26 nov 2022

Escape.

Ohno Satoshi apenas salía de una junta de la empresa para la que laburaba, como parte de una agrupación donde bailaba, cantaba, actuaba entre otras labores más, era su última junta, ya que pronto iba a pedir el permiso para poder dejar su trabajo dentro de la agrupación y solo seguir con la compañía únicamente como actor.

 

Lo único que realmente le pesaba a esas alturas era dejar a sus fans pero estaba seguro le comprenderían, ya que a su edad no era ni tan normal, ni tan fácil seguir como hasta el momento como miembro y líder de la agrupación. Aunque era verdad que también extrañaría a sus amigos y compañeros de agrupación; fueron tantos años y tantas cosas que aprendieron juntos que le era difícil.  

 

Pero debía admitir que en los últimos años una persona en especial había estado eclipsando del todo sus pensamientos y a pesar, le dolía el admitir que era menor que él. Antes de decir adiós a la empresa, quería arreglar unas cuantas cosas con esa persona, por lo que lo citó vía un corto mensaje de texto, solicitando que se encontrara con él, sabía muy bien que él era de su agrado, ya que desde hace mucho tiempo era consciente de que era él su mayor motivación para entrar en su misma compañía, e incluso había sido apoyo como bailarín en la parte de detrás de su grupo y por ello también sabía cuánto lo admiraba justamente a él.

 

Al momento de sentir que todo encajaba fue que comenzó a hacerse más cercano a él, y estaba seguro que pronto sería decidida su última fecha en la cual podría entrar dentro de las oficinas previo a graduarse, al menos con tanta normalidad como hasta ahora y por eso sabía que debía moverse rápidamente, si es que realmente deseaba aclarar las cosas con Chinen, pues debía admitir que el menor hacía un trabajo bastante bueno en cuanto a la actuación se trataba, y era un poco más visible que él mismo. Y era cierto que se sentía algo atraído por él, y no lo decía por su trabajo, ni mucho menos la actitud que tomaba cuando se encontraban frente a frente, no tenía nada que ver, pero debía admitir  que lo que más lo hipnotizaba de su persona era esa juventud, que si bien no permanecía del todo intacta era notable, realmente  lo era para él, además, en una ocasión había conseguido rozar ligeramente su piel, y era verdad lo que sus compañeros, varios de sus superiores, maquillistas e incluso ahora él lo había comprobado que tenía una piel bastante suave, con esto recientemente descubierto fue que decidió avanzar un poco más, con absoluto sigilo de no causar una atención exagerada sobre sí mismo, ni de parte del público o de sus superiores, así  como definitivamente no quería  crear desconfianza  en Chinen, a pesar de que sabía que difícilmente pasaría tal cosa ya que sabía el tipo de persona que era junto con que anteriormente había estado ganando su confianza y él mismo juraba que nunca pensó en tener una amistad tan cercana entre ellos.

 

Fue entonces que lo decidido, después de estar completamente seguro de su insistencia permanente hacía  él y la idea de ir juntos, solamente los dos por salir a beber algo, sin que necesariamente fuese parte del trabajo, que lo invitó de manera cordial a ese encuentro tan anhelado por su parte en un bar, que el mismo conocía y por lo tanto sabía que era seguro para visitar por dos celebridades como lo eran ellos, sabiendo que servían bebidas buenas y  no adulteradas que pudieran provocarle algún mal  a alguno de los dos.

 

-De verdad no puedo creer que hayamos creado en este corto tiempo lazos de amistad tan profundos, al punto en el que verdaderamente me permites ver su estado inconveniente de embriaguez, y además me des la oportunidad de poder beber a su lado. Muchas gracias.- Soltaba con la mayor claridad posible Chinen, a pesar del nerviosismo que se notaba sentía y eso mismo le hacía dudar de sus acciones, aunque pareciera ser como ese lugar y su presencia le hicieran estabilizar un poco sus alteradas emociones para de ese modo comportarse un poco más de recato.

 

-Es natural que esto haya terminado de este modo, después de todo pasamos mucho tiempo dentro de la compañía, además de que hemos tenido muchísimos trabajos y eventos conjuntos. Me alegro que este tipo de amistad se haya dado y mucho más con usted Chinen-san - Respondió mientras  antes de pedir las bebidas para ambos al tiempo que sintió la mirada fija sobre él, de parte de la persona sobre la que ya había trazado planes que  ya había comenzado a maquinar con absoluto sigilo. Llegadas las bebidas fue cuando ambos comenzaron a beber cada uno de su respectivo vaso, si bien a ambos les había gustado por igual el sabor y los efectos relajantes del licor que estaban bebiendo, era Ohno quién hacía pausas más prolongadas entre sorbo y sorbo, mientras era  el menor quién ya casi había terminado con la suya.

 

Cuando ambos terminaron su respectiva bebida, fue que el mayor quien expresamente  comenzó a evaluar la condición del menor, pues estaba a cargo de su bienestar, por lo que al haber examinado antes su  condición general, y con esto darse cuenta que se había emocionado de sobre manera a tal punto que olvido tener control sobre cuánto bebía y el menor acabó en completo estado inconveniente, si bien  este no se notaba de primera mano, realmente necesitaba a toda costa evitar que lo miraran demasiadas personas, ya que se notaba demasiado estaba subiendo demasiado su volumen de voz sin necesidad, sin contar su marcha ligeramente inestable en cuanto le sugirió que ambos fueran a un lugar más apartado, donde ambos pudieran desintoxicar un poco sus cuerpos para así poder volver a la normalidad Yuri aceptaba feliz la propuesta de Ohno pues era alguien muy apreciado él dentro de su vida y por lo tanto, estaba seguro de que nada malo le pasaría, por lo que gustosamente fue con él fuera del bar en el que habían estado bebiendo anteriormente, para así ir  a recomendación de Satoshi a cierto hotel, ya que era no tan caro así como bastante privado dado el trabajo de ambos.

 

-¿Seguro que estaremos bien en este lugar?- cuestionaba el menor con cierto temor, tanto por no agradar más al otro así como de ser el motivo de escándalos sí alguien inadecuado los miraba entrar a ese lugar juntos, como  el hecho de que realmente el mayor haya estado en ese lugar.

 

-Tranquilo, solo vamos a estar dentro un momento, después de que ambos nos repongamos saldremos y cada uno a sus propios asuntos y nadie tendría razones para decir nada acerca de alguno de nosotros.

 

-Está bien, creo en usted…Ohno-san.

 

Con algo de duda, así como algo de indecisión de parte del menor, ambos acabaron por entrar dentro del hotel, una vez dentro recibieron la indicación de ir prontamente a su habitación asignada, ya que al ser una época dónde las habitaciones estaban muy solicitadas, tanto así que el abandonar solo por un par de horas la habitación, daba la oportunidad de ser robada a pesar de la vigilancia más extrema de parte de los dueños del hotel de habían dado ocasiones en las cuales esto había ocurrido, si bien les era devuelto el dinero a quienes sufrieron de ese tipo de incidentes, no podían asegurar al ciento por ciento que se les resguardara el lugar en su habitación, era cierto que esto era muy mal visto pero siempre podían acudir a alguno de sus competidores, a pesar de su precio mucho más alto, pero no solían hacer nada más para poder resguardar sus reservas. Sin más  ambos entraron y fueron hasta su habitación, la número seis mil dos, si bien Chinen aún caminaba algo tambaleante por su embriagues ambos lograron llegar en tiempo y forma a la habitación.

 

-Ohno-san, ¿crees que podamos pasar aquí hasta tarde? No quisiera que algún conocido cercano me viera en estas condiciones tan temprano y aún menos siendo acompañado por mi propio ejemplo de lo que quiero ser más adelante.

 

-Muchas gracias, pero para nada soy algo de eso tan maravilloso que dices  de mí, aún me falta mucho por mejorar.- Dijo totalmente seguro de sí mismo, comenzando a sentir más atracción por el menor, a quien había empezado a caminar tan cerca del menor, que pudo percibir el olor natural de su cuerpo mezclado con el licor que anteriormente había ingerido.- Chinen-kun te propongo una relación más cercana entre los dos- dijo casi en un susurro, antes de que ambos se rindieran totalmente a los anhelos que sentían y eran más  vividos y fuertes al poder sentir el calor del cuerpo de su acompañante.

 

Chinen fue quien se atrevió a realmente romper la distancia entre ambos al comenzar a rozar la entrepierna del mayor pues realmente deseaba a ese hombre desde hacía muchos años, al notar como su acompañante no repudiaba en lo absoluto su toque ni su cercanía, da un paso más arriesgado al punto en el que tomó algo de impulso para poder prenderse de su cuello y así poder besar con delicadeza sus labios, lo cual Satoshi simplemente respondió de forma cálida al pasar su brazo detrás de la cintura ajena, rodeándolo del todo para quedar ambos unidos en un abrazo en medio del beso que el más bajo había comenzado, quien terminó por bajar sus manos de alrededor de su cuello hasta llegar a quedar sobre su pecho. Satoshi fue quién comenzó a  desprenderse de su propia ropa al sentir su cuerpo bastante acalorado, al punto de hacerse notorio al estar comenzando a sudar a tal grado que comenzaba a ser molesto por tener que apretar un poco la forma en que cerraba sus ojos para impedir así que su propio sudor entrase en contacto con sus ojos; con cuidado y rapidez utilizó  una de sus manos para así limpiar el tan estorboso sudor que tenía en su rostro, y al hacerlo pudo relajar su rostro, aprovechando para así  separarse un poco del más bajo y poder  quitarse sin problema alguno la mayoría de su ropa quedando solamente en ropa interior.

 

En cuanto se percató que la persona a la que admiraba se había quedado en paños menores, se sonrojo por completo al ver a quién más, realmente deseaba, y de esa forma, comenzó a imitarle al sentir acalorado su cuerpo, así como no deseaba mostrar de ninguna manera el que estuviera en presencia del otro aun con su ropa tal cual llegaron al edificio y se mostrara ante sus ojos como falta de respeto, quedando él también solamente vistiendo sus calzoncillos junto con sus calcetines, los cuales termino por finalmente quitando ya que le eran incomodos en aquella situación, en la cual  tenía la oportunidad única en la vida en la que podía hacer avances en su  relación interpersonal con su senpai, y más ahora que nunca ya que se rumoreaba que se graduaría pronto, cosa que sabía que sufriría llegado el día y por eso mismo quería seguir con todo eso, no quería arrepentirse el día en que ya no lo viera más tan seguido como hasta ahora, sí, puede que el alcohol provocara que se arriesgara demasiado por no pensar claramente las cosas, pero era justo en ese momento en el cual se estaba atreviendo a lo que desde hacía tanto tiempo deseaba, fuera culpa de estar borracho o no, arrepentimiento de su parte no existía.

 

De un momento a otro ambos quedaron en su totalidad desnudos y comenzaron  a tocarse mutuamente, para Yuri se sentía de lo más placentero, además de que a lado del mayor sentía que sus toques eran como el tacto superior al mejor terciopelo, pues bajo sus dedos se sentía como  pequeñas dosis de droga, la cual  le producía un bienestar inmediato, confianza absoluta, sin contar el que realmente sentía una absoluta confianza a su lado a tal grado que, sentía que podía contarle cualquier cosa sin temor a la burla o el repudio de su parte, por lo que comenzó a evocar sus recuerdos más hermosos de su pasado en la compañía e incluso antes de entrar a esta, justo cuando le conoció, y con ello se juró a sí mismo no detenerse hasta poder ser alguien cercano a él.

 

Mientras Ohno escuchaba  lo que Chinen tenía que decirle decidió por sí mismo, a sabiendas que el menor lo seguiría sin dudarlo mucho, a comenzar a frotar sus cuerpos directamente uno contra el otro y fue de esa manera tan natural que pudo fácilmente conseguir que ambos se excitaran a tal punto que sus miembros se irguieran del todo, y con ello ambos disfrutaban más cada roce, llegando incluso a  dejar fluir continuamente rastros de líquido pre-eyaculatorio, haciendo esto que sus penes empezaran a exigir por más atención si lo que se quería era evitar salir del lugar sin llamar la atención de la gente a su alrededor, o simplemente a  reducir el tiempo de incomodidad  por estar en esas condiciones.

 

-¿Me permite seguir con esto hasta el final, Chinen-san?- era Ohno quién tomó la iniciativa de querer seguir eso que ya habían empezado y deseaba terminar lo más pronto posible, después de todo ‘El tiempo es oro’ y el mismo  lo pregonaba con toda persona a la que podía, por lo que no le costó mucho hacer la cuestión, pues deseaba salir lo antes posible para poder continuar y por fin dejar libre todo su deseo carnal que tenía conteniendo desde hace tiempo por quien fue alguna vez su aprendiz  y así poder penetrarle a penas y aceptara.

 

-Claro, ¿por qué no? Adelante por favor, muéstreme cómo se pueden complacer un par de hombres adultos, que sabrá bien que yo no soy un santo, pero no tengo idea de cómo nosotros dos podamos completamente satisfechos en este tipo de encuentro que propone.

 

El mayor ciertamente esperaba esas palabras de parte del otro, más al escucharlas directamente de él y además tenerlo tan cerca, no dudó ni un poco en comenzar a tocar  de forma precisa y algo traviesa el cuerpo ajeno con el único fin de excitarle lo suficiente para que le dejara entrar al primera estocada sin oponerse de ningún modo, pues quería que estuviera tan necesitado como él lo estaba ahora.

 

Al momento en que ambos se unieron físicamente, tan solo en la penetración del cuerpo del menor fue que este, gimió tan provocativamente que Satoshi no dudó en salir un poco de su interior, solo para volver a entrar con más ímpetu y  gozo, pues solamente con él estaba sintiendo algo tan excitante a tal punto que quería devolver el favor, comenzando así a  masturbarle antes de alcanzar con una de sus manos el pantalón de alguno y así quitar el cinturón de la prenda para poder fácilmente ponerlo alrededor del cuello del más bajo, quien alterado intentaba zafarse de la situación al medir el peligro  que corría, sin embargo al sentir como su acompañante comenzaba a besar su nuca al tiempo que murmuraba suavemente fue que calmó tanto su cuerpo como mente.

 

-Tranquilo, Yuri, esto solo es para aumentar nuestro placer, te lo prometo, no te pasará nada malo.- Usaba un tono que trataba de calmarlo sin dejar de penetrarlo, ni de llevar el ritmo constante de entrar y salir de su cuerpo. Hasta llegar al punto en que Chinen arqueaba su espalda al intentar que de esa forma le fuera imposible tener el pene del más alto fuera de sí por tanto tiempo.

 

Fue entonces que entre gemidos de ambos y  el sonido húmedo que tenían sus cuerpos  al estar tan excitados que sus propias secreciones estaban dando pie a ese sonido tan obsceno que hacía que ambos estuvieran al borde de eyacular, por lo que el mayor optó por usar el cinturón que tenía alrededor del cuello ajeno como si buera una cadena de castigo en el cuello de un perro al apretarlo tan solo un poco, llegando a producir un ligero ahogo en el cuerpo ajeno, cosa que  provocó que el más bajo temblara antes de que le encontrara gusto a ese pequeño juego que al mayor parecía encantarle, ya que cada vez que le ocasionaba una ligera arcada y esto se reflejaba en los músculos de su  cuerpo podía sentir como el falo del otro se engrosaba  en su interior, acto que disfrutaba de sobremanera, pues tanto al salir como entrar nuevamente le ocasionaba un fuerte y constante deseo de sentir más de ese exorbitante placer y por ende le provocaba a  él mismo ir más rápidamente para así adentrar y sacar con cada vez más frenesí el miembro ajeno de su cuerpo, hasta que el mayor apretó con fuerza y sin dar oportunidad de un afloje de aquél cinturón  que rodeaba el cuello del menor, quien sentía como su interior era llenado por el semen de Ohno y golpeaba con fuerza su próstata, provocando que él también se corriera  de súbito provocando que todo su cuerpo se aflojara al tener ese éxtasis tan inmerso que lo obligó a dejarse caer, de no ser porque aún  tenía el cinto al cuello hubiera caído irremediablemente al  suelo.

 

Si bien el más joven no había caído al suelo gracias al mayor, había otro problema y era que al estar tanto tiempo  con su cuello apretado firmemente con el cinturón que  su muerte fue inevitable, sin embargo el otro solo sonrío suavemente, después de todo ese era su plan inicial, estaba tan harto como asustado de él y no iba a permitir de ningún modo que un chiquillo como lo era Chinen causara en él ese tipo de emociones. Sí admitía aún que sí sentía un deseo sexual por él, el cual terminó por desahogar y eliminar completamente y para siempre, así como era cierto que sabía que había cometido un crimen y que lo meterían a la cárcel, entre un sin número de consecuencias más, pero la verdad era que no se arrepentía pues ahora es cuando realmente se sentía en paz.

 

Tranquilamente salió del hotel, una vez se había vestido, arreglado y limpiado, dejado su semen dentro del cuerpo del menor, pues estaba seguro que tendrían cámaras en algún lado además de que le encantaba la idea de que el cuerpo ahora inerte del menor tuviera todo su semen dentro de su cavidad como un recuerdo del último encuentro personal  que tuvieron.

 

 

Fin.


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Espero guste feliz cumpleaños a Ohno por cierto.

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