24 nov 2011

Cartas al Aire. Capitulo Cuatro.

Aqui vengo con otro capitulo :3
Para seguir con el otro fic y terminarlo pronto 
Asi que disfruten este capitulo tambien.





                                                      


Capitulo Final.




Era de madrugada, Chinen había decidido dormir temprano, pero su sueño parecía algo agitado. Removiéndose en su mullido lecho, dando algunas vueltas y algunos movimientos involuntarios que parecen leves contracciones. Su cuerpo esta bañado en sudor y pequeños quejidos salen de sus resecos labios para después acabar con un gemido y despertar súbitamente con su respiración agitada.
//Dime que no es verdad.//

Su rostro aun estaba en un tono carmesí y cerrando los ojos levanto las sabanas temiendo lo peor.

-¡¡Mierda!!- Resonó su voz por el resto de la casa y su madre llego corriendo a su habitación.

-¡Yuri! ¿Te encuentras bien?-

-No... Digo ¡Sí!- Intentaba encontrar rápido alguna excusa para sus gritos.- Solo recordé que todavía no he hecho la tarea de vacaciones, y será mejor que la empiece hoy si quiero tener tiempo libre el resto del verano- sonrió nervioso.

-Está bien, pero no vuelvas a gritar así jovencito, tu padre y yo todavía tenemos que ir a trabajar mañana-

-Lo siento.- Bajó su cabeza avergonzado. Cuando su madre se marcho volvió a ver bajo sus sabanas

//¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?//

Repetía en sus pensamientos, incesantemente.

//¿Por qué ahora? No podía ser otro día, justamente hoy//

Refunfuñaba.

//¿Ahora como le veré a la cara?//

Cubrió con sus manos su sonrojado rostro y se dirigió al baño a darse una ducha fría.

Yuri había tenido un sueño húmedo con su vecino Yamada, y ahora estaba demasiado avergonzado.

//¿Qué haré? ¿Qué haré?...No podre decírselo de frente... ¿Porque tuve que soñar justamente eso?... Aunque ciertamente fue placentero…. ¡Pero, pero, pero! No podre mirarle a la cara sin pensar en ese sueño… ¿Ahora como se lo diré? ...¡Ya sé! ¡Él! ¡Las cartas! ¡Su trabajo! Es tan obvio.... le escribiré una carta sin remitente y así se lo diré sin necesidad de mirarlo directamente.//

Rió triunfante mientras salía del cuarto de baño.

-Pero... debería usar palabras más simples...Eso es, una confesión directa.- Dicho esto se acerco a su escritorio y sacando unas cuantas hojas comenzó a escribir.

Habían pasado unas horas desde que amaneció y varias hojas arrugadas yacían en el suelo, el pelinegro no se había conformado con el resultado pero aun así decidió ponerla en el montón de cartas que Ryosuke entregaba.

//Confió en ti. He puesto mi corazón descrito dentro de una forma tan sencilla, que espero no lo tome por algo vano.//

Beso el sobre que contenía su declaración de amor y la deposito encima del montón.

-¿Qué haces Yuri-kun?- escucho una voz a sus espaldas que hizo que saltara un poco por la sorpresa.

-¿Eh? ... nada... solo estaba acomodando un poco lo que vas a entregar hoy. -Sonrió nervioso.

//Que no me haya visto, por favor, que no me haya visto.//

Rogaba.

-Ese es mi trabajo, no te hubieras molestado- sonrió.

-Es que quiero que termines temprano para...-Su rostro se había enrojecido- umm... Mi madre quiere que vayas a comer con nosotros...Así que...- Jugaba con sus manos para no tener que verlo directamente.

-Entiendo, entonces ayúdame- tomo algunos paquetes para su entrega y se los dio al menor.-Entrega la mitad por mi y así terminaremos más rápido ¿de acuerdo?

-Claro.- Asintió sonriente mientras corría para entregar lo que le había encargado.

-Que energético...- Miró como corría por las escaleras.- ¿Y esto?- Tomó un sobre al parecer hecho a mano de un ligero color rosa y lleno de corazones.

Llegando la hora de la cena ambos se encontraban en la casa de Chinen quien entró apresurado a la cocina.

-Hoy llegaste temprano Yuri.- Decía su madre mientras acababa de poner la mesa- Tu padre llegara hasta la noche así que solo comeremos nosotros dos, ve a lavarte las manos.- Pero el menor jalo un poco la ropa de su madre y dirigió su mirada hacia el suelo. -¿Qué pasa?

-Con permiso- decía Yamada mientras se quitaba los zapatos en la entrada.

-¿Que hace él aquí? - Miró desconcertada a su pequeño hijo.

-Veras... yo le dije que... lo habías invitado a comer-

-Pero Yuri, hijo, solo tenemos comida para nosotros dos- miro la suplica en los ojos de su primogénito y suspiró.- me debes algo jovencito.- Le miró seriamente.

-¿Pasa algo?- Preguntó alegremente su invitado.

-Para nada- Negó la madre.- Pero me temo que tendrán que comer ustedes dos solos, yo tengo un asunto de trabajo pendiente. Yuri trata bien a Ryosuke, no comas con la boca abierta y recoges la mesa.- Tomo algunas cosas preparándose para salir cuando se detuvo un poco en la puerta- Por cierto Yuri, cuando vuelva quiero la cena hecha.

-Por supuesto.- Sonrió el mencionado agradecido del favor que le había hecho su madre.

La comida pasó sin más, comiendo tranquilamente y comentando algo de vez en cuando. Ahora se encontraban lavando lo que habían usado para comer, aunque Chinen se había resistido a que el castaño le ayudara, este insistió.

-Con que así fue como te convencieron tus padres para teñirte de rubio.- Rió alegremente el menor.

-Sí, me prometieron regalos que jamás llegaron.- Dijo amargamente con una expresión rara en su cara.

-¿Por qué haces esa cara?- Rió al ver aquella expresión.

-¿Te ríes de mi sufrimiento?-Arqueó una de sus cejas mientras lo miraba.

-Jamás- pero siguió riendo- solo me rio de esa cara.- señalo con su índice el rostro del mayor.

-Déjalo ya.- Un largo silencio se hizo presente hasta que terminaron su labor y se dirigieron a la sala para ver algo en la televisión.

-Hoy no hay nada en la tele.- Dijo aburrido Yuri mientras cambiaba de canal, ya era la tercera vuelta que le daba.

-Apágala entonces.- Tomó el mando de entre sus manos y apagó el aparato.

-Y ¿Qué planeas que hagamos entretanto? -

-Quiero que veas esto- saco de uno de sus bolsillos la carta que anteriormente había encontrado.

-¿Que...qu-que hay con eso?- desvió su mirada avergonzado al ver que era la carta que él mismo había escrito.

-Pues veras, la encontré hace rato, y tiene mi nombre.- Rió.- Me pregunto de quien será.- jugaba con ella entre sus dedos.

-Quien sabe.-

//Por favor no me digas que no te gusta, mi ardiente corazón se congelará y morirá si lo haces.//

-Pero es realmente ridícula.- Abrió el sobre.- Mira lo que dice - y tomando aire leyó un fragmento- "No recuerdo haberme divertido tanto con alguien y de esta manera quiero hacerte llegar a saber el intenso amor que siento por ti." - Rió- ¿Quién en su sano juicio podría escribir esto?

-Supongo que alguien que este enamorado.- Dijo en forma de susurro con su rostro cubierto por su cabello, quien amaba se acababa de reír de lo que le había costado tanto escribir desde el fondo de su ser.

//¿Debo detenerme ahora? ¿Dedo renunciar antes de que mi alma abandone mi cuerpo ante sus palabras? ¿Por qué no puedes aceptar el mensaje de mi corazón?//

-¿Es lo que crees?-

-Sí-

//Cada día te deseo tanto, te amo tanto.//

-Yo diría que es una persona más bien cobarde, mira que no decírmelo de frente.- Reviró sus ojos.

-Puede... O tal vez solo estaba avergonzado.-

-¿Uhm? Y ¿De qué?- Miró el rostro carmesí del menor.

-No lo sé, ¿Por qué me lo preguntas a mí?-

-Yo creo que, si me amara tanto como dice entonces me lo diría de frente. Yo no creo en ese amor que dice sentir hacia a mi.- Vió como Chinen se quedaba estático unos minutos.

//Mi corazón esta agrietado, cortado y roto. Ya lo único que me queda es mi desgarrada alma ¿Podrás entenderla a ella?//

Apretó fuertemente sus puños para contener las lágrimas, provocando que su antigua herida volviera a abrirse.

//Debería detenerme ahora que puedo. Si sigo con esto y sigo siendo rechazado, lo que queda de mi alma terminara desapareciendo en poco tiempo.//

-¿Cómo puedes decir eso?-

//Mi voz fluye poco, a poco. ¿Por qué continuo?//

Con decisión se coloco enfrente de Yamada.

//Haré mi último esfuerzo.//

Una fría sonrisa surco sus labios, extrañando a Ryosuke.

//No me detendré, aun si acabo siendo solo ceniza.//

Con ambas manos tomo su rostro. – Te demostraré como este cobarde puede robar tu corazón.- Acercó su rostro y paro pocos a pocos centímetros de sus labios- ¿Estás listo?- Susurro.

//Ya no hay vuelta atrás… ya no puedo parar esto. Continuemos.//

-Yo te amo, te amo.- Declaró mientras recorría la distancia para unir sus labios.

//Esto es lo que siempre he deseado, estos labios… Esta persona… De verdad es aún mas celestial de lo que pensaba anteriormente, no quiero que esto termine, mas sin embargo debe de terminar, el ya me ha rechazado, acabemos con esto.//

Se fundieron durante algunos minutos más hasta que se separaron.

Chinen le sonrió débilmente a su vecino, e intentó irse del lugar lo más rápido posible pero Ryosuke le había tomado del brazo.

-¿Por qué huyes?-

-¿Acaso no es obvio? huyo de tu rechazo.- Se retorció intentando zafarse del agarre.

-¿Rechazó? ¿Quién te ha dicho que te voy a rechazar?- El forcejeo terminó.

-¿Qué has dicho?- No estaba seguro de haber comprendido esas palabras.

-Que yo jamás te rechazaría.- Soltó su brazo para rodear con los suyos por la espalda al pelinegro.

-Pero...tú acabas de burlarte de lo que escribí para ti.-Dijo tristemente.

//¿Por qué me torturas de esta manera?//

-Ya lo sé, pero solo fue para que me lo dijeras de frete. Desde un principio sabia que eras tú, conozco perfectamente tu letra.- Aspiró la fragancia que desprendía el cuerpo del menor.

//No entiendo nada.//

- A mi me gustas desde hace mucho tiempo ¿Sabes?- Se pego mas al cuerpo de Yuri, quien no podía hablar por la confesión que acababa de llegar a sus oídos.- Y también oí eso otro.-

-¿E-el q-que? - tartamudeaba sintiendo el cálido aliento de su amado en su cuello.

-La vez que me lo dijiste, cuando creíste que no te había escuchado, ayer.-

-¿Por qué no me dijiste nada entonces? Te gustaba también ayer ¿No? Entonces ¿Por qué?- sus sentimientos ahora eran una mezcla de tristeza y furia.

//Él miente, miente ¡Miente! Si le gustara hubiera respondido a mis sentimientos cuando se los confesé, ¿Cómo puede decir que le gusto?//

-Estaba un poco confundido.- Suspiró.- Sabes que tenemos una diferencia de edad notable, y creo que me asusto, pero ahora todo está claro para mí.- Pasó su dedo índice a lo largo de la nuca de Chinen, quien se estremeció.

-¿De verdad crees eso?- una sonrisa tímida se asomó en su rostro.

-Por supuesto, yo te adoro, además creo que eso lo hace más lindo, además, la edad no importa ¿o sí?- El menor se sobresalto un poco al recordar que esas eran las exactas palabras que había usado anteriormente ante la misma cuestión.- Solamente tendré que ir más lento contigo.- Besó su cuello con suavidad.

//Esto no puede estar pasando. Es un sueño ¿No?//

La felicidad inundaba el pequeño cuerpo del menor al saber que sus sentimientos eran agradablemente correspondidos.

-¿A qué hora regresa tu madre?- Seguía besando su cuello.

-¿Uhm?-puso su dedo índice sobre sus labios con cara pensativa- Dijo que a la hora de la cena... así que... como dentro de cuatro horas ¿Por qué preguntas?- Volteó hacia atrás entretanto el castaño soltó al menor y lo tomo por la nuca y la cintura.

-Entonces...- Besó suavemente sus labios- hoy besos y mañana...ya veremos - Sonrió mientras fundía nuevamente sus bocas esta vez introduciendo su lengua en la boca del menor, jugando lentamente con la otra, llevando siempre un ritmo lento para después separarse.

//¿Ha terminado? No, yo quiero saborearlo más, quiero estar más cerca de Ryosuke.//

-¿Eso fue todo?- Preguntó con capricho, y estirando tanto sus brazos como su cuello, tomó a Ryosuke por los hombros e hizo que se encorvara un poco para así alcanzar a besar sus labios, introdujo su lengua dentro de la boca del mayor y al sentir la otra la empezó a envolver con la propia, y fue así como comenzó el pasional y voraz juego que lideraba el menor, hasta que su falta de aliento le impidió seguir y se separo jadeante.

- Y yo preocupado por que fuera a ir muy rápido contigo.- Sonrió y empujo al pelinegro al sofá cayendo de espaldas y, colocándose sobre él y le murmuró cerca de su oído.- Entonces, tendré que ponerme a tu nivel.- Besó su mejilla y bajó hasta su cuello, entretanto desabrochaba la camisa de Chinen, quien lo agarro del cuello y lo jalo para besarlo fugazmente en los labios.

-Te amo, Ryosuke.- Sonrió tímidamente con su rostro en un ligero tono rosa.

-Y yo a ti- sonrió.- Déjame concederte cualquier deseo entonces.

-Entonces, ¿Por qué no te dejas abrazar por los brazos de lo prohibido?-Extendió ligeramente sus brazos.

El mayor entendiendo las, quizá, oscuras palabras del menor asintió suavemente le dijo:

-Soy tuyo.- Dejo que Chinen lo rodeara con sus brazos.-Te amo Yuri.-

//Abrazando a este cuerpo llega la calma. Al fin puedo volver a respirar sin que algo dentro de mí se rompa. Yo creo en este amor mutuo, aunque deba sacrificar algo a cambio de estos dulces momentos, seguiré adelante, las cosas más dolorosas aún están por venir, el dolor apenas empezará a perseguir nuestra felicidad, pero lo afrontare sin temor alguno, yo le abrasare a pesar del dolor… Ahora tengo a alguien por quien luchar, tengo alguien con quien caminar hacia un futuro desconocido, pero ¿siempre será así de fácil seguir con él a mi lado, ya que no importa nada más?. Creo en este amor que me mantendrá en pie. Creo en él.//

FIN                                  Capitulo Uno.















Que tal? Les gusto el final? :3 
Espero que si x.x 
Y que hayan disfrutado leyendo este Fanfic :3
Asi que nos veremos en otra entrada
Gracias por leer y apoyarme como hasta ahora :3
Muchas gracias de nuevo ^^ 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Reclamos