compañero de baja estatura.

-Yuya, no estoy para que me sermonees…- Murmuraba Chinen al más alto, quién solamente soltó una risita traviesa, que al llegar a penetrar en los oídos del otro, ocasionó que reaccionara dando un golpe suave con su puño sobre el brazo ajeno.

-Lo siento, es la costumbre además, como soy mayor que tú, debería aconsejarte para hacerte un hombre de bien, es ese el único motivo que tuve para advertirte sobre fumar, solo trato de cuidarte Chinen.- Le comentaba mientras ambos se dirigían a un hotel en el cual se hospedarían esa noche, después de todo no les alcanzaría el tiempo como para esperar como para regresar a su distrito y dentro de poco dejarían de salir los trenes sin contar las pocas ganas que tenían de caminar tanto como para llegar a la casa de cada uno. Se habían alejado de casa, si bien era por una tontería, era un asunto totalmente importante para el más joven, una firma de autógrafos personalizados por el afamado Ohno Satoshi, miembro de Arashi, una agrupación musical  extensamente reconocida por todo el Japón. Chinen era un gran fanático de este grupo, principalmente del líder de este, quien era quien estaría ahí, pero no quería ni podía ir solo, primeramente porque era casi seguro que compraría cosas, lo cual sí hizo, y no podía ni quería cargar con ellas, después de todo, iba a ver en persona a Ohno y debía de ir perfecto, sin una gota de sudor,  o un solo cabello fuera de lugar. Todo había salido tal y como había planeado gracias a que había llevado a Takaki con él, pues era alguien bastante servicial aun cuando él mismo era más bien alguien muy caprichoso algunas veces, pues en aquella ocasión le pidió al mayor una y mil veces que arreglara adecuadamente su peinado, que se fijara si olía bien, su aliento, si tenía sus ojos normales y no se habían enrojecido  a causa del viento. Yuya realmente se había portado bien ese día y debía recompensárselo de alguna manera, fuera cual fuera esta.

-Lo sentimos pero, hoy estamos llenos a un cien por ciento y la única habitación que nos queda tiene únicamente una cama la cual es de tamaño matrimonial, tómelo o déjelo.- Comunicaba la recepcionista de aquél hotel.

-Denos esa habitación,- insistió Chinen a la mujer.

-Pero Yuri, es una sola cama en la habitación.

-Ya lo sé, Yuyan, pero ya fuimos a todos los hoteles aledaños y es el único que al menos tienen una vacante, no seas tiquismiquis y quedémonos aquí.- Insistía el más bajo de los dos a lo que Takaki resopló, el menor tenía razón después de todo.

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Chinen secaba su cabello con una toalla que les daba el hotel, pues acababa de salir de tomar una ducha, al salir de él llevaba consigo una bata que les había facilitado el hotel y a pesar de que realmente no le gustaba salir tan abrigado de una ducha, era necesario en aquella ocasión y lugar.

-¿Ya puedo entra a ducharme yo, Chinen?- Cuestionaba el mayor con impaciencia, pues el más bajo había tardado bastante tiempo, a lo que este simplemente reía divertido al tiempo que asentía con su cabeza, le divertía demasiado la desesperación que se veía de parte del mayor, aún más por el hecho que a pesar de su apariencia de chico rebelde, dado por su semblante, aún era alguien muy amable con él, como si él mismo fuese su superior a pesar de su edad.

-Ve a ducharte Takaki, yo acabaré de secar mi cuerpo y vestirme,- dijo tranquilamente mientras seguía usando  la toalla que traía sobre sus hombros para absorber el agua que aún resbalaba de sus cabellos.

El mayor entraba al cuarto de baño para comenzar a quitarse la ropa para así poder ducharse, ya que a pesar de que él no se preocupaba tanto por su apariencia como lo hacía su joven amigo, durante aquél día había sido él quien había trabajado al tener siempre que atender a su acompañante, con su peinado, sus ropas e incluso el hecho de que su aliento fuera fresco y bueno para el momento en que pudiera saludar, a su dichoso y amado Ohno Satoshi. Para su fortuna aquél hotel era de buena calidad y ofrecía un buen complemento sobre los artículos para baño pues daban un envase del tamaño apropiado para maleta de viaje lleno de champú con un buen aroma junto con otro de acondicionador como complemento del anterior, teniendo también buen aroma y siendo bastante útil, además de un jabón de tocador con su tamaño regular. El aroma que despedían los productos era bastante relajantes y le ayudaban a olvidar  por momento el ajetreo que pasó durante todo el día. Sin embargo, al momento de terminar de asear su cuerpo y salir por aquella puerta que daba directamente al resto de la habitación, debía encontrarse nuevamente con su acompañante y con ello rememorar todo lo que había acontecido anteriormente. Apenas salir del cuarto de baño después de secar su cuerpo  y  vestir la bata que les brindaba el hotel, apenas cruzar la puerta se encontró con un Chinen recostado sobre la cama, como si estuviera esperando por él, sin embargo ignoró esto para poder concentrarse  en secar sus propios cabellos aunque sin darse cuenta, Yuri había puesto sus manos sobre la toalla que estaba usando para esta acción.

-Yo termino con esto Yuya, tú no te preocupes.- Le susurró detrás de una de sus orejas, ocasionando que su propio aliento chocase contra ella, haciendo estremecer a este.

-No es necesario Chinen, yo puedo hacerlo solo.

-Pero yo quiero hacerlo, te tomaste muchas molestias por mí hoy, así que por favor, déjame hacerlo.- Apegó su propio pecho contra la espalda del mayor, teniendo ahora una distancia nula entre el cuerpo de ambos, salvo la ropa que había entre ellos, sin embargo su calor corporal era claramente notorio para el otro.  

-Está bien, ¡Hazlo si tanto quieres!- Usaba un tono de clara molestia en su voz aunque realmente no lo estaba ni en lo más mínimo, simplemente quería que el otro se concentrara en algo más fuera de sus propias respuestas o el nerviosismo  que había en su voz. Sin saber desde qué momento, el menor le ponía excesivamente nervioso, aún más cuando podía sentir claramente un palpitar, sin poder identificar si era proveniente del menor o era su propio corazón el que latía con tanta fuerza que pareciera quería salir de su pecho.

Chinen sin prestar demasiada atención en lo que el mayor hacía o decía, comenzó a realmente buscar que el mayor quitara del todo la poca ropa que traía encima, pues realmente quería ver su cuerpo sin nada que pudiera impedir tocar directamente la piel ajena con sus propias manos y así poder hacer que su compañero se sintiese mejor.

- Estás muy tenso, Yuya.- Susurraba mientras el mencionado se tensionaba notablemente.

-Chinen te recuerdo que únicamente necesitaba de tu ayuda para secar mi cabello.- Decía de un nervioso tal hasta el punto de sonrojarse y con ello desviar su mirada.

-Lo sé, pero simplemente te quería ayudar,- detenía sus manos totalmente sobre los hombros del mayor, sin tener ya intenciones de básicamente desnudarle.- Bien, únicamente haré lo que me has pedido ¿Te parece bien?- Recibió solamente un asentimiento de parte de la cabeza del más alto de manera casi mecánica, a pesar de que quiso hacerlo como si no hubiera problema alguno, el más bajo miraba entretenido la escena, pues realmente le divertía de sobremanera aquél asunto. Sinceramente, él mismo  lo había arrastrado hasta ese lugar, a ese preciso instante con el fin de “agradecerle” por su ayuda durante todo el día.

-Por cierto Chinen, ¿Por qué no te has vestido como me has dicho antes que harías?

-¿Qué más da si puedo quedarme de esta forma hasta mañana temprano? Tenía mucho calor, eso es todo.

-Pero ten algo de pudor, sé que somos buenos amigos, pero eso no significa que nos tengamos que ver el uno al otro así, mejor vístete y yo mismo secaré mi cabello, no te preocupes.- Se sonrió para intentar convencer al menor de hacer lo que le sugería.

-¿Pero de qué hablas? Tú podrías dormir bien al igual que yo usando solamente la bata que nos han dado, no te preocupes.- Soltó sin más, ya que no tenía planeado ni deseaba que su compañero se vistiera tan pronto.- Por cierto ¿Te  habías dado cuenta de eso cuando entramos?- Preguntaba entusiasmado, recargando su cuerpo contra la espalda de su acompañante, mientras le señalaba con su índice lo que evidentemente era un tubo para poledance, cuando el mayor fijó su mirada en lo que le era mostrado, no pudo evitar sonrojarse.

-  ¿Eh? ¿Qué hace algo así aquí? – Preguntaba mientras desviaba del todo su mirada para así, intentar desvanecer el rubor que surcaba sus mejillas, pero este empeoró al escuchar la voz de Chinen soltar  una carcajada.- ¡Chi-Chinen! – Mencionó casi como un reproche.

-Tranquilo, no me burlo de ti o algo así, es solo que pienso que todos los hoteles estaban realmente abarrotados y aquí que nos dieron lo que tenían libre, pero además de ser un hotel prestigioso, no se nos informó que también era un hotel del amor.- Aún reía a carcajada suelta de lo cómico que le parecía que el hotel les hubiera otorgado una habitación que se suponía que era solo para parejas, sin contar que les hayan cobrado el mismo precio que una habitación que estuviera en la parte más lujosa del hotel.

-¿Seguro que es por eso?,- cuestionaba aún con inseguridad, al no creer del todo lo que su amigo le decía.

-De verdad, después de todo, no creo que esté bien sujeto.- Menciona antes de ponerse de pie y caminar hasta el tubo que se encontraba situado en una orilla de la habitación, en dónde apoyó su mano izquierda en el cromado tubular de acero inoxidable que tenía al frente y colocó uno de sus pies sobre el adorno que simulaba ser una base para este, pues planeaba hacer un espectáculo al más puro estilo poledance y de lo más atrevido que pudiese para su acompañante. Sin pena alguna de tener a su amigo delante de sí, entando ambos en bata y él mismo, con ninguna prenda debajo de esta. Con ayuda de sus manos comenzó a subir por el tubo hasta la mitad de este dónde aprovechaba para lucir todo lo posible de sus piernas, enredándola estas a este antes de rozarlas entre ellas, que si bien eran cortas estaban bien torneadas, intentado así provocar una mayor reacción de parte del mayor, hasta que llegó a una altura adecuada para poder bajar del todo, apresurándose un poco al notar la expresión del otro. -¿Qué ocurre Yuya?-Usaba un tono travieso en su voz, pues sabía que era algo que al otro ponía nervioso cosa que le regocijaba y divertía.

-¡¿Por qué no traes ropa interior?!- Totalmente alterado se puso de pie para así remarcar tanto su punto además de su incredulidad de lo en desacuerdo que estaba, y al notar que había bajado del todo de dónde estaba y por su propia cuenta se acercaba hasta él, colocó sus manos sobre los hombros del menor para así comenzar a zarandearlo.

-Hace mucho calor, además de que no he escuchado alguna queja de tu parte, a pesar de que no estaba viendo directamente, pude sentir perfectamente tu mirada aquí.- Dicho esto se dio la media vuelta para así quitar las manos ajenas de sus propios hombros y levantar la parte de la tela que cubría su desnudo trasero, enseñando este al más alto mientras se propinaba a sí mismo unas delicadas nalgadas con el fin de provocarlo.

-No Chinen, si mi vista se enfocó en ese lugar fue coincidencia. Yo estaba muy preocupado por ti, que a lo que te subiste realmente estuviera inestable como decías, solamente estaba velando por tu bienestar.- Aseguró de manera firme, aunque esto no llevaba a que aquél color rojo encendido de su rostro volviera a la normalidad, así como tampoco el latido de su corazón y frecuencia respiratoria seguían alterados.

-¿Estabas preocupado por mí- sonrió complacido ante lo recientemente declarado,- o realmente esperas algo más de mi parte?- arqueaba una de sus cejas al formular tal cosa.

-¿Qué más podría esperar además de la siempre fiel amistad?- Al hacer esta pregunta sintió como las manos del menor lo empujaban sutilmente a la cama, con el único fin de obligarle a que se sentara sobre esta para así colocarse él mismo a horcajadas sobre las piernas del otro, usando las yemas de sus dedos para tocar la parte interna de los muslos ajenos , llegando a recorrer esta parte hasta que llegó  a una cercanía peligrosa al estar tan cerca de la entrepierna del más alto, ocasionando que este se sobresaltara al darse cuenta de lo que realmente estaba sucediendo, volviendo a encender sus mejillas con un brillante color rojo.

-Podrías esperar muchas cosas más, mi querido Yuya.- Murmuró antes de colocar ambas manos sobre los hombros ajenos y así acercarse hasta besar delicadamente sus labios, en cuanto estuvieron unidos, usó sus manos para comenzar a quitar la ropa ajena siendo su voluntad era lo que reinaba en aquél momento la habitación.

-¿Qué haces Chine…?- No pudo terminar ya que sus labios fueron silenciados por un nuevo beso de parte del menor, sin pensar más en el asunto, Takaki simplemente se dejó llevar y siguió con el contacto y roce con los labios ajenos, después de todo y siendo sincero consigo mismo, el menor le atraía y aunque estaba consciente de que ambos eran hombres, además de la diferencia de edad que había, simplemente se dejaría llevar por algo que anhelaba y que fue iniciado por alguien que no podría reclamarle, pues había sido por su iniciativa que todo esto estaba ocurriendo.

De un momento a otro, Chinen había terminado  su labor de quitar la estorbosa tela que se interponía entre ambos, ya que al tener su propia piel expuesta al tener abierta la bata podía notar directamente la cálida piel del otro, pero aún no le daría la satisfacción de quitarse del todo la poca privacidad que le quedaba, después de todo quería estar seguro de que no se negaría de ningún modo a sus propios deseos.

-Yuya, corrígeme si me equivoco, pero… ¿No crees necesitar algo de ayuda con esto?- Pronunciaba con un claro tono seductor en cada palabra, pronunciando estas últimas con su mano que había comenzado a estimular el ya claramente erecto miembro ajeno, mientras que utilizaba su otra mano en acariciar suavemente el rostro con la yema de su dedo índice mientras se sonreía gentilmente.

-No te equivocas, necesito ayuda.- Contestó colocando su mano sobre la ajena, para así conducir el ritmo que esta debía llevar al estimular su pene al igual que la presión que ejercía sobre él.

-¿Esta es la única forma en la que te puedo ayudar?

-Acaso ¿se te ocurre alguna mejor manera, Yuri?

-Me alegra que hagas esa pregunta.- Ronroneó antes de quitarse del todo la bata y tirando esta al suelo.- Tú quédate quieto, yo haré lo necesario para solucionar este problema TAN duro que tienes.- Decía acentuando su conocimiento sobre el estado del pene ajeno, ya que desde hacía rato este estaba segregando liquido pre-eyaculatorio, el cual estaba casi imperceptiblemente turbio, siendo más que obvio que pronto llegaría a su límite y pronto dejaría salir todo su semen.

Sin poder resistirse más a sus propios deseos, Chinen comenzó a montarse gustosamente sobre el miembro erecto que tenía frente a él, tomándolo del todo dentro de su propio cuerpo con facilidad, ya que su cuerpo evidentemente estaba excitado haciéndole más fácil la entrada debido a la lubricación de ambos. Takaki sintió el palpitar constante de las paredes internas del menor en cuanto entró, dejando salir un jadeo  que se aunó con un gemido por parte del menor.

Yuya miraba perplejo al más bajo, a quien consideraba ahora su amante, quien saltaba con enérgico ímpetu sobre su pene, dejándose él mismo hacer sin oponer resistencia alguna, pues este ofrecía sus manos para que este se apoyara en ellas y así pudiera impulsarse más fácilmente para sacar su falo, para después dejarse caer de golpe contra el aún urgido miembro que  entraba con facilidad.

-Yuri… ¿Realmente esto va a desaparecer mi problema? Porque creo que simplemente ¡Ahrg! … Lo has vuelto peor,- musitaba al notar que su propio pene se había vuelto más grueso dentro de las paredes del recto del menor.

-Umn…Claro que estoy seguro, de paso anghhh… me ayudarás a mí…- Afirmó aún auto penetrándose con el falo del más alto, sintiendo en cada estocada, al tiempo de sentir su propio miembro se balanceaba en el aire, al estar firmemente erecto y rozando constantemente ocasionando que, su excitación creciera al igual que sus ansias por aquello.

Al poco rato fue Takaki quien sometía al otro quedando debajo de él, comenzando a entrar más cómodamente dentro de su recto, sin contar que le había forzado en solamente sostener su propio peso en sus rodillas y antebrazos, dejándole en cuatro para tener más facilidad al penetrarle sin contar que de esa forma podía poner más ímpetu a cada estocada, las cuales era más intentas y profundas de esa manera. Más pronto que tarde Chinen acomodó su cabeza para así poder besar al mayor sin abandonar su posición, para así estar cómodo más aquél beso que compartían terminó pronto ya que no podían inhalar el suficiente oxígeno que exigían sus pulmones, siguiendo llenado la habitación con gemidos, jadeos y el rechinar constante que producía la cama.

-Yu…Yuri… ahhh… Si sigues así… Nnghh- No pudo terminar de advertir al otro, ya que este, suponiendo lo que quería avisar, comenzó a moverse por sí mismo a un ritmo acelerado y bastante placentero para el otro, para que así tenerlo del todo dentro comenzaba a moverse de tal forma que el más alto sintiera del todo sus paredes internas, y en cada embestida que se daba a sí mismo, se podían escuchar la forma en que la pelvis del mayor y sus glúteos chocaban entre sí, terminando en el mayor eyaculando dentro del cuerpo ajeno, seguido por Chinen quién terminó sobre la superficie del colchón de la cama.

Aún después de que había eyaculado, el más bajo seguía sonriendo con satisfacción al notar como el semen ajeno iba saliendo de a poco de su interior, aun teniendo el miembro ajeno dentro de su cuerpo, antes de que el mayor saliera de su interior. Chinen no pudo evitar hacer de las suyas y no pudo evadir la tentación de apretar su interior por el mero placer, delicia y satisfacción de sentir su interior lleno a su totalidad de quien tanto había sido de ayuda ese día, tanto en su pequeño paseo para conocer en persona a quien tanto admiraba, como en sacar a flote su lado más primitivo al estar inundado en placer y lujuria. El más alto, al salir del todo del cuerpo ajeno, pudo notar que realmente había eyaculado demasiado dentro del cuerpo ajeno lo que le produjo, sin poder evitarlo, una sonrisa traviesa antes de que quedaran uno recostado a lado del otro, Takaki siendo el que miraba al techo mientras intentaba recuperar el aliento y el otro mirándolo de reojo antes de recostarse bocarriba.

-Estuviste asombroso Yuya, quizá deberíamos repetir esto pronto ¿Qué te parece la siguiente semana?

-Por favor Chinen, estuvo rico, lo admito pero no se volverá a repetir, no estoy interesado en los chicos. Tú y yo sabemos que esto fue no más que un simple error.- Decía mientras alcanzaba el pantalón que antes portaba, en el que rebuscó en sus bolsillos mientras el más pequeño de los presentes lo miraba con diversión en su mirada, al pensar en las palabras del mayor que antes le había escuchado a pesar de que había eyaculado alegremente dentro de su cuerpo, pues saber eso y haber escuchado las palabras escupidas hacía él con tanta seguridad y repudio le parecía algo bastante contradictorio, y ahora lo veía encontrar una cajetilla de cigarrillos, de dónde sacó uno de estos para encenderlo y fumarlo, como si intentara así tranquilizar a su propia mente.

-¿Sabes Yuya? Dicen que un cigarrillo sabe a gloria justo después de haber disfrutado de una buena sesión de sexo, y no es por alardear, pero sé que soy increíblemente bueno en ello,- murmura antes de arrebatarle el cigarrillo de entre los labios del otro para así llevarlo a los propios y empezar a inhalar aquél humo tan tóxico que era a la vez en extremo relajante.- Ummngh- expresaba con satisfacción  mientras dejaba escapar el humo de su boca.- Delicioso.- Agregó  antes de volver a tomar otra bocanada de humo aquél cilindro  relleno con tabaco que le pertenecía al mayor, quien le miraba del todo absorto.

-¿Desde cuándo aprendiste a fumar?

-¿Acaso eso importa? –Le miraba de forma retadora antes de ofrécele de vuelta lo que antes le había arrebatado de los labios.-Toma, veo que no te agrada demasiado la idea de compartir.- Al ser ofrecido lo que antes le había sido arrebatado, Takaki simplemente lo tomó entre sus dedos índice y medio para llevarlo de vuelta a su boca y halar una bocanada de humo antes de besar al menor con suavidad sobre sus labios.

-Entonces ¿Realmente quieres esperar a la siguiente semana para poder repetir? Yo tenía pensado tomar la segunda ronda pronto  sin importar el hecho de que no me hayas hecho caso, después de todo te vez realmente muy sexy fumando, sin embargo, no permitiré que lo hagas en mi presencia, es mejor que ocupes tus lacios con los míos y no alrededor de un tubito de cáncer.

-Lo mismo digo Yuya, acepto tu propuesta. Tengamos sexo de nuevo y no quiero que al terminar con eso te pongas a fumar, así que mejor bésame a mí en lugar de intoxicarte de esa manera, ¿trato? – Ofreció su diestra para así poder cerrar el trato la cual fue estrechada  por el mayor mientras apagaba el cigarrillo del todo, antes de poder besar a Chinen mientras comenzaban un nuevo jugueteo entre sus cuerpos, para después comenzar a volver a sentir el deseo irrefrenable por el otro y así acabando nuevamente por tener relaciones sexuales, pero esta vez había más comunicación entre ambos, sin contar de complicidad y con ello mucho más deseo.

FIN

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