9 nov 2011

Cartas al Aire.Capitulo Uno.

Antes de empezar, unas aclaraciones :3 ... hice un video digamos... promocional,
Para este FanFic.
Si le picas en los enlaces del titulo de abajo accesaras a los videos :3 
El video tiene dos versiones, una normalita
Y la otra con los subtitulos de la cancion.
En el mismo titulo vendran los dos enlaces, 
Uno en la primera palabra y el otro en la segunda :3
Y en este Fic pongo los pensamientos de una sola persona,
Espero que se pueda diferenciar, lo pondria en otro letra,
Pero ya trate y no se ve mucho el cambio, asi que asi lo dejo :3
Y si quieren me dejan comentarios con lo que quieran,
Ya si no quieren xD al menos en uno de esos cuadritos de expesiones ponganle algo :3
Si quieren, si no, muchas gracias por haber entrado a mi blog :3
Bien, se supone que este Fic seria de solo un capitulo, pero ... salen mas xD
Asi que los ire subiendo pronto :3
Que lo disfruten :3


                                                


Capitulo Uno.

//Hace ya un tiempo que me di cuenta de que me gustan tanto las chicas como los chicos, claro, ahora todavía es un secreto para la mayoría de la gente ¿Que dirían mis padres si se enteraran de que su único hijo es bisexual? Realmente no me interesa demasiado, pero prefiero evitar pláticas de: A los niños les gustan solamente las niñas. //


//Hace poco intente tener una relación formal con una chica, pero fue cuando me di cuenta de que son demasiado delicadas y molestas; si las tratas demasiado bien y les regalas cosas se enfurecen y te dicen que las estas engañando, si haces lo contrario se ponen a llorar y dicen que eres demasiado frio con ellas ¿Que es lo que quieren? Por el momento me he dejado de chicas por algún tiempo. Con los chicos  no he tenido ninguna experiencia amorosa, ya que mucho de los que conozco son...poco agraciados...Bueno, son horribles para estar con alguien como yo, y a los lindos que conozco nunca les cruzaría por la cabeza salir conmigo.//

Estos eran los pensamientos que cruzaban por la cabeza de un chico de 14 años, se encontraba preparando la cena, ya que sus padres llegarían un poco más tarde la hacía con toda la calma del mundo, pero rápidamente su mente se desvió de lo que hacía.

Fue entonces cuando llamaron a la puerta.

-¿Uh? ¿Alguno habrá olvidado las llaves?- se pregunto a si mismo mientras corría un poco para abrir, pero al hacerlo se dio cuenta de que no era ninguno de sus padres.

-¡Oh! Yuri-kun ¿No se encuentra tu padre? Es que le tengo un paquete.-Era un chico de más o menos 18 años de edad, llevaba un uniforme de lo que parecía ser un cartero y una gran bolsa que hacía que se encorvara un poco por el peso.

//Lo olvidaba, él es uno de los lindos, mi vecino y mejor amigo Yamada Ryosuke.//

-¿Eh?- Tomo el paquete que el otro le ofrecía sin comprender mucho.

-Sí, tu padre... ¡Ah! Ya, es que tú no te has enterado. Me ofrecí como cartero temporal del edificio mientras acaban las vacaciones de verano. Como sabrás los vecinos estaban hartos de tener que buscar entre todas las cosas que traia el cartero, y como me pagaran, aquí me ves-

//Cierto, hace ya unos meses que el cartero no sube al edificio para repartir puerta por puerta, nadie sabe el porqué, pero siempre deja todo en la entrada. Diario tenemos que bajar para revisar entre todo para ver si nos llega algo.//

-Pero ¿Porque el uniforme?-

El mayor suspiro pesadamente.

-Ya sabes que a mis padres les encanta vestirme de forma extraña. Mi padre se entero y me "visualizo", fue a comprar algunas cosas y mi madre lo confecciono- en su cara denotaba lo poco que le gustaba la ropa que llevaba.

El menor rió por lo bajo.

-Te va bien-

//Ahh es tan lindo, debo admitir que agradezco que sus padres tengan esos fetiches tan raros. Me encanta como ese uniforme queda tan bien con su complexión. Hace ya algún tiempo que estoy tras él. Me gusta, si, pero eso no debería de ser. Si mi mejor amigo se enterara de que me gustan los chicos más que las chicas, y que además estoy enamorado de él ¿Qué pasaría? No quiero saberlo. No quiero siquiera imaginarlo...Pero ¿Por qué tuvo que venir a mi casa vestido así? No sé si eso sea un fetiche, pero me gustan los uniformes. Y ahora él, ante mí, con ese uniforme, viéndome tan fijamente. Esos ojos ¿Cuántas veces me he perdido en ellos? No tengo la menor idea. Simplemente es como si estuviera en un desierto, perdido por días, sin agua ni comida, y esos ojos fueran un oasis exquisito, inagotable. Y su cabello, aunque ya se lo ah teñido varias veces, sigue siendo suave, brillante, sencillamente hermoso, antes ha sido; negro, rubio, castaño. Ahora lleva un café algo claro, no importa el color, a mi me gusta. Y sus labios, sus perfectos y apetitosos labios. Aun no puedo creer que un mortal sea dueño de ellos, debe de ser una tentación creada por algo diabólico, solo para hacer caer ante él a cuanto ser cruce su camino, hereje, deidad o humano, nada podría resistirse a ellos. Cuanto deseo posar mis labios sobre los suyos, con rozarlos me bastaría para afirmar lo anterior.//

-Un...Kun...Ri-kun...Yuri-kun... ¡Yuri!- Gritaba Ryosuke zarandeando un poco al otro.

-¿Eh? ¿Qué?-Parpadeo un par de veces para caer en cuenta de que se había perdido en sus pensamientos, por quien sabe cuánto tiempo.

-Te quedaste suspendido en el espacio. Me comencé a preocupar cuando pasaron cinco minutos sin que me respondieras.- Suspiró aliviado.

-Lo siento, es que tengo muchas cosas en la cabeza-

-¿Problemas?- Lo miró preocupado.

El menor negó con su cabeza.

-No es eso exactamente...solo que...-

-¿A que huele?- el castaño se acerco a él, entrando un poco a la casa del otro.

Yuri dio unos pasos hacia atrás para evitar el contacto con el mayor.

//No debo dejar que me toque. Si lo hace cederé a mis más bajos deseos. Y no es por presumir pero, sinceramente, yo soy más fuerte que Ryosuke y podría someterlo en cualquier momento, ya lo comprobé varias veces, pero siempre le digo que es la suerte que tengo. No quiero que sepa que yo le gano siempre, se pondría algo triste y eso es algo que no puedo permitir.//

-Oye Yuri-kun. No es que yo me quiera meter en lo que no me importa pero...Creo que algo se está quemando.- Dijo el castaño señalando al interior de la casa del menor.

-¡Maldición!- gritó asustado mientras entraba corriendo hacia su cocina, descubriendo la olla que había dejado en la estufa con fuego en su interior. Apago el fuego como pudo e inmediatamente colocó la olla bajo un chorro de agua fría, al no tener mucho cuidado se hizo una quemadura en una de sus manos.- ¡Mierda!- alejó su mano.- Duele.- Susurró mientras llevaba su mano a su boca lamiendo lo herido.

-¡Yuri-kun! ¿Cómo se te ocurre dejar comida al fuego por tanto tiempo?- Le reprochó.

-No es que yo quisiera, tú me entretuviste- siguió lamiendo.

-Vaya, ahora yo tengo la culpa ¿No?-

-No es que te este echando la culpa es solo que...- Fue interrumpido cuando Yamada tomo su mano herida y la acerco al chorro de agua que seguía corriendo.

-Anda, deja de hablar deberías de curarte esto primero ¿Donde tienes el botiquín?-

-En el baño, pero...- Antes de terminar el mayor se había encaminado rumbo hacia donde le había indicado.

Cuando este regreso tomo su mano lastimada y comenzó a curarla. El menor solo se quedo viendo fijamente sus acciones.

//Se supone que no debo dejar que me toque, pero me agarro desprevenido. Debo aguantar...Debo aguantar...Vamos Yuri...Resiste.//

Con estos pensamientos en su mente cerraba fuertemente sus ojos.

-¿Duele?- subió su vista, hasta toparse con la mirada del otro que había abierto los ojos en cuanto escucho el tono de preocupación de su amado, y negó enérgicamente. -No mientas, de todas maneras ya casi término.- Le sonrió mientras le colocaba una venda. -Listo- Y dicho esto beso su mano, acto al cual Yuri reacciono saltando un poco y sonrojándose gravemente. -¡Oh! Lo siento, es que mi madre siempre hace eso conmigo cuando me lastimo.- Rió.- Costumbre.-

//¡¿Qué demonios fue eso?! ¿Por qué hizo eso? Esto debe ser un castigo, seguramente hice algo horrible en una de mis vidas pasadas y esta es mi condena. Algo tan tentador, que si lucho por tenerlo jamás volveré a verlo y si no hago nada, simplemente lo tendré a mi lado para observar. Si intento avanzar todo se romperá, pero si me acerco tendré al menos un instante de éxtasis, insignificante pero glorioso; y si lo dejo así estaré sometido a su felicidad con otros. Sinceramente no me gustaría verlo feliz con alguien más. Díganme egocéntrico ¿Qué importa? ¿Cómo podría ser egoísta si yo alejo a todos de él para que no le hagan daño, para que nadie troce esas alas diáfanas que solo yo soy capaz de percibir? ¿Cómo podría ser egoísmo el querer mejorar solo para hacerle feliz? ¿Acaso está mal cuidar a quien amas?

-¡Yuri-kun! ¿Otra vez te perdiste en tus pensamientos?- Suspiró.- Bueno te dejo, necesito acabar de entregar todo esto.- Señalo a la bolsa que traía encima llena de cartas y paquetes. - Ten cuidado cuando cocines y procura no tocarte la quemadura. - Se encamino a la puerta y cuando estuvo con un pie afuera alzo su mano en señal de despedida. - Nos vemos después.- Y se alejo cerrando la puerta tras de sí.

Yuri se quedó solo, hundido en sus pensamientos.

-¿Por qué tiene que ser así?- susurro mientras bajaba la mirada hacia el piso haciendo que algunos mechones negros cubrirán sus ojos, de donde comenzaron a brotar incesantes lágrimas y cubrió su rostro con sus manos.

Paso un largo rato hasta que alguien toco su hombro.

-Yuri ¿Estás bien?- era su madre, había llegado y encontrado a su hijo en ese estado, preocupada intento averiguar que le ocurría.

El pequeño sobresaltado limpio rápidamente sus lágrimas con sus manos.

-No es nada.- Trató de sonar tranquilo.

-Pero Yuri, hijo ¿Por qué estás llorando?- Acariciaba la cabeza de su sucesor.

-No es nada, es solo que estuve preparando la comida con tanto esmero y termine quemándola.- Se zafó de el toque de su madre y comenzó a preparar la mesa.- Sé que no será mucho, pero intentare arreglar la cena.- Sonrió. - Por cierto ¿Dónde está mi padre? 

-Me dijo que llegaría tarde, le surgió una reunión de último momento en el trabajo.-

Y sin más percances comenzaron a comer.

Mas el pelinegro apenas había probado bocado, se dedico a jugar con su cena mientras por su mente giraban miles de ideas relacionadas con lo que antes le había sucedido.

-Cariño ¿Qué te ocurre?- Preguntó preocupada su madre.

-No es nada, no tengo mucha hambre.- Desvió la vista.

-Yuri soy tu madre, te conozco. Dime que te preocupa.- Dejo de comer para prestarle toda su atención a su vástago.

-Es solo que...Me preocupa un amigo mío, el esta locamente enamorado de una persona pero, no se atreve a confesárselo, teme que si se lo dice será rechazado y nunca podrá volver a acercarse a esa persona, así que decidió quedarse a su lado solo como su amigo, sin el peligro de que esa persona se aleje de él ¿Crees que tomó la decisión correcta?

-Mira Yuri, yo no soy nadie para decirle lo que tiene que hacer, pero te daré mi opinión; me parece que es mejor que le diga lo que siente a esa persona, pues el jamás sabrá si su amor pudo ser correspondido, sí, puede que sea rechazado, pero esa herida sanara con el tiempo. Si se queda con él solo para observar cómo pasa su vida y como se va enamorando de otras personas será mucho peor, ya que si sigue sintiendo el mismo amor por él mientras continua a su lado su dolor será atroz, sintiendo que cada vez que le sonríe a alguien más su alma es corrompida por los celos, el odio, la rabia, la tristeza, con tantos sentimientos juntos sus heridas jamás sanaran, tratara de ocultarlas para que la otra persona no se preocupe por él, seguirán sangrando, pero será mas importante la felicidad de esa persona. Al obsesionarse por su bienestar se olvidara de  su propia dicha, caerá en un abismo de tormentos. ¿Crees que eso vale la pena Yuri? ¿Crees que vale soportar todo ese dolor sin saber qué hubiera pasado si se le hubiera confesado? Cada día se preguntara lo que hubiera sucedido de haber sido distintas las cosas. Pero dime, tú ¿Qué piensas?-

-Puede que tengas razón, pero ¿Si aún no está listo? ¿Y si no quiere hacerlo a pesar de todo? ¿Si prefiere ser solo su sombra para estar cerca de esa persona no importando el costo? Entonces ¿Qué?-

-Puede hacerlo cuando se sienta preparado, si no quiere hacerlo, no podemos hacer nada, es solo decisión suya, además ¿quien dijo que después de eso no podrían seguirse viendo? Claro que no será lo mismo, pero si le apetece aun puede estar a su lado.

-Tienes razón... se lo diré - sonrió y comenzó a comer.

-Pero si quieres mi consejo como madre...será mejor que se lo digas Yuri, son palabras que pesan demasiado como para guardártelas. Te hará menos daño del que piensas.- Se levanto de la mesa y tomo lo que había utilizado para comer y comenzó a lavarlos.

El menor abrió sus ojos de par en par, siguiendo con estos la silueta de su madre, después solo sonrió y siguió comiendo.

-¡Yuri! ¡Ya llegue!-Se abrió la puerta dejando ver el cuerpo de un hombre mayor, al parecer el padre del mencionado.

-Vaya hora a la que llegas.- Decía la esposa del hombre.

-Cariño, llegaste primero.- Se sentó en la mesa donde su mujer le sirvió en un cuenco comida.

-Cierto, te llego un paquete.- Dijo su progenitor y tomo el paquete que le habían entregado anteriormente donde venia puesto su apellido "Chinen" y la dirección.

-Gracias hijo.- Lo tomó sonriéndole para ponerlo en la mesa y comenzar a comer.

-Me retiro a dormir, mañana tengo que despertarme temprano.- El menor se encamino hacia su dormitorio.

-Pero todavía estas de vacaciones, ¿A qué te vas a levantar temprano?- Preguntó curioso su padre.

-Déjalo querido, el tendrá sus razones. -Dirigió su vista hacia su hijo y le guiño el ojo mientras éste se alejaba.

//Mañana será el día.//

Pensaba Yuri mientras sostenía una sonrisa en su rostro.




Continuara...                 Capitulo Dos.

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