Inevitable.

Yeiii

Vengo con un fic que le debia a Yu-chan desde hace... como mucho xDD

Pero lo importante es que lo publique no?

Espero y lo disfruten ^^

                                                                                                                          

Inevitable.

Me llamo la atención él. Sus ojos profundos llenos de lágrimas. Me encuentro dentro de un establecimiento de comida, hace varias horas que me encuentro aquí, viéndolo, a dos mesas de la mía, viendo fijamente su comida aun intacta. Esta él solo. Su cabello es negro. Aunque está lejos puedo ver cómo a pesar de que esta triste sus labios están ligeramente curveados hacia arriba. Me intriga saber porque esta tan triste. ¿Cuál es la causa de sus lágrimas? Me gustaría tanto saber...

-Disculpe, ahora mismo vamos a cerrar.- Mis pensamientos fueron interrumpidos por un hombre mayor, tal vez el dueño del lugar.

-Entiendo, me retirare enseguida.- Respondo sin dejar de mirar a aquel chico que tanto me llama la atención, el mismo hombre que hablo conmigo se acerco a él. A causa de que el lugar estaba casi en su totalidad vacio alcance a oír con una increíble nitidez que le había dicho lo mismo que a mí, el asiente suavemente y se levanta pesadamente de su asiento, dirigiéndose a la salida, silenciosamente voy tras él.

Al encontrarnos afuera el suspira fuertemente, estaba a punto de irse cuando tome ligeramente su muñeca.

-¿Disculpe?- voltea a verme con esos ojos cristalizados. Esta es la segunda vez que oigo su voz, la primera fue cuando ordeno su comida. Es preciosa.- ¿Que desea?- me pregunta con una voz tan suave.

-Disculpa la molestia, pero, ¿Me podrías decir su nombre?-El me mira de arriba a abajo.

-No veo porque debería.-

-Porque yo sacare y secare esas lagrimas que retiene en sus ojos.- Antes de que el pudiese reaccionar lo acorralo a la pared del callejón que estaba justo al lado del establecimiento de comida, me le acerco a tal punto que nuestros cuerpos rozan eróticamente. El intenta empujarme, pero el deseo de hacerlo mío puede más.

-No entiendo de lo que habla, aléjese de mi por favor.-No hago caso a sus palabras y comienzo a jalonear su chaqueta intentando quitarla, el casi consigue zafarse de mi agarre, gracias a mis reflejos puedo alcanzar a tomarle de la ropa y lo estampo con fuerza contra la pared.

-No quiero hacerte daño, así que no me obligues a inmovilizarte- le digo suavemente a su oído, mientras él se me mira con temor en sus ojos. Mientras batallo por quitar la parte superior de su ropa empiezo a devorar lentamente su fino cuello, aunque él sigue luchando, ya no lo hace con tanto ímpetu como al principio. Al fin consigo quitar la parte de arriba de su ropa, recorro su expuesta piel con mis manos, deseoso, busco desesperadamente sus labios y cuando apenas los rozo el ladea su cabeza rompiendo el contacto entre nuestras bocas. Tomo fuertemente su mentón para evitar que se mueva mientras lo beso. Mi lengua toca la suya, tan suave y cálida. Siento calor. Me deshago de mi chaqueta también mientras sigo besándolo, para después pasar mis labios a su oído, lamiéndolo lentamente, después su cuello, sigo bajando hasta llegar a uno de sus pezones el cual empiezo a lamer endureciendo mi lengua, el ya casi no se mueve, solo se separa un poco de la pared, aunque no hace ningún sonido se que está disfrutando esto tanto como yo.

Agarro una de sus muñecas mientras lo pongo sobre la pared, mi lengua aun esta entretenida con la piel de su pecho. Subo mi mano desde su muñeca hasta su mano, entrelazando mis dedos con los suyos. Con la mano que aun tengo libre intento desabrochar rápidamente su cinturón pero el, al momento que lo aflojo, apresuradamente toma el extremo de su pantalón e intenta mantenerlo en su lugar, extrañamente solo toque su mano y el la alejo, quitando la extrañeza de esto de mi mente bajo sus pantalones por completo, dejándolo solamente en ropa interior, sonrió a ver que esta es de un color verde fosforescente y que se veía perfectamente en la oscuridad de aquel callejón.

Atrapo con mi mano su pierna y la elevo dejando que él se quedara parado sobre la punta de su pie que aun seguía en el suelo, sorprendentemente el resulta ser francamente flexible, por lo que la puedo doblar contra su cuerpo en su totalidad. Mi mano que anteriormente sujetaba la suya ahora la tengo jugando con sus genitales por encima de su ropa interior, entretanto paso mi lengua desde su tobillo hasta su rodilla mientras el patalea intentando zafarse, pero aun sin emitir ningún sonido. Quiero oírlo.

Lo suelto de repente, el cae al suelo raspando un poco su mano y parte de su brazo, jalo su cabello de la parte de atrás de su cabeza y desabrochando mi pantalón saco mi miembro poniéndolo frente a su cara, esperando que lo lamiera, el se niega, jaloneamos un poco, el se me escapa pero en su intento de huida trompiza y de nuevo se encuentra sobre el suelo  comenzó a sollozar.

-¿Por qué las lagrimas?- pregunto secamente.

-¿Por qué? ¡Usted está intentando violarme!- me grita furioso mientras las lagrimas brotan sin cesar de sus ojos.

-No pregunto por esas, quiero saber de las de antes.-

-Eso no es algo que le importe.-

-Claro que me importa.- Me coloco en cuclillas frente a él, remuevo algunos mechones de cabello de su frente para poder verlo mejor. - ¿Por qué no estás huyendo?- El me miraba sorprendido, más no me respondió y desvió su mirada. - Supongo que la razón de tu lamento fue una decepción amorosa ¿No es así?- sigue sin responder. Paso mi dedo pulgar por sus labios para después besarlos suavemente. - Te abandonó. ¿Te humillo también acaso? Seguro tú le querías de verdad.-

-Silencio.- me miro furioso.

-¿Por qué? ¿Todavía te duele recordarlo? Seguro ni siquiera le gustabas ni un poco.- Seguí provocándolo, pero, sin darme cuenta, tomo mis pantalones que estaban a la mitad de mis muslos y los jalo hacia abajo junto con mi ropa interior, después intento quitarlos de mis tobillos, casi caigo debido a la brusquedad con lo que lo hacía, pero me encontré con la pared, él empezó a lamer mi pene lentamente, yo solo observaba como lo hacía, seguro que haría cualquier cosa para que me callara. Aunque lo hacía con los ojos cerrados, cuando lo metió en su boca volteo a verme fijamente mientras lo chupaba lentamente.

Alejo su cabeza suavemente y le extiendo mi mano para ayudarle a incorporarse, al estar los dos de pie lo acorralo rápidamente contra la pared pudiendo divisar que su ropa interior ya está bastante apretada debido a la erección de su miembro, juego un poco con la orilla para finalmente quitarlos, me quedo unos instantes viendo su cuerpo entero, iluminado por la poca luz que llega a entrar a ese callejón, esa tenue iluminación hace ver su piel tan apetitosa. Sin poder resistirlo más levanto un poco una de sus piernas y comienzo a penetrarlo suavemente, pero él sigue negándose a emitir esos sonidos que tanto deseo escuchar. Aferrado a oírle al menos un pequeño gemido entro en el con más ímpetu, haciendo que soltara un pequeño quejido de dolor. Viendo este mínimo avance salgo de él y vuelvo a entrar rápidamente, sintiendo lo apretado de su interior, tan cálido, tan reconfortante...tan lascivo. Él reacciona abrazándose a mi cuello, dejando salir apenas unos suspiros. Aprovecho esta posición para preguntarle al oído:

-¿Cuál es tu nombre?-

-Yu-Yuri- me contesta suavemente, sintiendo su respiración en mi cuello.

-¿Es tu nombre de pila?- siento como asiente vigorosamente. Beso de manera dulce sus hombros sin dejar de llenar fuertemente su interior.

Cuando consigo moverme más fácilmente dentro de él, conseguí sacarle algunos gemidos, para mi desgracia fue con el nombre de otra persona.

-______- Aquel nombre constaba de seis letras, un apellido. Me hierve la sangre el tan solo recordar la inicial de aquel horroroso nombre. Con la ira a flor de piel arremeto contra él con todas mis fuerzas. A causa de mi mala suerte todos mis esfuerzos fueron en vano, ya que él sigue repitiendo una y otra vez el nombre equivocado.

-Ryosuke, mi nombre es Ryosuke. No digas otro nombre que no sea el mío.-

-Ryo-Ryosuke.-La fortuna por fin me sonríe, el empieza a pronunciar mi nombre. La vocalización de mi nombre en sus labios es simplemente arrebatadora y su voz al pronunciarlo es sencillamente deífico.

-Yuri.- Al solo pronunciar su nombre algo dentro de mí se ilumina.

Al sentirme próximo a correrme, tomo su otra pierna y la alzo también, despegándome de la pared, cargando con todo su peso sobre mis brazos, y así sigo penetrándolo con más profundidad unas cuantas veces más, hasta que ambos nos corremos, el gimoteando mi nombre y yo suspirando el suyo.

Lo bajo con cuidado al suelo, el recoge la ropa que esta esparcida por el suelo y se dedica a ponérsela sin verme siquiera, viendo que no tiene intenciones de dirigirme la palabra, yo hago lo mismo. Una vez que ambos estamos vestidos me acerco lentamente a él, y levantando un poco su mentón lo beso suavemente, pero él no me responde. Sin más me separo de él y dándonos una última mirada él se aleja lentamente de donde me encuentro.

Han pasado algunos meses y ya no lo he vuelto a ver. Mas sin embargo, y con su recuerdo aún vivo en mi interior, vengo cada día, aproximadamente a la misma hora, al mismo establecimiento de comida, esperando que aparezca, aunque sé que después de lo que le hice es totalmente improbable.

Hundido en mis bellos recuerdos alguien toca mi hombro, molesto no quiero ni ver quien diantres me molesta.

-Eres tú, Ryosuke.- Al oír esa melodiosa voz volteo rápidamente. Era Yuri, con una hermosa sonrisa en su rostro. Mi Yuri.

FIN